28 de enero de 2023
La penumbra del departamento envolvía al Colo mientras estaba sentado en el sillón, con el pelo despeinado y los ojos cansados, recién había llegado a casa después de una juntada que había hecho con sus amigos. Samira, "el amor de su vida", estaba en la cocina preparándole una taza de té. La tranquilidad de la noche parecía envolverlos, pero algo estaba a punto de cambiar.
Narra Valentín:
Me levantó del sillón para dirigirme a mi habitación, porque necesitaba encontrar una remera para mañana. Abrí el cajón donde guardaba mis remeras y, al hurgar entre la ropa, mis dedos tocaron raro. Un pequeño sobre blanco. Lo sacó y lo examino con curiosidad. No era la primera vez que encontraba algo así en el departamento. Samira había estado luchando contra su adicción durante meses, y yo había estado ahí para apoyarla en cada momento.
Sin embargo, esta vez era diferente. El sobre contenía una sustancia que reconocí enseguida. Droga. Mi corazón se aceleró mientras miraba el contenido. ¿Cómo había llegado esto acá? ¿Otra vez había recaído? La preocupación y la ira se mezclaron dentro de mí.
Samira entró en la habitación, sosteniendo la taza de té. Sus ojos se encontraron con los míos, y supe que ella también había visto el sobre, enseguida se entorno un silencio incomodo entre nosotros.
- Amor. - hablo Samira nerviosa. - Yo te lo puedo explicar gordo.
Aprete el sobre con mi mano. - ¿Cómo llegó esto acá, Samira? ¿Volviste a consumir devuelta?
Ella baja su mirada y asiente, eso me hace enojar más y salgo de la habitación, para ir a la cocina.
- Perdón, no quería que enojes. - dice siguiéndome, y deja la taza en la mesada.
- Y sí, Samira, obvio que me voy a enojar. - digo tirando el sobre en el tacho de basura. - no entendés que te haces mierda metiéndote eso en el cuerpo?
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Sí, ya sé, pero qué querés que haga, Valentín? - me acerco a ella y la tomó de las manos.
- Quiero que busques ayuda, Sami. - digo, y ella se soltó de mi agarre.
- No necesito ayuda, Valentín. - dice enojada. - ya te dije que no necesito ayuda, porque puedo sola.
La miro sin poder entenderla.
- No, no podés sola Samira. No puedo seguir encontrando sobresitos de droga en el departamento todo el tiempo. En serio amor, busquemos ayuda. - Sami se mordió el labio inferior.
- ¿Y si no puedo gordo? ¿Y si todo es al pedo y termino igual?
- Si vas a poder amor. - digo y la abrazo. - y no va a ser al pedo, porque voy a estar con vos todo el tiempo.
Ella se aferró a mí y se largó a llorar.
- Perdóname Valen. - dice llorando.
- Ya está mi amor, no llores más.
Al día siguiente...
Me senté en el borde de la cama, mirando a Sam mientras dormía. La luz de la mañana se filtraba por las cortinas, iluminando su cara. Habían pasado semanas desde que encontró aquel sobre con droga en el cajón de la ropa, y la lucha de Sami contra la adicción seguía.
La terapia había sido un desafío. Samira había compartido sus miedos, sus recaídas y sus momentos de debilidad. Ahí estaba yo a su lado en cada sesión, sosteniendo su mano, recordándole que no estaba sola. Pero había momentos en los que la desesperación amenazaba con romperlos.
Sami se removió en la cama y abrió los ojos. Su mirada se encontró con la mía, por lo cual yo sonrióy ella igual
- Buenos días, mi amor. - se acomodó bien en la cama, frotándose los ojos. - ¿Qué hora es?
- Como las 09:45 am. - respondí. - Queres que vayamos a desayunar a algún lugar?
Mi novia asintió emocionada, haciéndome sonreír devuelta.
- Me parece bien. Necesito salir un rato. - dice ella. - báncame me que arreglo un toque.
- Si, yo igual me tengo que arreglar. - digo yendo al baño con ella.
Nos vestimos rápido y salimos del departamento. Agarre la mano de Sami, y ella apretó mis dedos con fuerza.
Entramos al lugar y nos sentamos en una mesa al lado de la ventana. En 2 minutos ya teníamos al mesero tomando nuestra orden.
- Hola ¿qué van a querer? - preguntó con una sonrisa
- Buenas, queremos dos medialunas y dos cafés con leche, por favor. - dice mi novia y el chico asiente y se va.
Sami se relajó en la silla.
- Esto me gusta, gordo. Gracias por sacarme de casa. - dice, estiro mi brazo y acaricio su cachete.
- De nada linda, cuando vos quieras salimos un rato a pasear.
El chico nos sirvió las medialunas y las tazas humeantes de café. Compartimos un silencio cómodo mientras saboreábamos nuestro. El dulce sabor de las medialunas se mezclaba con la amargura del café, creando una combinación perfecta.
- Perdón que te pregunte ahora, pero pensas que algún día estaremos completamente bien después de esta mierda? - pregunto Sami, la mire a los ojos.
- Sí, juntos superaremos esto. Y cuando lo hagamos, celebraremos con más medialunas.
Ella sonríe, y yo copio su acción
- Más vale eh. - me dice divertida.
Me acerco y dejo un beso corto en sus labios.
- Te lo prometo linda. - ella sonríe y le da un mordisco a su medialuna
💉💉💉
holaaa, todo bienn?
el cap de hoy estuvo un poquito más largo, espero que les vaya gustando lindas💗
dejen su votooo☆
baii♡.
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𝗦𝗖𝗔𝗥𝗦 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗢𝗨𝗟 ⋆ Colo Barco
Romance𝖤𝗇 𝗅𝖺 𝖼𝗂𝗎𝖽𝖺𝖽 𝖽𝖾 𝖡𝗎𝖾𝗇𝗈𝗌 𝖠𝗂𝗋𝖾𝗌, 𝖾𝗅 𝖿𝖺𝗆𝗈𝗌𝗈 𝖿𝗎𝗍𝖻𝗈𝗅𝗂𝗌𝗍𝖺 𝖵𝖺𝗅𝖾𝗇𝗍𝗂́𝗇 "𝖢𝗈𝗅𝗈" 𝖡𝖺𝗋𝖼𝗈, 𝗌𝖾 𝖾𝗇𝖿𝗋𝖾𝗇𝗍𝖺 𝗎𝗇𝖺 𝗋𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖽𝗈𝗅𝗈𝗋𝗈𝗌𝖺. 𝖲𝗎 𝗇𝗈𝗏𝗂𝖺, 𝖲𝖺𝗆𝗂𝗋𝖺 𝖢𝖺𝗆𝗉𝗈𝗌, 𝗅𝗎𝖼𝗁...