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Nota: esta playlist la estuve escuchando cuando escribí este capítulo :)



[...]


Después de que Sungchan por fin hablara con Shotaro, ambos comenzaron a hacerse muy unidos. El proceso era lento pero lo disfrutaba a más no poder ya que ahora conocía a Shotaro y sus gustos, como por ejemplo, ahora sabe que se junta con los chicos del equipo de básquetbol porque suelen jugar juntos fuera de la escuela, y que Shotaro no se unía al equipo porque no se sentía con el suficiente potencial pero que jugar con sus amigos era muy divertido. También cuando cumplió siete años fue llevado a una terapia del habla y era por eso que ya podía pronunciar bien las palabras. Y que conoció a Minjeong y sus amigas gracias a Eunseok, Wonbin, Jisung y Sohee, quienes son muy cercanos a ellas, además de que las considera unas chicas muy lindas y agradables.

No iba a mentir, cuando Sungchan escuchó cómo hablaba de todos ellos se sintió un poco celoso, solo esperaba que su cara no expresara lo mismo.

—¿Por qué haces esa cara?—preguntó Shotaro entre risas al ver el ceño fruncido de Sungchan.

—¿Cuál cara?—dijo tratando de evadir su pregunta—Es la que siempre tengo.

—Claro que no. Hace rato no tenías esa expresión.

Shotaro sonrió al ver que Sungchan no había cambiado, seguía siendo un amargado como todo un limón, aún así disfrutaba mucho de la presencia de Sungchan, él siempre lo escuchaba y le ponía atención, hablar con él no era como cuando lo hacía con sus amigos.

Sungchan era... diferente.

—¡Shotaro!—se escuchó el grito de Jimin, quien se acercaba a ellos agitada—Shotaro, te estuve buscando por todos lados—dijo una vez que estuvo frente a los chicos.

—¿Qué sucede?

—Pues, ya que mañana es mi cumpleaños Minjeong y yo organizamos mi fiesta en casa de ella ya que sus papás no están, y quiero que obviamente asistas—platicó emocionada.

—¡Claro que sí!—ambos gritaron emocionados hasta que recordó a alguien—¿Puede ir Sungchan?

Jimin observó a Sungchan quien la miraba totalmente serio y con una ceja alzada. Ella sabía que no era muy querido por los chicos del colegio, o al menos los del equipo de básquetbol no lo querían porque era un alzado que se creía mucho por tener dinero, pero al mirar a Shotaro quien la veía suplicante suspiró ya que tampoco quería hacer sentir mal a su amigo.

—Sí, me encantaría que fuera también—respondió para nada emocionada pero que al escucharla fue rápidamente abrazada por Shotaro mientras que Sungchan los veía con su ceño fruncido.

Jimin se despidió ya que tenía que seguir organizando algunas cosas de su fiesta. Una vez que estuvo lejos, Shotaro fue directo con Sungchan.

—¿Por qué no te llevas bien con Jimin y los demás?—preguntó.

—¿Yo?—se señaló—Ellos son los que no me quieren, ¿crees que no me entero de todo lo que dicen de mí? Yo ni siquiera les hablo.

—Tal vez si fueras más amigable no te dirían nada.

—Shotaro—dijo tomándolo de los hombros suavemente—, a mí no me importan ellos ni nadie, solo tú. Tú eres la única persona a la que le quiero caer bien los demás no me interesan, entiéndelo.

—Pero creo que deberías de tener más amigos, no me gusta verte solo.

—Entonces, quédate conmigo siempre.

La respuesta de Sungchan lo había dejado sin palabras, él siempre buscaba la manera de hacerlo sonrojar. Se giró a un lado tratando de evitar que lo viera, pero por la risa que soltó era obvio que si lo había notado.

Qué vergüenza...








[...]











Shotaro se sentía nervioso algo no muy común en él, esto debido a que Sungchan le había dicho que pasaría por él para ir a la fiesta de Jimin. Esta no era la primera vez que Shotaro asistía a una fiesta, menos que sus amigos pasaran por él pero el hecho de que fuera Sungchan lo hacía hasta temblar.

De pronto una notificación llegó a su teléfono, era Sungchan avisando que ya estaba afuera. Shotaro se vió por última vez en el espejo, se veía bien a su parecer, tomó su cartera y sus llaves, y salió de su habitación. Sus padres ya sabían sobre que saldría a una fiesta, por lo que simplemente se despidio de ellos diciéndoles que volvería un poco tarde pero no pasadas de las dos de la madrugada.

Al salir, su rostro se sonrojó al ver a Sungchan recargado en la puerta de su auto (el cual no se veía para nada barato) y con sus brazos cruzados. «¿Acaso estoy en una película para adolescentes?», se preguntó a si mismo.

Sungchan se quedó ahí parado viendo cómo Shotaro caminaba hacia él, su corazón se aceleró debido a lo precioso que se veía, ni siquiera en su más profundo sueño se hubiera imaginado verlo así.

—¿Qué tal?—lo saludó Shotaro sacando de su trance a Sungchan, quien se había quedado embobado viéndolo—¿Estás listo?—Sungchan asintió sin poder decir alguna palabra.

Se movió de la puerta del copiloto y la abrió para que Shotaro pudiese entrar, después lo ayudó a cerrarla y caminó hacia su lado del auto. Sungchan le pasó su teléfono a Shotaro, haciéndo que este lo mirara confundido.

—Pon música—ordenó.

—¿Qué te gustaría a ti?

—Lo que sea que a ti te guste—Shotaro se quedó pensando, no sabía que canción escoger que también pudiera gustarle a Sungchan—. No lo pienses demasiado, confío en tus buenos gustos.

Al final terminó poniendo "bonnie & clyde" de DEAN, un artista que Shotaro solía frecuentar. El camino fue tranquilo, ambos disfrutaron de la música y del bonito paisaje de la ciudad. La casa de Minjeong no se ubicaba muy lejos de la suya, tal vez a unos quince minutos si el tráfico estaba fluido. Al llegar, un montón de gente ya se encontraba allí, por lo que encontrar un estacionamiento no fue para nada fácil.

—Oye, Sungchan. ¿Por qué si tienes auto te vas a pie a tu casa?—preguntó Shotaro una vez que ambos se bajaron.

—Porque no vivo muy lejos de la escuela, además de que me gusta caminar y tomar algo de aire.

Al estar frente a la entrada, Shotaro tomó el brazo de Sungchan deteniéndolo de entrar.

—Sungchan, por favor te pido que trates de llevarte bien con mis amigos—le pidió, pero Sungchan solo giró los ojos fastidiado—. Ya hablé con ellos también y me dijeron que se esforzarían, ¿puedes?

No se veía convencido, pero asintió ante la petición de Shotaro. ¡Él no hacía nada! Eran ellos quienes no soportaban su belleza, pero si Shotaro se lo pedía, no tenía otra opción.

Ambos entraron a la gran casa, la música era increíblemente fuerte mientras que muchos bailaban y tomaban por todo el lugar. Al fondo lograron ver a Jimin platicando con su grupo de amigos, todos se veían contentos hasta que sus miradas se posaron en Sungchan y Shotaro.

«Ten paciencia, hazlo por Shotaro», pensó para después suspirar y acercarse a ellos. Shotaro saludó a todos alegremente, mientras que a las chicas como Minjeong, Aeri y Yijjwo las abrazó.

—¡Feliz cumpleaños!—abrazó Shotaro emocionado a Jimin quien de igual manera le devolvió el abrazo.

—¡Muchas gracias, Taro!

—Feliz cumpleaños—la felicitó Sungchan con una falsa y forzada sonrisa una vez que ella se había separado de Shotaro.

—Gracias, Sungchan—respondió también falsamente Jimin.

Sin duda la noche sería larga para todos, pero Sungchan no se dejaría intimidar por la presencia de ellos, él solo estaba ahí por Shotaro, y era él el único quien realmente importaba.

LIMÓN & SALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora