Capítulo 11

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Arlet


Ya había amanecido, y por supuesto no había pasado la noche en mi respectiva cabaña. ¿Porqué?

Número 1, no quería estar a solas con emil después de aquel momento. Dos, emil no me habrío la puerta de la cabaña, y yo llaves no tenía.

Por dicha razón me quede a dormir con kim, Puesto que su compañera de cabaña pasaría la noche en otra cabaña con su "amigo", Kim desconocía el Porqué no estaba en mi cabaña, solo le dije que emil me caía de lo mal. (Mentira no es) y que solo era por esa noche.

Cuando voltee a ver si kim seguía en su lado de la cama note que no estaba.

Me levanté me puse los tenis y salí de la cabaña, decidida en enfrentar a emil, si se digna a abrir la puerta claro está.

La cabaña se encontraba un poco alejada, y en el camino me encontré con jacko.

El chico sonrió al verme

-arlet, que gusto verte. ¿no está contigo tu novio verdad?-Expresó el chico.

-¿Mi novio?-Pregunté, aunque imagine que se trataba de emil

El comportamiento de emil ayer, fue repentinamente extraño.

Al recordarlo se vino a mi mente la conversación que tuvimos ayer en la tarde.

Y solo pensarlo me subía un leve calor a las mejillas

-Sí, el chico alto..-Intentó explicar

-No es mi novio-Masculle.

-Entiendo..

-Os vemos luego, tengo prisa-Me despedí y seguí mi camino

Prisa para qué, no lo sé.

☆☆☆☆☆


Por suerte emil no se encontraba en la cabaña, y la puerta estaba entreabierta.

Al llegar me acosté, en un exagerado intento de excluir todos los pensamientos que tenían su nombre.

Sintiendo un efecto profundo en aquellas palabras que habían salido de sus preciosos labios. Porque sí. Todo en emil era perfecto. Gritaba de una y mil maneras que sería tu perdición, y en estos momentos del partido no lo dudo.

Voltee hacia un lado visualizando un libro en físico de tapa dura en su cama, La portada del libro era negra. O ese era el único color que desde mi posición veía.

Intuí el hecho que le molestaría que tocase su libro, y aún así lo hice.

Me ganó la curiosidad y abrí el libro.

En la portada decía:

<Mi irremediable error, aquella obsesión >

En el costado del libro habían dos signos de interrogación. La culpabilidad se esparció en mí. No conocía el significado o lo especial que para él era, y aún así me metí donde no me llamaron.

deje el libro en el mismo lugar donde se encontraba.

Corrí y me dejé caer en mi cama, como si acabase de cometer un gran delito.

Se me pusieron los pelos de puntas cuando escuche como se abría la puerta y unos pasos se hacían presentes.

-, ah estás aquí. -Espetó Emil

Lo observe fijamente y solo asentí.

-Sí, emil yo..-Él se me adelanto cortando mi oración

-Shh, no digas nada.

-no quiero escucharte..-Respondí en forma de broma con una sonrisa en mis labios, remarcando mis palabras para que el recordara la canción.

-¿Qué?-Respondió al cabo de un rato, viéndome como un espécimen.

-Nada.

-¿Nada?

-Sí, Nada.

-No sé-Emitió el.

-¿Qué?-me quedé incrédula y solo lo mire aún más fijamente

-No, no se nadar.

-¡No es eso!-Solté en una leve risa

-¿Ah no?-Preguntó el sentándose en su cama, frente a mí.

-Obvio no Emil.

El abrió la boca y la cerró rápidamente, pensando bien lo que diría.

Lo observe directamente a los ojos, esperando que hablase o que callase para terminar con dicha tensión.

Desde siempre los momentos donde una persona me miraba fijamente me ponía nerviosa, Y este momento no era la excepción.

Sus mirada no se apartaba de la mía

Sentía, una conexión extraña de alguna manera, su mirada de alguna forma estaba causando estragos en mí.

-¿Seguiremos así unos putos segundos más?

Sendero de tulipanes (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora