Ya era entrada la noche, los ojos brillantes y obscuros de itachi resaltaban aún más con el brillo de las llamas de las velas encendidas. parecía escribir con su pincel muy rápido. se detuvo un momento sujetando sus cienes. suspiró y volvió a leer una hoja de papel que tenía a su lado, parecía una carta:
"Itachi-san:
He visto a la joven que trabajaba conmigo y Sasuke-kun. se ha combertido en una belleza inexplicable, tal y como predije y mencioné en mis anteriores cartas. El líder del clan me ha autorizado a cortejarla. él se ha hecho cargo y supervisado directamente de su educación. todo gracias al cariño que le tomó Sasuke cuando niño, sin embargo, ella me ha rechazado. lamentablemente para una joven pobre de origen tan humilde no fue posible más allá que dejarla a cargo de una Oiran de prestigió. Pronto será una Geisha, por su belleza, de seguro será de las más famosas. Será mejor que intentes apartar a Sasuke de esta obsesión. El mes pasado kakashi-sensei informo que estuvo perdido varios días. Tus influencias ayudarían mucho para que pronto lo enviaran al frente y dejará sus sueños de niño. es contradictorio, pero cuando la vi, me recordó un poco a Izumi-san. Creo que aquellos días que estudiábamos kendo despreocupadamente en el gran dojo de nuestro abuelo han quedado atrás como el tesoro más preciado, nuestro clan se ha distribuido como ocultos por la nación. pero no olvide que usted y sasuke-kun son los legítimos Herederos del honorable clan de samurais Uchiha."
Itachi observó la carta con cuidado y sin chistar comenzó a quemarla al fuego de la vela:
—Lo lamento hermanito...—Susurró observando de reojo la puerta corredera.
—Mi señor...—dijo una silueta tras la delgada puerta
—adelante.
Sakura abrió la puerta dando una reverencia.
—Le he traído algo de té. Yo ya iré a la cama.
Itachi sonrió complacido y tomo la taza de té observando a Sakura de reojo:
—Te preguntarás porque no te he vuelto a tocar desde que compre tu primera noche—Mencionó con suavidad, Sakura le observó llena de interés, su prometido sonrió—La verdad es que no quiero forzarte a nada, con tenerte aquí conmigo lejos de tus futuras obligaciones me es suficiente, espero puedas comprender que solo quiero preservar tu Honor.
Sakura asintió con dulzura.
—Itachi-san está cuidando tan bien de mí, que esta pacifica vida parece un sueño.
Las velas se consumían. al igual que los recuerdos de Itachi al sonido del canto de las golondrinas por la mañana. Se levanto de la cama, su respiración generaba vapor. ya comenzaba a estar más helado, al salir de su habitación vio a la pequeña huérfana barriendo las hojas que terminaban de caer por el otoño:
—¡ Buenos días señor!— exclamó llena de vitalidad.
Itachi saludo inclinando su rostro, Sasuke picaba leña lleno de vigor un poco más lejos. camino hasta él, Sakura observó desde el umbral del pasillo como la pareja de hermanos hablaba por la mañana. que encrucijada la del destino, jamás imagino que aquel hombre que la rescato del burdel sería el hermano de aquel muchacho que la salvó de esa terrible niñez en soledad. Aunque analizando, lo que más le llamó la atención de itachi fue el parecido que le recordaba a Sasuke. aquel instinto le hacía avergonzarse, se volteó regresando a la cocina. Sasuke entro cargando muchos leños arrojándolos para luego ordenar junto a la gran cocina. la chica picaba nabos con gran destreza. desde la última conversación hace ya varias semanas los "ataques" y reproches de sasuke habían acabado. Sakura estaba llena de dicha, Sasuke se comportaba de la misma forma que cuando era un niño. de alguna forma en secreto, la hacía sentir segura y acompañada. Por la mañana era su ayudante silencioso de todas las tareas pesadas, le acompañaba al mercado, cargaba de cada objeto pesado, en las lecciones de Kaede él se sentaba más lejos y oía atentamente; Así también con la niña, le ayudaba, protegía e incluso jugaba con ella a su manera. pese al disgusto de Sakura, le estaba enseñando el uso de la espada. Los días pasaban en lentitud y paz. por la noche al llegar su hermano él tomaba su espada cenaba absorto y se retiraba. Aun así, Sakura no dejaba de hablarle y preguntarle cosas que él respondía con monosílabos. a lo que ella sonreía.
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El guardaespaldas de la prometida
Hayran KurguSakura es una niña pobre de apenas 7 años que fue intercambiada por 2 sacos de arroz a cambio de 2 años de trabajo como niñera para una familia rica comerciantes de muebles. La vida es muy dificil y dolorosa, pero sus días se vuelven más agradabl...