En un reino sumido en la opresión y el despotismo, Kim Taehyung había vivido toda su vida bajo el peso de un deber que nunca había elegido. La monarquía había sido su vida desde que era apenas un niño, y aunque se esforzaba por hacer honor a las exp...
.... Aquello que no debía ser, fue y será el inicio algo aún más hermoso
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El sonido de los pasos se hizo escuchar por todos los pasillos, todos y cada uno de los sirvientes del lugar reverenciaban frente al alfa quien les devolvía ligeramente el saludo con una sonrisa a medias, parecía más una mueca que un gesto real, pero es que le era imposible tener algo que lo hiciera parecer abierto con el resto del personal de su propia casa.
Toda su infancia estuvo fuera, entrenando y ahora debía acostumbrarse a tener a todos rendidos a sus pies, idolatrando, no le agradaba el hecho de tener ayuda en todo, en especial cuando se trataba de su vestimenta o su comida. ¿Tan raro era que un rey quisiera preparar sus alimentos?
Llevaba una buena relación con el personal, quizá podía parecer alguien frívolo, pero solo se trataba de una fachada, una que fue construida desde pequeño, cuando le mostraron lo que un alfa debía enfrentar, en especial cuando se era el heredero de un linaje.
Junto a él también se escuchaban los murmullos y la molesta voz de su mano derecha, mejor aliado y confidente, quien no dejaba de parlotear para informarle la agenda de esa semana, todo iba relativamente normal hasta que escuchó eso...
— ¿Qué dijiste?
— Tienes una reunión en las afueras, cerca de la frontera con los representantes del clan Jeon – el gruñido de Taehyung no se debió a la mención de dicho clan, fue más bien por lo anterior, a lo cual Namjoon se encargó de alzar una ceja sin quitar su semblante apacible – quieres dejar de actuar así.
— No iré a la frontera, Namjoon. Sabes que detesto todo lo que tenga que ver con ese sitio, creí que todo estaba olvidado para nosotros desde que rompimos toda vinculación con el clan Jeon.
— Eres el líder del clan más fuerte, es obvio que no desistirían con tenerte de nuevo de su lado.
— No puedes ir en mi lugar como en todos los compromisos que tengan que ver con salir.
— Imposible.
— ¿Te niegas a una orden?
— Cumplo con una orden, el de estar en otro evento, ¿no lo recuerdas? Se supone que ese mismo día es la conmemoración de todas las tropas que defienden la frontera, no me puedo dividir en dos para cumplir con ambos.
Taehyung se detuvo a pensar por unos segundos, alborotando su cabello, intentando encontrar una solución, mientras que Namjoon esperaba pacientemente a la próxima orden; sabe que su líder no es alguien que ame estar en público y mucho menos si se trata de estar en las cercanías de la frontera en especial esa.
Los recuerdos lo invadían constantemente, como una herida abierta que siempre era molestada, no dejando cicatrizar lo expuesto de los hechos. Sufrieron un ataque de las manadas salvajes al estar en ese mismo sitio, razón por la que no dudó en deshacerse de esas tierras ni bien vio la oportunidad.
