Capítulo 5

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Ig: ittsmelu_

Axel.

Me encuentro sumido en un profundo sueño, cuando la maldita y horrible alarma suena en la mesita de noche y me taladra los tímpanos. Sin embargo, al coger el móvil para quitar el espantoso sonido, veo que no es la alarma sino una llamada de ¿Mi tia?.

Miro la hora en el teléfono y veo que son las 9 de la mañana.

Tengo una relación genial con mi tia, es una persona maravillosa y la amo, pero como sea una de sus tonterías o crisis de los treinta la voy a bloquear de absolutamente todos los lados.

—¿Qué quieres?. —Digo nada más contestar, en otras ocasiones me arrepentiría de hablarle tan borde, pero ahora mismo tengo un cabreo que llega a saturno.

Odio que me despierten temprano y ella lo sabe perfectamente.

—Parece que hoy alguien se ha levantado contento.  —Dice y yo hago acopio de toda mi fuerza de voluntad para no colgarle.

—Ve al grano, no he dormido nada esta noche y quiero seguir durmiendo.

—Hablando de noche, espero que no tengas planes para esta, porque los vas a cancelar. —Ordena y yo frunzo el ceño, no tengo planes para esta noche, pero odio que me digan lo que tengo que hacer o dejar de hacer.

—¿Por qué?. —Cuestiono y me levanto de la cama, es inútil estar tumbado cuando es obvio que no voy a dormir más.

—Tenemos cena con los Smith. —Dice con voz cantarina y de inmediato mi corazón empieza a latir como loco y disipa un poco el enfado inicial que tenía hacia mi tia.

—¿Está noche?. —Inquiero

—Si sobrinito, asi que ya sabes, afeitate, duchate y ponte guapo que la noche lo amerita.

—¿A qué hora es la cena?

—A las 8 y en tu casa, asi que ponte a limpiar si no quieres que se lleven una mala impresion de mi muchacho y de esta familia. —Dice y sonrio, de verdad que mi tia Tatiana siempre nos logra sacar una sonrisa a todas las personas que nos encontramos a su alrededor.

—Lo haré. —Confirmo.

—Asi me gusta, y ahora te voy a dejar para que puedas limpiar. —Dice y yo escucho bastante ajetreo, por lo que asumo que se encuentra trabajando dentro de su reciente tienda. —Chaitooo.

—Nos vemos luego. —Me despido.
Tras finalizar la llamada, decido empezar con mis tareas diarias.

Miro la mesita de noche y decido guardar mi libreta en la que compongo, así como dejar mi guitarra eléctrica en su sitio.

Siempre he sido una persona que odia tener las cosas desordenadas, por ello, toda mi habitación está perfectamente ordenada, totalmente opuesta a la de mi mejor amigo Liam.

Cuando he terminado de realizar todas las tareas domésticas, decido que es buen momento para salir a dar un paseo y despejarme por lo que me visto con unos pantalones cargo negros y una desgastada camiseta de Nirvana y me dirijo hacía la tienda de mi tía. No uso el coche, porque la tienda está realmente cerca de nuestro barrio, así que, también aprovecho para andar y hacer ejercicio.

Mientras voy caminando me enciendo un cigarro y me coloco mis auriculares mientras suena Sweet Child o'mine.

Antes no solía fumar, pero la ansiedad y el estrés juegan malas pasadas y se ha acabado convirtiendo en un hábito.

Después de quince minutos caminando, por fin llego a mi destino y sonrio al observar la pequeña tienda pintada de color azul y rosa pastel.

Mi tia a diferencia de mi madre -su hermana- siempre ha sido un alma libre, hizo una carrera universitaria, aunque pronto se dio cuenta de que lo suyo no era la monotonía por lo que empezó a hacer lo que ella quería y a
día de hoy, con treinta y dos años, mi tía puede decir que ha viajado por casi todo el mundo, habla cinco idiomas y es una mujer totalmente independiente.

Un amor Olvidado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora