Un amor Olvidado

Capítulo 6.

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Ig: ittsmelu_

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Jade.

Me encuentro sentada en el sofá de la sala de estar mientras no paro de mirar con nerviosismo y ansiedad la hora en mi télefono, faltan menos de veinte minutos para la cena, y mentiria si dijera que no estoy nerviosa.

Ahora mismo, estoy sola en el salon mientras repiqueteo las uñas en el sillon con nerviosismo, mientras mi abuela termina de prepararse.

Esta mañana he intentado sobrellevar mis nervios pero conforme más se va acercando el momento, más nerviosa me siento. Intento distraerme leyendo mi “actual” lectura, pero es que me es imposible, mi cabeza solo está en una cosa y no ve más allá de eso. 

De pronto el sonido estridente de una alarma que nunca había oído me llega a los oidos y me pongo en alerta

Me dirijo hacía el lugar de procedencia de dicho sonido -que resulta ser la cocina- y veo una pequeña alarma en forma de pollo que no deja de girar.

Apago la alarma y frunzo el ceño, cojo un vaso de agua hasta que un olor a quemado invade mis fosas nasales y me giro rápidamente hacia el horno del que sale bastante humo.

—¡Mierda!. —Exclamo al ver la marea negra, rapidamente apago el horno y abro la puerta.

Al abrirlo, me coloco unos guantes y saco unos canalones que a pesar del humo negro, se encuentran en perfecto estado.

Ni yo entiendo como no se han achicharrado.

—¡Jade cariño!, ¿Estás bien?. —Cuestiona mi abuela a medio vestir entrando en la cocina totalmente preocupada.

—Sí abuela, es que casi se quema lo que habías metido en el horno. —Explico y ella suelta un suspiro aliviado. 

—Menudo susto me has dado, pensaba que te había pasado algo. —Dice y me da un gran abrazo que no dudo en corresponder.

—Estoy bien abuela, en serio. —La tranquilizo.—¿Qué habías metido en el horno?.

—He preparado unos canalones de carne para no ir de vacío…menos mal que has escuchado la alarma, sino se  hubieran quemado al completo. —Afirma—¿Te importa si subo a mi habitación para terminar de arreglarme?. 

—No, claro sube, todavía faltan cinco minutos para que sea la hora. —Explico. 

Ella se apresura a subir las escaleras rápidamente y yo me miro nuevamente en el espejo, me retoco el gloss y lo guardo en un pequeño bolso junto a mi teléfono.

Al cabo de dos minutos mi abuela vuelve a bajar por las escaleras y yo sonrio al ver que se le ha olvidado quitarse un rulo de la cabeza. Se lo enseño y ella suelta una gran carcajada. 

—De verdad, que no se que haría sin ti.—Dice ella y me dedica una cálida sonrisa que me enternece el corazón. —Y ahora marchemonos, que somos vecinos y vamos a llegar tarde. 

Ambas avanzamos hacía la puerta, pero cuando estamos a punto de llegar al rellano me detengo y la abuela me mira con el ceño fruncido.

—Sé me ha olvidado hacer una cosa. —Explico.—Ve a la casa de los Miller para que no piensen que no vamos a ir, en dos minutos estoy allí. 

No escucho su respuesta ya que me adentro nuevamente en la casa, corriendo me dirijo hacía el baño de mi habitación y me apoyo contra la puerta para tranquilizarme, respiro varias veces y cuando me siento calmada, me miro en el espejo y me lavo las mano.