Lucifer, un ángel caído, el ser más fuerte del infierno y rey del mismo, alguien que desde el punto de vista de los demás podrá haber sido desterrado, pero que tiene todo lo que cualquiera quisiera.
Los habitantes siempre han tenido conocimiento de su inmenso poder, aunque por su nula presencia con el paso de los siglos comenzaban a cuestionar la veracidad, al menos hasta que salió a defender a su hija y sin problemas acabo con el líder de los exorcistas.
Hay opiniones divididas respecto a su vida, sin embargo, ninguna se acerca a la realidad, su depresión.
Después de reconciliarse con Charlie parecía que todo transcurría de maravilla, pero entonces algo empezó a cambiar.
Si no fuera por Angel no tendría que lidiar con esta situación o al menos no tan pronto. Tampoco intenta culpar a alguien, al vivir en el hotel por un largo tiempo sabe como es aquel pecador, aún así no fue un impedimento para que su pregunta y sus “razones” para creerlo lo hicieran abrir los ojos de manera brusca.
¿Él enamorado de Alastor? Seguramente Angel malinterpreto varias situaciones, sin embargo, conforme hablaba sin darle oportunidad de explicar, empezó a ver que tal vez era cierto. Su angustia se hizo presente hasta que le dijo: “Lo sorprendente de todo es que se ve que Alastor siente lo mismo”.
Al principio parecía como si Alastor también estuviera siendo afectado por la aparición de esos sentimientos, que las palabras de Angel eran ciertas, pero el demonio de la radio no tardo en actuar con normalidad, casi como al inicio.
Hubo varias veces que intento actuar, aunque sus planes o su acercamiento siempre se vieron interrumpidos por algo que lo detenía, su anillo.
Un día, cansado de toda la situación, de ocultar su sentir y consciente de que el principal problema se encuentra en él, se fue del hotel, no sin antes verse obligado a despedirse de su hija para no preocuparla y mentir sobre asuntos del infierno qué debía resolver.
Pasaron 5 días desde que se fue, 5 días en los que se dedico a estar encerrado en su habitación, acostado en su cama y envuelto en sábanas. Usualmente cuando su depresión lo invade, lo que le ayuda a sobrellevarlo es realizar patitos, pero esta no fue la ocasión.
En algún momento de esos días sujeto su anillo y quitándoselo, lo lanzó lejos, acción que lo hizo arrepentirse de inmediato, sin embargo, se negó a levantarse y recogerlo, aunque desde su posición es capaz de visualizarlo.
Su mente no le ha dado ni un segundo tranquilo, cerrar los ojos tampoco le permite huir porque el sueño jamás lo alcanza. De cierta forma no sabe si estar agradecido de eso, sí duerme significa que son altas las probabilidades de que sueñe y eso puede ser algo peor.
Sabe que es un pésimo esposo y padre, así como fue el peor de los ángeles. Lilith se fue, pero debe esperarla porque ella regresará, ¿cierto? Han pasado 8 años y medio, que comparados con toda su vida, no deberían significar nada. Charlie aún la espera, ilusionada de que vuelvan a ser la familia de siempre.
En cuanto al otro tema, ¿en serio? De todos los habitantes del infierno, tuvo que fijarse en Alastor, quien ha dejado claro cuanto quiere el poder, ver sufrir a los demás, esa sonrisa que muestra al cumplir con sus bizarros gustos… pero que si miras con atención, puedes adivinar su sentir. Siempre traerá consigo una sonrisa, sin embargo, dependiendo lo que en realidad sienta puede ser ligeramente diferente.
Él es una prueba muy clara de su desprecio por los pecadores, de su razón para querer dejar de observar la tierra qué solo esta llena de crueldad y malicia, y aun así, no fue un impedimento para fijarse en Alastor. Jamás intento buscarle cosas buenas, pero sin quererlo las fue encontrando. Claro, eso nunca ocultaría lo malo que hace, pero ahí estaban.
Soberano.
Su voz, su forma de dirigirse a su persona fue cambiando poco a poco, pero eso solo puede significar qué hace lo que desde el principio pidió Charlie, llevarse bien.
Majestad.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir una mano sobre él, obligándolo a abrir los ojos.
—¡¿Qué mierda?! —pese a su susto, no se alejo— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
—Sus empleados simplemente me vieron y me dejaron entrar.
Cierto, olvido que una vez indico que él tenia permitido entrar. En cuanto a su habitación, pese a estar cerrada con llave, Alastor puede adentrarse a cualquier lugar sin problema. Al menos tuvo la decencia de usar la puerta de su hogar.
—Largo, no estoy de hu…
—Es evidente, por lo patético qué luce.
—Cuida tus palabras —dejo al descubierto su rostro demoníaco.
—¿Ahora de qué huye nuestro vergonzoso soberano? —ignoró su advertencia— ¿Cuál será la razón para tener nuevamente esa ridícula depresión?
—¡No sabes nada!
—Usted tampoco, de lo contrario no estaría así —poco le importo qué sus ojos se volvieran más rojos y sus cuernos crecieran.
—¿Qué mierda puede entender un asqueroso pecador como tú?
—¿Esta seguro que soy asqueroso?
—¿Qué? —retrocedió en su lugar ante la repentina cercanía del rostro del contrario.
La intensidad del color de sus ojos disminuyó y un sonrojo empezó a aparecer, el cual maldijo para sus adentros.
—¿Soy realmente asqueroso?
—N-no —luego de que susurro, vio la mano de Alastor acercarse, hasta colocarla en su mejilla— basta de tus malditas bromas, ¿olvidas con quién estás tratando?
La sonrisa de Alastor se ensancho, cosa que lo molesto y al mismo tiempo lo confundió. La situación es confusa, en especial por la cercanía qué usualmente no es del agrado del pecador.
Planeó cuestionarlo hasta que sintió los sorprendentemente cálidos labios del contrario sobre los suyos. Quiso alejarlo, pero al final correspondió, desapareciendo poco a poco cualquier rasgo demoníaco.
Era su primer beso con él, cálido, lento y reconfortante, algo que no espero Lucifer.
—¿Eso aclaro sus dudas? —preguntó al alejarse y ver la sonrisa del soberano haciéndose mayor.
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Hazbin Hotel ships [Kisspril]
FanfictionDesafío creado por la página "Es de fanfics", y participaré con diferentes parejas que me gustan de Hazbin Hotel ❤️ 1. Appleradio 2. Huskerdust 3. Guitarprincess 4. Cherrisnake 5. VoxVal/StaticMoth 6. Chaggie 7. Guitarspear 8. Lucilith