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» Sesión de fotos

- Necesito de su ayuda. -Betty se sentó en la mesa donde estaban sus tres hijos haciendo tareas y Jughead ocupado en su laptop.

Todos la miraron expectantes.

- ¿Que pasa, Betts? -su esposo preguntó.

- Pasa que Vero y yo vamos a sacar la nueva colección, ya saben, muy familiar, ropa para personas de todas las edades... -sonrió. - Entonces pensé que podríamos hacer una sesión de fotos familiar para la colección.

Las dos chicas se miraron y asintieron rápidamente. - ¡Si!

Los ojos de Sarah brillaron. - Espere toda mi vida para esto.

Betty le dio una mirada que decía "¿En serio?". - Desde que tienes cinco años participas en las sesiones, Sarah. -dijo obvia.

Ella sonrió. - Bueno, pero déjame exagerar un poco.

Marco suspiró. - No me gustan las fotos.

- Pero eres hermoso, mi niño, si-

El la interrumpió. - Mamá, yo sé que soy hermoso.

Jughead soltó una carcajada.

- Solo no me gustan las fotos. -terminó de explicar el niño de nueve años.

El pelinegro mayor le sonrió a su esposa. - Todos te vamos a apoyar. -miró a Marco. - No te cuesta nada, hijo.

El suspiró. - Bueno, está bien. -aceptó, devolviendo su atención a su tarea.

Betty sonrió. - ¡Gracias, los amo! -agradeció. emocionada y se levantó. - Iré a organizar todo.

Rato después, la rubia estaba en una llamada dando vueltas por su estudio cuando Jughead entró.

Se acercó a ella y la abrazó.

- Si, V, está bien. -asintió. - Te veo mañana, bye. -cortó la llamada y miró a su esposo. - ¿Necesitas algo, Juggie? -acarició su mejilla.

El besó su frente. - Les dije a los chicos que podíamos salir a comer algo... ¿Quieres?

Ella asintió. - Sip. Y ya organicé todo con Vero, la sesión será el viernes por la tarde.

El sonrió. - Te ves emocionada.

- ¡Lo estoy! -exclamó feliz. - Me encanta poder compartir esto con ustedes, esta colección me tiene muy emocionada. -admitió.

- Se nota. -besó su mejilla. - Vamos, los chicos nos esperan.

•

El viernes llegó y Betty estuvo desde temprano en el sitio donde iban a sacar las fotos preparando todo.

Al mediodía Jughead llegó con sus tres hijos luego de ir por ellos a la escuela, y cajas de pizza.

- ¡Llegamos! -exclamó cuando entraron y vieron a Betty. - Y traje pizza.

La rubia sonrió. - Amores. -saludó a sus hijos. Se acercó a su esposo y dejó un beso en sus labios. - Estas guapísimo hoy. -murmuró acariciando su mejilla.

El se inclinó a dejar otro beso en sus labios. - Tu estás preciosa, mi amor.

- Oigan. -su hija mayor llamó su atención. - Tenemos hambre. -dijo señalando las cajas de pizza que Jughead aún tenía en sus manos.

Ellos rieron y se separaron, entonces se sentaron juntos en un rincón del sitio donde habían pequeños sofás de descanso y una mesa en el centro.