director jimin › jikook.

Capítulo 35

"Él paga mis caprichos, él paga mis berrinches, él paga todo lo que quiero y yo solo respiró para que él se ponga caliente"

Jungkook sabe que tiene a Park JiMin en sus manos, sabe que puede hacerle un berrinche en cualquier momento y solo va a recibir regalos, regalos, folladas y más regalos. Realmente está encantado con ello, ama los detalles de Park JiMin, ama el pene de Park JiMin también, pero sin duda y lo que más ama hasta la fecha, es cada que un regalo le llega a casa. Bien puede ser Balenciaga, o bien puede ser Luois Vuitton, a veces Celine, pero la mayor de las veces es Channel. Jungkook se pone todo lo que llega, ya sea ropa interior o camisas, incluso accesorios carísimos.

Ya se ha inventado un sin fin de mentiras con su padre por cada día que llega algo. Para SiWoon, Jungkook se ha ganado todo ese en concurso de Instagram con las marcas, nunca se ha puesto a investigar si es verdad porque no quiere llevarse otra sorpresa extraña sobre su hijo y Jungkook ya no dice más salvo: "Balenciaga siempre cumple" antes de desaparecer escaleras arriba con las cajas o bolsas en sus manos.

Este día a recibido dos bolsas. Una Balenciaga y otra de la que desconoce la marca. Esta feliz porque justamente esa noche va a hacerlo en la sala de la casa de JiMin, va a ponerse muy lindo para poder comerse a ese hombre, va a dejarse hacer y lo va a disfrutar tanto que Park JiMin no le dará tregua hasta que JiHyun regrese el campamento y su papá de Itaewon.

Jungkook abre la primera bolsa de Balenciaga encontrado una bonita mochila blanca con negro, casi es su estilo, aunque tampoco va a dejarla de lado, va a usarla, este día, por cierto. Así que jala la otra caja y remueve el contenido con cuidado. Le sorprende al principio porque él claramente es hombre y no le va eso de ponerse faldas o cosas femeninas. No está en contra de ello, solo que a él no le gustan. Puede pintarse las uñas y usar maquillaje, pero jamás ha usado una falda o un vestido.

─Supongo que se equivocaron de puerta. ─ dice mientras busca la etiqueta y al encontrarla puede ver las iniciales DL, las mismas que siempre llegan con los regalos de JiMin así que toma su celular y marca el número del director, dejando el celular sobre la cama en altavoz mientras ordena las cosas sobre ella y las mira. Hay una mueca graciosa en su cara cuando ve la blusa blanca, la gargantilla negra, las medias blancas y un ligero rosa con corazones que probablemente y juzgar por los ganchitos, va abrochado a las medias. Simplemente sorprendente.

─¿Qué sucede? ─ La voz de Park JiMin se escucha hastiada, frustrada y algo malhumorada así que no sabe si decirle o no qué su segundo regalo no es lo que él esperaba en lo absoluto.

─Me enviaste una falda. ─ dice sin despegar la vista de ella. Es linda no va a negarlo, pero a él no le van esas cosas.

─Sí, es muy bonita y me encanto cuando te imaginé con ella.

─Yo no uso faldas. ─ responde el menor cruzándose de brazos. ─ ni gargantillas, ni ligeros, ¿por qué quieres que lo use? Si quieres una mujer entonces búscate una mujer.

─Así podrás brincar sin necesidad de quitarte la ropa. ─ Jungkook detiene sus gestos enseguida. Nunca le paso por la mente eso, el hecho de que con la falda solo necesita quitarse la ropa la interior para poder tener sexo con JiMin. Ahora puede que le agrade la idea de usarla, pero solo y únicamente para eso. ─ incluso puede no ponerte ropa interior. Estoy más que seguro que te cubrirá lo necesario.

─Hmm... ¿Y por qué la gargantilla tiene un broche? ─ pregunta mirando esta junto a una cuerda. Simplemente extraño.

─Eres mi mascota ¿lo olvidas? Tienes que traer tu correa, cariño. ─ Jungkook trago saliva al escuchar al mayor. La idea ya no se veía tan odiable como cuando vio los regalos. Ahora se imagina perfectamente bien a Park JiMin poniéndole esa correa para luego follarlo en el sofá de la sala.

─Puede ser, adiós. Debe bañarme y luego debo ir a la farmacia. ─ dijo tomando su celular. ─ mi papá se fue a eso de las cinco de la mañana y regresa en dos semanas, aprende a aprovechar el tiempo que tendremos, no quiero desperdiciarlo con tonterías.

─De acuerdo. ─ responde el mayor. ─ a las siete estaré ahí.

─Pero no vengas en la camioneta, Yoongi la reconoce, ni el auto, usa otra cosa.

─Está bien. Usaré el convertible rojo solo para ti. ─ se ríe y Jungkook rueda los ojos antes de colgar.

─Que diosito me cuidé y el diablo me follé...

Imposible no reírse de sí mismo.