Jimin ya se encuentra listo y está vestido con unos bonitos shorts blancos que le llegan a la mitad de los muslos, una remera de color azul pastel es lo que cubro su torso. Junto al joven, Yoongi se sitúa arrodillado en el suelo, con la cabeza apoyada en el regazo de su Amo, ambos están esperando a que Agust baje para poder salir todos juntos, incluso Jungkook puede ir.
—¿Están listos? —la voz grave y fuerte de Agust los alcanza en el salón mientras el mayor termina de bajar los escalones.
—¡Sí! ¿Podemos irnos ya? —responde Jimin, con una gran sonrisa que delata su entusiasmo.
El rubio más grande sonríe ante la actitud dispuesta del joven. Es inefable la manera en que Jimin lo hace sentir, provoca y despierta tantas emociones en él, emociones primitivas y violentas, perversas.
—Podemos, Jimin. Vayan subiendo al auto, olvidé mi teléfono en la habitación, iré por el.
Jimin sonríe una vez más y asiente, acaricia el cabello de Yoongi antes de que ambos se pongan de pie. El felino avanza detrás de su amo, quien toma la correa de su gatito del perchero que está casi al llegar a la puerta. Jimin escucha que Agust detiene a Jungkook y le pide que se quede con él, pero no logra escuchar el resto de su conversación y no quiere ser un chismoso, así que sale de la casa y con un andar renovado y lleno de entusiasmo camina hacia el auto con Yoongi.
Suben en los asientos traseros y solo tienen que aguardar algunos minutos, Agust abre la puerta del piloto y mira el interior, hacia atrás, primero observa a Yoongi antes de mirar al menor.
—Jimin, sube adelante. Jungkook le hará compañía a Yoongi aquí atrás.
—Pero... —Jimin está por protestar, pero es inmediatamente interrumpido por Agust.
—Dije que subieras adelante, no me gusta repetir —su mirada es seria, fría, preponderante, y no da lugar a reproches, el ápice de sonrisa que mancha sus labios no luce bien, le da un aire siniestro y peligroso que hace que Jimin sufra un pequeño escalofrío—. Por favor, Jimin, haz lo que te pido.
El menor traga notoriamente grueso y asiente silenciosamente, da un suave apretón a la mano de Yoongi antes de salir del vehículo para volver a subir esta vez en donde le fue requerido, así que Jungkook puede tomar su anterior lugar. El último en subir es Agust, y Jimin ni siquiera puede mirarlo, se siente como un pequeño al que han llamado la atención.
—Buen chico—. Es apremiado.
En absoluto silencio, Jimin se abrocha el cinturón de seguridad, el motor del automóvil cobra vida y Agust lo hace rugir brevemente antes de ponerse en marcha.
Jimin observa de soslayo a Agust mientras conduce, su expresión es neutra, aunque sus facciones parecen endurecidas, es un rostro elegante, incluso bonito podría atreverse Jimin a pensar. Sus mejillas picotean y se sienten calientes, así que tiene que apartar la mirada, sus manos se mueven nerviosas sobre su regazo y Agust se da cuenta.
El mayor voltea para poder mirarlo, primero admira su rostro y luego desciende la mirada, lentamente, hasta sus muslos, la porción de piel que está al alcance de su lasciva mirada lo hace preguntarse si todo su cuerpo será tan suave como sus piernas y cuantos azotes tendría que darle para hacerlo enrojecer, o incluso para abrirle la piel. Agust suspira pesado mientras piensa en el sonido de su cinturón estampándose contra su culo, sus tiernos gemidos, sus dulces lloriqueos. ¿Jimin se retorcería en su regazo mientras lo azota o se quedaría quieto como un buen chico?
Las comisuras de su promiscua boca se alzan en una sonrisa. Los dedos de Jimin se enredan entre sí, inquieto, y Agust coloca su mano grande sobre las pequeñas, su mirada viaja de vuelta al camino y una vez más al joven.
ESTÁS LEYENDO
• Jimin's little cat • 「YOONMIN」
FanfictionPara su cumpleaños número dieciocho, Jimin recibe un lindo gatito de nombre Yoongi; el hibrido tiene un par de orejitas negras y una cola muy esponjosa y suavecita. Pero no esperaba que su nuevo amo fuese todo lo que es y tampoco en todo lo que se c...