Capítulo 26

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Tome asiento como Alan me dijo, todos no dejaban de mirarme en especial el pelinegro.

—Alan espero que no te moleste que haya traido a mis compañeros y amigos.

—No para nada está bien.

—Pensé que estaría solo pero me llevé una gran sorpresa.

—No creía que vendrías tan rápido a Duskwood —dijo Alan.

—Mi mejor amigo me trajo y Karla quería conocer Duskwood así que porque no traerlos conmigo. Además tú dijiste que estaba bien que ayudaran bastantes personas en la investigación.

—Es un caso serio.

—Entonces. Ah espera dejame presentarte a mis amigos, chicos pasen.

—Hola soy Karla —dijo la morena.

En ese momento llegó Darío con sus gafas de sol y se las quitó como si fuera el rey del inframundo y entonces habló.

—Hola preciosuras soy Darío.

—Darío Gracias por tu innecesaria presentación — dije.

—Bella deja de ser tan amargada ya hiciste tu presentación ahora dejame hacer la mía —rode los ojos por su comentario. Pude escuchar como Jessy y Lilly se reían.

—¿Darío por qué no te sientas? —preguntó Karla.

Ambos chicos se sentaron suspire por la vergüenza que tenía no sabía donde meter la cara. Primer día en Duskwood y mis amigos ya andaban haciendo de las suyas.

—Bien Alan ya podemos empezar ya no habrán más interrupciones —dije eso último mirando a esos dos.

—Bien —Alan se aclaró la garganta y habló —. Este caso es un asesinato.

—Típico de Duskwood — Exprese con ironía.

—¿Perdón? —dijo Alan.

— Si Alan hace once años murieron dos personas en el Festival de Pine Glade. Los asesinos de Jenifer Hanson ya salieron a la luz pero el asesino de Rebecca Malis aún no. Esto es una de las razones por las cuales vine a Duskwood voy a hacerle justícia a mi madre.

Los chicos me miraron sorprendidos por mi revelación contra Alan.

—No puedes reabrir un caso que yo mismo cerré.

—Pues lamento informarte que no hiciste un buen trabajo como policía entoces. Voy a reabrir el caso de mi madre cuando termine de resolver el caso del que me hablas.

—¿Me estás retando?

—No Alan, solo te estoy informando lo que voy hacer.

—No puedes venir de otro lugar a darme órdenes a mí — dijo Alan.

—Voy a abrir el caso de mi madre. Ese caso me pertenece ya que era mi madre y es mi deber encuentrar a su asesino punto final, Alan —dije eso y salí de su oficina.

Jake:

Esa chica si que era fascinante no puedo creer en la forma en la que habló a Alan. Sus amigos fueron detrás de ella. Por alguna forma me sentí celoso de la relación que tenían ella y ese tal Darío.

—¿Y ahora que haremos? — preguntó Hannah.

—No puede darme órdenes.

—¿Tienes miedo de que encuentre el asesino de los dos casos primero que tú Alan? —dije burlón —.Porque sabés que puede.

—Lo sé, se que es capaz. Pero no lo hará.

—¿Creo que alguien tiene competencia? —cantureo Richi y Alan lo miro mal.

Promesas incumplidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora