Promesas incumplidas

Capítulo 44

Me encontraba sentada en el sofá con el castaño. Karla había bajado a por un vaso de agua su expresión al verme fue una digna de fotografiar. Corrió y me abrazó hasta tocó mi rostro para ver si yo era real.

—Pero como es posible Zack nos dijo que moriste.

—Zack es un idiota que ni siquiera sabe como lidiar con un cadáver.

—Zack nos dijo que él te mató.

—Zack ni siquiera me apuñaló.

—Bella no estamos entendiendo nada —dijo la morena.

—Nathan fue quien me apuñaló.

—¿¡Que!? —dijeron al mismo tiempo los chicos.

—Sí. Zack y Nathan me violaron. Hice enojar a Nathan entonces me apuñaló y Zack me tiró en el lago como si fuera basura.

—Esos malditos menos mal que Zack ya lo está pagando en prisión.

—Nathan me confesó porqué mató a mi madre.

—¿Y por qué fue? —preguntó el castaño.

—El pensó que mi madre le mintió a serca de que no quería una relación con nadie porque la vio besándose con un hombre.

—Que tipo tan psicópata -dijo Karla.

—¿Bella tu bebé está bien?

—Sí pensé que con al apuñalada lo había perdido pero no.

—¿Fuiste a un hospital?

—Una pareja me encontró en el lago y me llevaron al hospital. Pagaron los gastos y me acogieron por estas dos semanas que pasaron.

—Que buenas personas —dijo la morena.

—Si fueron unos ángeles esas personas.
—¿Y como es que metieron en la cárcel a Zack? —pregunté.

—Jake, el FBI, los chicos y yo fuimos a la dirección que había rastreado el FBI y entonces encontramos a Zack ahí nos dijo que estabas muerta.

—Y aún hay más. Si superas lo que hizo Darío.

—¿Que hiciste? —le pregunté al castaño.

—Le quemé el abdomen a Zack.

Sonreí nunca creí que tendría un amigo así como el que tengo ahora de verdad hice una muy buena elección al elegir a Darío.

—Vaya eso no me lo esperaba.

—Pues esperalo porque eres como mi hermana menor.

—Los chicos me dijeron que si el FBI no lo aparta mata a Zack.

—Ustedes dos son como mis hermanas y si algún idiota les hace algo entonces va a morir.

Karla y yo abrazamos a nuestro mejor amigo. Este nos devolvió el abrazo.

—Te extrañamos mucho Bell —dijo Karla.

—Y yo a ustedes.

—Me alegra tanto que mi sobrino y tu estén bien —dijo el castaño acariciando mi pancita.

Después de hablar con los chicos me dirigí a mi habitación tenía mucho sueño y estaba algo cansada. Era temprano pero tenía sueño.

Jake:

Me encontraba sentado en la mesa de mi departamento almorzando cuando recibí una llamada de Darío.

—¿Que quieres?

—Jake necesito que vengas a la casa de Bella.

—¿Para?

—Se que no nos llevamos bien quiero que arrglemos nuestros inconvenientes.