Molestia, intolerancia, orgullo, excitación, tensión y taquicardia ¿Qué sentir era más fuerte, cuando se encontraban el uno con el otro?
Jimin era un hombre hostil. No había algo que le importara además de su hijo, mientras Yoongi solo era un hombre...
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Sin cuidado el pelirrojo ladeo su cabeza, tronando su cuello, aliviando la tensión en este, mientras sus ojos miraban meticulosamente cada soldado frente a él, perfectamente alineados, con sus pulcros uniformes, una buena postura y un buen cansancio reflejado en las ojeras debajo de sus ojos; instantáneamente una sonrisa curvo sus labios, había dado una buena impresión
-Buenos días Maricas- saludo como cada día, desde hace una semana, comenzando a caminar de un lado a otro, atrapando una de sus manos en su espalda; dando una postura superior y recta- espero que hayan dormido bien- hablo, observando a detalle cada soldado, sin embargo, se detuvo al ver un vacío entre una hilera- ¿Alguien no vino al entrenamiento matutino? – preguntó con completa ironía, soltando una gran cantidad de aire, colocando ambas manos en su cadera- soldado- llamó, colocando su pesada mirada en el chico a su derecha
-Dígame- habló en un tono bajo, completamente intimidado por aquella mirada dura- dígame... mi ... sargento- repitió, maldiciendo internamente el tartamudear al alzar la voz
- ¿Qué soldado no vino al entrenamiento? - espero una respuesta, mientras el menor observaba a sus compañeros, completamente inseguro
-El soldado Min Yoongi- respondió con poca seguridad, observando cómo el pelirrojo elevaba su mirada y comenzaba a buscar con ella al hombre de tez pálida como el arroz recién cocido
-Perfecto- susurró para sí mismo, al confirmar el hombre faltante- número de cabaña- pidió, dándose la vuelta, caminando al lugar donde anteriormente estuvo de pie
-Cabaña número 3 del sur- notifico con seguridad, evitando mirar los ojos oscuros
-bien- asintió, llevando su mirada en la dirección de las cabañas- vayamos a darle los buenos días al bello durmiente- aplaudió, comenzando a caminar con firmeza, mientras era seguido
Al entrar en la dichosa cabaña, efectivamente logró divisar un bulto entre una delgada cobija; le molestaba de gran manera la impuntualidad, no sabía que se creía ese soldado, dándole problemas desde el primer día. Sus pasos fueron zancadas hasta llegar a la litera, donde dio una fuerte patada, moviéndola por la brusquedad, escuchando los jadeos a sus espaldas
- ¡HEY! - alzó la voz, agachándose un poco, tomando entre sus manos la sábana y jalandola con fuerza, ocasionando que el cuerpo de Yoongi cayera al suelo y este despertara completamente asustado, abriendo sus ojos lo más que lograba, ahora viendo al sargento en frente de él- ¡Levántate! - grito, cansándose de ver esa mirada mezclada entre el asombro y la somnolencia en el soldado
-Si...- respondió el mayor, levantándose torpemente, hasta estar parado enfrente del pelirrojo
- ¿Cree que esto son vacaciones? – preguntó, observando la negativa del pálido
