Molestia, intolerancia, orgullo, excitación, tensión y taquicardia ¿Qué sentir era más fuerte, cuando se encontraban el uno con el otro?
Jimin era un hombre hostil. No había algo que le importara además de su hijo, mientras Yoongi solo era un hombre...
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-Yoongi- volvió a susurrar, sosteniéndose de unos de los barrotes antes de ingresar una de sus manos y tocar el castaño cabello del mayor, sintiendo lo grasoso que se encontraba, arrebatando su suavidad- pareces un indigente- se burló, sintiendo a los poco segundos como su mano era sostenida por la ajena
-Si vienes a burlarte, solo dejame dormir- murmuró en un tono adormilado, abriendo sus ojos, escuchando a sus espaldas la ligera risa de ese pelirrojo- solo apareces a estas horas para reirte de mi- dramatizo, girando, acomodando su cuerpo en un costado de la pared, sin apartar su mirada de la sonrisa en el rostro del menor
Simplemente era tan él
-¿No puedo visitar a un prisionero?- jugueteo, sentándose en el suelo, junto al mayor, sintiendo como su mano era acariciada antes de ser liberada
-Solo deseas robar mis últimos alientos de vida- volvió a escuchar la risa del sargento- ¿Cómo puedes venir a visitar a un criminal? ¿acaso no es algo prohibido para ti?
-creo que me gusta un criminal- se acomodo, acercándose un poco más a la celda- un criminal muy tonto que aun es el héroe de mi hijo- comento, observando como los hombros del pálido se movían, mientras reía- creo que los contrarios se atraen Min
-¿Cómo ha estado?- preguntó, deteniendo sus risa, recordando a la perfección las palabras de Jungkook al culminar su cometido
Papá eres increíble, yo tambien quiero combatir los villanos, quiero luchar contra osos y tigres, cuando sea grande seré muy fuerte y esta vez yo te protegeré
Ese señor lo pensara dos veces antes de meterse con nosotros
-Te ha extrañado- admitió, observando el semblante en el de tez blanquecina- no ha parado de preguntar por ti- se atrevió a decir, recordando la manera en la que su bebé no paraba de decir que su papá no había cometido un crimen
Lamentablemente su hijo aún era muy joven para comprender el reglamento y sus consecuencias
-Cree que desapareciste de un momento a otro- volvió a hablar, comenzando a buscar algo entre los bolsillos de su chaqueta- ha pasado dos semanas, es muy duro para él, acostumbraba seguirte- dijo, sacando de uno de sus bolsillos unas bolsas con unos emparedados- hicimos esto para ti- señaló, separando las dos bolsas- estos- elevo una- los hice yo- bajo una de sus manos, elevando la otra, mostrando aquellos trozos de pan y jamón- y estos Kookie
