Molestia, intolerancia, orgullo, excitación, tensión y taquicardia ¿Qué sentir era más fuerte, cuando se encontraban el uno con el otro?
Jimin era un hombre hostil. No había algo que le importara además de su hijo, mientras Yoongi solo era un hombre...
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-Estoy agotado- suspiró, abrazando el cuerpo que se aferraba al suyo, mientras unos delgados labios besaban tiernamente su piel- Yoongi- jadeo, relamiendo sus labios- no puedo más- admitió, escuchando la ronca risa contra su piel
- ¿Deseas descansar? - se apartó, observando el asentimiento, sintiendo como los dedos del pelirrojo se clavaban a la piel de su espalda- una vez más- pidió en un tono bajo, volviendo a acercar su rostro al cuello del menor, sin embargo, este se apartó un poco
-Mañana tienes entrenamiento- informo con pena, siendo el mismo el dueño de dichosos entrenamientos
-Lo sé- arrugó su nariz, apartando sus manos del trasero del menor, subiéndolas hasta su cintura- no me importa estar cansado mañana- minimizo, sintiendo los labios de Jimin sobre los suyos y la manera en la que lo empujaba, acostándolo en el suave colchón, sacándolo de su interior con cuidado
-Yo estoy cansado- susurro entre risas sobre los labios del mayor, mirando con detenimiento la sonrisa boba en su rostro- no puedo hacerlo más- se elevó, quedando sentado sobre la pelvis del castaño
-Solo será una vez más- elevo sus manos, intentando tomar la cintura del menor, pero sus manos fueron tomadas por este mismo, escuchándolo reir con ternura, dejando sus manos en sus muslos- bien- dijo completamente rendido- pero, quiero quedarme- exigió, observando como Jimin se acomodaba sobre su cuerpo, acorralándolo contra la cama
- ¿Crees que puedes exigirme algo? - pregunto en un tono altanero, besando los labios del mayor- solo te quedaras porque quiero que lo hagas- jugueteo, sintiendo su corazón chocar contra su pecho al escuchar la risa del pálido
-eres increíble- admitió, llevando sus manos al rostro del pelirrojo, tomando sus mejillas- es un honor saber que deseas que me quede junto a ti
- ¿Un honor? - pregunto, bajando su mirada por inercia a los delgados y apetecibles labios, sintiendo como los suyos fueron acariciados por uno de los pulgares del mayor
-Es un honor- repitió, acercando el rostro del menor al suyo, uniendo sus labios en un casto beso. Las manos del castaño deslizándose por las mejillas de Jimin, hasta acunar completamente su rostro
-Eres un cursi- expuso el de tez perlada con sus mejillas enrojecidas, sin permitir que Yoongi lograra verlo, ocultándose en su cuello, abrazándose con todo su cuerpo al ajeno
- ¿Te disgusta? - preguntó, deslizando sus manos por la espalda del menor, riendo al sentir como se acurrucaba en él... ¿Cómo pudo odiarlo en un principio?
-Suenas como un marica- intento ofenderlo, deseando librarse de aquella vergüenza, sin embargo, esta solo se trasformaba en una tímida sonrisa de la cual era consciente Yoongi
