Molestia, intolerancia, orgullo, excitación, tensión y taquicardia ¿Qué sentir era más fuerte, cuando se encontraban el uno con el otro?
Jimin era un hombre hostil. No había algo que le importara además de su hijo, mientras Yoongi solo era un hombre...
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Con cuidado Yoongi pasó sobre un tronco caído, pisando con cautela el suelo cubierto por hojas secas y tal vez ramas, no lograba ver bien, debido a la poca luz de la noche y su propio cansancio, deseaba un descanso... un descanso ¿no? No, no necesitaba un descanso, necesitaba verlo
Sin poder evitarlo, miró sus botas, como si ellas tuvieran la respuesta a lo que estaba haciendo y le explicaran, porque había ido a caminar en plena noche con la esperanza ver a alguien que claramente no estaría en ningún lugar, una persona que claramente se hallaría durmiendo, una persona que lo había estado evitando en todo momento, una persona que ni siquiera le había dado una explicación, una persona que había retrocedido en el tiempo... solo para estar lejos de sus sentimientos por el temor hacia las personas y sus palabras
Tal vez, Yoongi era un hombre muy infantil... un hombre que no era capaz de procesar la situación de la mejor manera... pero, un hombre que era capaz de comprender todo, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que se preocupara por una persona que no le permitía entrar completamente a su vida; Un hombre que aún no era capaz de admitir sus sentimientos, aunque estos fueran obvios
Una risa irónica escapo de su garganta, mientras echaba su cabello hacia atrás con claro coraje; se sentía tan tonto, ¿cuentas noches caminaría por la base por él? ¿Cuántas noches esperaría una coincidencia falsa? Estaba desesperado
-Maldición- maldijo por lo bajo, pateando las raíces de un viejo árbol- ¿debo ser más paciente? - se volvió a preguntar la misma pregunta de todas las noches, volviendo a patear la raíz – me haces sentir tonto en este momento Jimin- susurro, pero antes de que lograra realizar una nueva acción o si quiera considerara marcharse, escucho un fuerte golpe y vidrio romperse
- ¡Cállate! - se escuchó un imponente grito, erizando la piel del castaño- ¡Maldición, admítelo!
-General está ebrio- intentó tranquilizarlo, colocando sus manos en sus hombros, manteniendo su equilibrio- no tengo nada que admitir- respondió el pelirrojo, sintiendo el fuerte empujón en su pecho
- ¡Quiero que admitas que todo es tu culpa! - lo señaló, pisoteando el suelo con fuerza- Toda mi maldita desgracia es tu culpa- refunfuño, creando un mal sabor en la boca de Jimin- eres una maldición
-Estas siendo incoherente papá- negó con su cabeza, encaminándose nuevamente hacia el hombre de edad avanzada, teniendo la paciencia necesaria, evitando pisar los vidrios rotos- ve a descansar, podrás decirme todo lo que desees estando sobrio, no debes beber en el ejército de esta manera
-Quiero que te disculpes por haber nacido-atacó, pasando sus manos con fuerza por su rostro, mirando con completo odio a Jimin, retrocediendo entre torpes pasos- Te odio tanto- escupió, creando un vacío en el corazón del pelirrojo- ¡Quisiera que nunca hubieras existido!
