Molestia, intolerancia, orgullo, excitación, tensión y taquicardia ¿Qué sentir era más fuerte, cuando se encontraban el uno con el otro?
Jimin era un hombre hostil. No había algo que le importara además de su hijo, mientras Yoongi solo era un hombre...
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-oh mi espalda- gruñó, caminando en dirección de las duchas, arrastrando sus pies en cada paso, su espalda no paraba de doler y se encontraba con un gran cansancio, apenas había logrado terminar el entrenamiento que el sargento le había encomendado especialmente a él, insistiendo con el hecho de no llevar el ritmo de los otros soldados
Claro que llevaba el ritmo, simplemente deseaba molestarlo y lo estaba consiguiendo
Ni siquiera le había dado tiempo de tomar un baño y su cuerpo olía mal, se sentía pegajoso y lo odiaba
Al estar en las duchas, se despojó de toda prenda, colocándose la toalla en los hombros, importándole poco el que alguien viera su hombría, después de todo ya eran las doce de la noche y nadie tomaba un baño a tal hora, era algo de lógica, sin embargo, se vio sorprendido al ver a un hombre debajo de una ducha, su cuerpo siendo humedecido por la lluvia artificial, mientras tallaba con completo afán su cuerpo, como si deseara limpiar impurezas
No malentiendan, pero fue inevitable para Yoongi no observar al hombre frente él, desde los pies, subiendo por esas piernas definidas y gruesas, ese redondo y voluptuoso trasero, esa espalda marcada; Yoongi nunca en su vida había detallado tanto a un hombre y temía que al estar rodeado de ellos desarrollaran un gusto culposo suyo, un gusto que conocía muy bien, pero que prefería ocultar, ya que tampoco deseaba tanto una relación en su vida
- ¿Qué tanto miras? - preguntó una voz tajante, una voz que el hombre pálido conocía muy bien- ¿Te gusta lo que ves? - volvió a preguntar con el mismo tono, deteniendo el movimiento de sus manos en su cuerpo
-no-mintió con descaro, elevando su rostro, ahora observando aquel llamativo color de cabello, maldiciendo internamente- solo veía los azulejos- volvió a mentir, por lo que Jimin enarco una de sus cejas, recorriendo el cuerpo de Yoongi con su mirada, sin una pizca de vergüenza
Después de todo, no estaba tan mal, su cuerpo se veía más trabajo y levemente marcado
- ¿Te gustan los hombres soldado Min? - preguntó con un tono áspero, obligando a Yoongi a observarlo a los ojos, mirando esa expectante mirada
-No mi sargento- volvió a mentir, por lo que el pelirrojo rodó los ojos, dejando de darle la espalda al chico de arroz
-No tiene por qué mentir- llevo sus manos a su rojizo cabello, comenzando a tallar su cuero cabello con cuidado- tampoco debería mentirle a un superior- sabía que se estaba aprovechando de su puesto, para poder seguir burlándose de él; era como una clase de juego de gato y ratón- a usted soldado se le nota lo homosexual hasta en el caminar- sonrió con gracia, haciendo una mueca que para Yoongi era cínica y molesta
