Capítulo sju

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—[El olvidadizo]—

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—[El olvidadizo]—

Whisper pretty little things
Heart sings, I feel 'em, ooh
Dreamer, tripping on your highs
Feelin' all the vibes (oh oh)

Decido pasar por la librería, aprovechando la primera hora que tengo disponible.

Cuando entro al establecimiento, la encuentro limpiando el mostrador con un trapo y un pulverizador, mientras tararea una canción. Luce tan concentrada en sus deberes, que ni siquiera se ha percatado de mi presencia.

—¡Buenos días!, ¿cómo amaneció lo más hermoso de Noruega? —saludo con tono sarcástico.

Ella casi arroja el paño a lo lejos, fulminándome con la mirada.

—¡Quieres matarme de un susto, idiota! —refunfuña, mostrando un semblante amargado—, ¿Qué haces aquí a esta hora? ¿No deberías estar en la universidad? ¿En tu casa no te quieren?

No me explico que la pone de malhumor durante las mañanas, necesito encontrarle una solución a este inconveniente.

—Me he escapado de clases para verte —respondo, acercándome a ella—. Ambos no podemos vivir el uno sin el otro.

Me aparta de un empujón.

—Llamaré a la universidad y le pediré que te suspendan por mala conducta —recalca, guardando las herramientas de limpieza—. Y lo otro, ni en tus mejores sueños.

—Hazlo, sé que te haría feliz tenerme cerca de ti —comento, dedicándole una mirada de complicidad—. Piénsalo, nosotros dos compartiendo cada segundo.

Hace una mueca de repulsión, colocando sus manos encima de la enciclopedia.

Rebusco dentro de la mochila, sacando una pequeña bolsa que he comprado en la cafetería.

—Ten, por lo menos, algo para que te endulces un poco. —La coloco sobre la mesa.

—¿Me estás llamando desabrida? —espeta, poniendo sus manos en puños—. El exceso de azúcar es nocivo para la salud.

—Lo sé, mi meta es producirte diabetes —ironizo, apretando sus mejillas—. Aunque ya me acostumbré a tu amargura.

Su expresión cambia de forma radical, sé que me está maldiciendo en su interior.

Comienza a revisar la bolsa con prisa y después frunce los labios, al parecer no se encuentra satisfecha.

—¿Es una jodida broma? —refuta, levantando la compra con dos dedos—. Un misericordioso café y un pequeño emparedado. Lo tacaño pudo más que tú.

Entre Travesuras Y Páginas (#premiosadam2024) (#pgp2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora