Traspasando barreras

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Lucifer sostenía la cara afligida y llorosa de Adam entre sus manos, mientras éste le soltaba toda clase de insultos y le exigía que lo soltara. No sabía qué hacer, así que lo abrazó. Estampó el rostro de Adam contra su pecho donde su corazón latía desbocado, respiró hondo y esperó a que Adam calmara sus sollozos. De su boca solo salían palabras para calmarlo, palabras dulces y tranquilizadoras hasta que, aturdido por sus propias emociones, decidió sumir al hombre en un suave sueño. Lo colocó de nuevo tumbado en la cama y se sentó a los pies de esta. Decidió mandar un rápido mensaje a su hija para dejarle saber que Adam había despertado y que todo había ido más o menos bien (fatal).

Subió las rodillas y las rodeó con sus brazos y su cola mientras enterraba la cabeza en ellas. Si hace dos meses le hubieras dicho que iba a ver al hombre que le partió el corazón, pero por el que había acumulado tanta ira suicidándose, y que su corazón iba a desbocarse, se habría reído en tu cara. Mierda, incluso cuando vio cómo apuñalaban a Adam una y otra vez, no se sintió tan real, pero ahora que había estado en su compañía tanto tiempo... le afectaba demasiado que prefiriera morir a quedarse aquí con él, igual que prefirió quedarse en la tierra con la zorra de Eva.

Lucifer sacudió la cabeza. No podía sumergirse en ese tipo de pensamientos; esos pensamientos fueron los que le llevaron a actuar como lo hizo en el Edén en primer lugar. No es como si no lo entendiera, claro que asumió que Adam tenía a otra persona en su corazón, simplemente no pensó que el hueco que ocupara él fuese tan insignificante. Por el contrario, con Lucifer fue al revés. Adam ocupaba un lugar especial en el corazón de Lucifer; estaba enamorado, para él Adam era como el respirar. Le había encontrado un sentido a su existencia más allá de las reglas que imponía el cielo. Y ¿para qué? Para que su corazón fuese pisoteado a la primera de cambio.

No es que Lucifer no hubiera encontrado la manera de amar de nuevo; sí que amó a Lilith, igual que Adam amó a Eva, pero sus corazones querían cosas distintas. No se terminaban de entender, por fuera, la pareja perfecta. ¿Por dentro? Un desastre. Lo peor es que el amor que sentía por Adam se fue mezclando con emociones no tan sanas, como la ira y el rencor, hasta llegar a tal punto de despreciarlo por un tiempo. Cuando Adam por fin murió, sin embargo, los sentimientos de Lucifer volvieron a cambiar, como en estado de shock. Había pasado por tantos estados eso que una vez llamó amor que en el momento en el que supo que había ido al cielo no sintió absolutamente nada y en ese instante, pensó que lo había superado. Se centró en su casa, en su familia e intento llevarlo lo mejor posible hasta que llegó el día de la presentación del exterminio.

Cuando fue convocada la reunión por parte del cielo, Lucifer no sabía qué esperar, no sabía con qué iba a encontrarse. Sin embargo, cuando entró en la habitación y vio a ese ángel con una máscara de enormes cuernos, lo supo. Era Adam. Siempre fue abrumador pensar en ese momento ¿le habrían contado en el cielo lo que hizo Eva? ¿Seguiría amándola? ¿Cómo vivió su vida? ¿Fue feliz? ¿Tuvo muchos hijos? Sintió que quería que Adam le contara sus anécdotas, sus historias y, por primera vez, al recordar los viejos tiempos sonrió.

Sin embargo, su éxtasis duró poco, concretamente hasta el momento en el que Adam abrió su bocaza. De manera condescendiente lo saludó, sin un atisbo de emoción o reconocimiento de que una vez fueron amigos. Si alguien veía la interacción desde fuera, parecía como si la larga historia que los unía simplemente se había volatilizado. Le explicó el exterminio e hizo que firmaran un contrato, lo cual Lucifer hizo de manera apática. No hubo ningún roce, ninguna mirada, nada en la cara que indicara que ellos dos se conocían desde antes. Era tan inquietante que Lucifer llegó a preguntarse si de verdad este tipo era Adam, pero reconocería su olor en cualquier parte.
Una vez firmado el contrato, Adam subió hacia el cielo y desde entonces no tuvieron más interacciones.

Entre la luz y la oscuridad (adamsapple)_(versión español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora