Al caer la noche, las luces de velas y candelabros iluminaban cada ventana del castillo de los portadores. Nobles de todas partes llegaban en sus carruajes y a las afueras del castillo las calles estaban abarrotadas de la gente del pueblo pues desde la mañana, se anunció el comienzo de la reunión de los portadores.
―Reina Luna, que la gracia de las llaves nos proteja siempre.― dijo una noble inclinándose para saludarla
―El honor es mío por honrarme con su presencia.― respondio Luna inclinándose también
El ambiente dentro del castillo emanaba un ambiente de ensueño más aún cuando se anunció a los portadores.
―Démosle un fuerte aplauso a los portadores que hoy nos acompañan, nuestra reina, la portadora del espejo, Luna, el milagro la portadora de la naturaleza, Bonnie, nuestro general extranjero, portador de la luna, Liam, la más amorosa, la portadora de la estrella, Ámbar, el más leal, portador del cometa, Iziel y nuestros nuevos portadores Charlotte la portadora de lo sobrenatural, Ferina la brava portadora de los dinosaurios y Val, el valiente, nuestro portador del sol.—
La presencia de ellos era simplemente algo divino, seres humanos que alcanzaron el poder y la fuerza gracias a las llaves. La gente sentía una profunda seguridad al estar cerca de ellos. Pero así como se sentía ese alivio, muchos otros empezaron a murmurar entre ellos.
―¿La princesa invitó al portador de la vida y...?― cuestiono un noble
―Silencio, se sobreentiende que si pero en lo personal no me gustaría que el asis― respondió su pareja
―¡Todos aquí por favor reciban con un fuerte aplauso al portador de la vida y la muerte, Zeta!― proclama el enunciador a todos los presentes
Todos se tomaron unos segundos antes de recibirlo con aplausos mientras el bajaba las escaleras notando como los invitados le abrían el camino, el aire cambio para todos, cosa que llamó la atención de Liam el portador de la luna, pero antes de decir algo la reina Luna extiende su mano invitando a Zeta a bailar haciendo una seña a la orquesta de iniciar un baile de parejas. La melodía de los instrumentos resuena en todo el salón, los presentes olvidan su temor e imitan a la reina reuniéndose en el centro del salón hasta sincronizar sus pasos.
Mientras tanto Bonnie se abre paso entre los invitados hasta recargarse en la pared mientras veía a todos bailando.
―¿Te importa si descanso a tu costado?― preguntó una chica pelirroja que se acomodo a su costado
―No, adelante.― respondió Bonnie
―¿Porque no bailas con ellos?―
―Solo planeo hacerlo con mi verdadera alma gemela.―
―Tienes razón Bonnie, yo también.―
―¿Como sabes mi...―
El ruido de los aplausos las interrumpe, Bonnie busca con la mirada a Luna o a Charlotte pero parece que salieron y para cuando se gira para continuar su conversación con la misteriosa pelirroja esta ya se había ido.
―¡Que la eternidad de los portadores sea eterna!― gritaron los invitados al final del baile
Mientras tanto en uno de los muros posteriores Charlotte, quien llevaba un vestido color durazno, guiaba de la mano a Luna con preocupación en su rostro.
―Char, Charlotte ¿Que sucede porque me apartaste de Zeta?―
―Algo no me gusta, llámalo intuición femenina pero no deberías estar con él.― responde Charlotte pero Luna sonríe y hace que le suelte su mano.
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La Gran Defensa
Fantasy❝ Todo lo que se contará a continuación es una reinterpretación de la historia que cree en mi adolescencia, tómenlo como el nuevo canon.❞