Capítulo 21: Más que un sparring

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Argos soltó una enorme carcajada al aire mientras retaba a Joseph y Reinhard

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Argos soltó una enorme carcajada al aire mientras retaba a Joseph y Reinhard.

—¡Vengan a mí si tienen algún problema! —rugió Argos

Reinhard miro a Joseph con cautela, mientras evaluaba la situación, llego a una conclusión, todo formaba plan de Argos, si peleaban podría ser más perjudicial que si se retiraran.

—¿Qué hacemos Joseph? Creo que Argos planea algo, si peleamos ahora...

—Nos tomó mucho tiempo hacer esas sillas, además de la mesa que hizo Cáliban... si no lo detenemos aquí no podremos decirle nada después

—*Suspiro* Supongo que tienes razón...

—¡Bien! ¡Vamos a empezar! ¡Si no vienen a mí, yo iré por ustedes!

Argos cargó hacia los dos con su Aura al máximo en todo su cuerpo.

Del otro lado de la zona de entrenamiento, Catherine, Cecilia, Nhun y Similia se encontraban en una discusión.

—¡¿Cómo te atreves?! —grito Nhun

—¿Qué? Es la verdad, además, un sucio elfo oscuro no debería estar aquí siquiera, un nivel tan bajo solo mancharía la imagen de nuestra casa

—Realmente no entiendo cómo es que llegaron hasta aquí... —comento Catherine

—Fuimos aceptadas por aprobar el examen, además de tener la capacidad de poder usar dos energías en el cuerpo, no por ser fuertes o de linajes grandes como ustedes —dijo Cecilia

—¿En serio? Por lo que escuche, simplemente fueron rescatadas por aquel que llaman Cáliban, no fue por mérito propio o por su poder, aun así terminaron siendo los primeros de la lista ¿Es eso justo?

—¿En serio se van a enfadar por algo como eso? —dijo Nhun

—No hay necesidad de hablar, vamos a dejar las cosas en claro de una vez

Los ojos de Similia empezaron a brillar de un color verde intenso, mientras la energía de Catherine empezó a congelar su alrededor, Nhun y Cecilia tomaron una postura defensiva usando las armas de entrenamiento.

—Parece ser que saldremos muy lastimadas esta vez, Cecilia...

—Bueno, ¡Esta vez tendremos que defendernos nosotras mismas!

Ambas cargaron contra sus oponentes sin temor alguno, mientras tanto, el profesor Yannes se encontraba caminando hacia la mansión de los especiales.

«Me pregunto si el joven Cáliban se siente presionado por mi propuesta, en todo caso, no hay mejor candidato que él...» —pensó curiosamente

Pero antes de que pudiera seguir pensando, delante de la entrada principal se encontraban tres grandes carruajes.

«Parece ser que ya llegaron...»

El Camino del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora