— USAGI —gritó un Leonardo adulto mientras mataba algunos Kraangs con su odachi.
Ambos peleaban codo a codo contra sus ataques, lograron darle a dos con sus espadas matandolo al mismo tiempo
— Usagi —tomó el brazo de su novio y lo miró fijamente— ¿Serías mi esposo? —
El ronin miró impactado a su pareja, antes de poder decir una respuesta volvieron a atacar a otros kraangs.— ¡AHORA NO HAY TIEMPO DE HABLAR DE ESO! —gritó Usagi mientras peleaban.
Ambos se separaron para pelear con otros pero Leonardo buscaba acercarse a su amado— ¡Tal vez no podamos despues! —avisó mientras pateaba a un robot y tomaba de la muñeca a su samurai, su vida, su razón de existir.— Te amo —sus ojos negros conectaron los rubís de Usagi.
Sus labios temblaron para besarse pero el líder tuvo que empujarlo a otro lado para que ambos pudieran seguir luchando. Usagi saltó hasta estar pegado a la espalda de su novio y pensó que no seguirían hablando pero este volvió a alzar su voz— tomé mi decisión...¿tú que dices? —
Usagi tenía agarrado por sus dos manos su katana. Miraba al frente para cuidar la espalda de su novio, se quedó pensativo unos momentos y luego miró hacia un lado— ¡RAFAEL! —Raph, en su forma gigante, los miró preocupado.— ¡VEN A CASARNOS! —
Los hermanos Hamato miraron a la pareja como si estuvieran dementes— ¡¿NO PUEDEN ESPERAR UN MOMENTO?! —Gritó alterado Rapha mientras pateaba y golpeaba con sus puños a más Kraangs.
Mikey agarró a Usagi y Leonardo para alejarlos un poco de ese circulo de Kraangs. Donatello usó sus armas para encerrarlos en una capsula que los comprimiría de a poco.— ¡RAFAEL, AHORA! —Gritó Mikey, ayudarían a su hermano.
Rafael gruñó divertido pero agarró a unos Kraangs y los partió a la mitad— Queridos hermanos, nos hemos reunido hoy —una especie de perro Kraang vino para atacarlo pero Rafael logró frenarlo con sus manos— ¡FUERA DE AQUÍ, PERRO SARNOSO! —lo tiró lejos como pelota de golf.
Usagi y Leonardo seguían peleando con los pocos pero fuertes Kraang que quedaban. Se alejaron rodeando el cubo gigante que hizo Donatello que poco a poco se achicaba— Usagi Yuichi —dijo Leonardo mientras se arrodillaba y tomaba la mano de este— ¿Me aceptas como tu esposo? —
Usagi sonrió feliz— claro —dijo con sus ojos al borde de las lágrimas.
— Genial —respondió por reflejo Leonardo, también un poco al borde de las lágrimas.
El ronin dio un salto sobre él y le clavó su espada en la cabeza a otro Kraang, sacó esta y miró a Leonardo ya de pie con una sonrisa— Hamato Leonardo —ambos se tomaron la mano y atacaron a otros Kraangs— ¿Me tomas cómo tu esposo? —Como si de un baile se tratara, Leonardo le dio un giro y ambos cambiaron de lugar para seguir peleando. Aún sin soltarse de las manos.— En la salud y en la enfermedad —Leonardo barrió el piso con su pierna pateando a otros aliens y Usagi les clavó su katana— ¡Más enfermedad que salud! —gruñó por el esfuerzo.
Leonardo y Usagi seguían peleando. El shinobi miró a su novio, lo tomó de la cintura y le sonrió coqueto— claro que sí —se compartieron unas sonrisas traviesas y volvieron a separarse para pelear.
Rafael siguió peleando con la jauría de Kraangs, Donatello estaba esforzandose con comprimir a los Kraangs, realmente eran fuertes, Mikey rodeaba toda esta caja con sus cadenas y lo mantenía en el aire así su hermano tenía una mejor vista del cubo por si había alguna fisura.
—Por el poder que nos autoconcedemos —gruñó Mikey tirando de las cadenas luminosas.
Leonardo volvió a tomar de la cintura a Usagi mirando a sus hermanos.
Rafael pateó a un Kraang y activó su poder de hacerse grande para comprimir más rápido el cubo— ¡Puedes besar! —pateó un perro Kraang y soltó una risa divertida por lo ridículo que le parecía todo esto.
— ¡Puedes besar...! —Michael se aferró más las cadenas y Rafael empujaba el cubo.
Leonardo se separó de Usagi y ambos siguieron peleando. Defendían el perímetro, debían matar a la mayoría de esos aliens por la protección de la resistencia.
— ¡Puedes besar! —Donatello creó un arma y le disparó a otro Kraang. Volvió su concentración a comprimir a los otros, poco a poco iban muriendo aplastados por la presión.
Leonardo y Usagi estaban cansados, la adrenalina se les estaba agotando y la preocupación de que el plan fracasara era evidente. Pronto, el conejo notó que Leonardo se distrajo por un ataque sorpresa y casi muere ahí mismo de no ser por un desobediente adolescente.
— ¡Solo haganlo y ya! —gritó un joven Cassey de catorce años que se interpuso entre el sensei y el Kraang ya muerto por el niño.
Usagi rió con pequeñas lágrimas y se acercó a Leonardo. Ambos se besaron apasionadamente dejando que los demás se encarguen del lío por unos segundos.
Ese beso despertó una fogosa pasión en el corazón del Hamato. Agarró mejor su odachi y en un segundo usó sus portales para mandar a todos los Kraangs con San Pedro.
Usagi miraba maravillado como su, ahora esposo, dio un golpe final y, al mismo tiempo, el cubo se comprimía por completo haciendo puré a todos los Kraangs.— ¡TALLARINES! —Gritó Leonardo y, por un breve momento, el conejo se sintió joven de nuevo.
Volvió a ver a su amado novio de dieciseis años dándole rosas y peleando contra enemigos comunes.
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♡— Y así fue como el sensei se casó con el amor de su vida —dijo Cassey Jr. Mientras tomaba un té con Splinter y los tres hermanos.
Todos ahí miraban a Cassey sorprendidos, pero después estallaron en risas.
— Sí...no te creo, Leonardo aún no conoce a ese tal samurai —dijo Donatello.— Aunque debo admitir que todo ese dramatismo sí suena mucho a él —iba a darle un sorbo a su jugo de manzana cuando un sonrojado Leonardo entró a la guarida junto con April y varias cajas de pizza.
— Hay un nuevo mesero en el bar del señor Hueso...—dijo divertida April.— y ahora puedo confirmar la homosexualidad de azul. —
— ¡CIERRA LA BOCA! —chilló dramático Leonardo y se cubrió el rostro con sus manos.
— El closet es de vidrio —volvió a burlarse y Leo solo pudo sonrojarse más.
Los hermanos miraron a Cassey y este sonreía divertido— ¿De casualidad es un conejo blanco de ojos rojos con personalidad juguetona como la tuya? —el humano tomó un sorbo de su té.— porque si es así...es tu novio, solo que él no lo sabe todavía. —
No hace falta repetir que Leonardo se negó rotundamente a aceptar que eso era cierto gracias a las constantes burlas de sus hermanos.
Aunque al día siguiente una extraña rosa azul apareció mágicamente en el mostrador donde trabajaba Usagi.
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leosagi shots ♡
Fanfictiondrabbles, headcanons, song fics y mucho más en esta parte de la historia. Puede ser que publique algunos fanarts hechos por mi ♡ ♡ acepto sugerencias o headcanons que quieren que publique ♡ no acepto que copien los one shots/song fics, usen su imag...