🌷 odiar

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Estos dos se odiaban desde el primer momento en que se vieron. No paraban de pelear y siempre que se juntaban sus universos Leonardo y Yuichi parecían dos inmaduros peleandose. Aunque bueno, eso siempre pensaron del otro.

— ¡Eres patético! ¡¿Cómo se te ocurre mandarte así?! Pareces totalmente irracional a la hora de hacer misiones —dijo el líder de azul mientras le daba un empujón.

Hoy tenían una mision un poco complicada porque al ser un samurai y un ninja, podías notar el perfecto desequilibrio entre una ideología y otra.

Yuichi Usagi jamás iba a abandonar una pelea, él morirá en combate como sus antepasados samurais si es necesario. Leonardo Hamato aprendió a hacer retiradas tácticas desde su última batalla.

— ¡No soy un cobarde como tú y tus hermanos! —dijo el ronin mientras le devolvía el empujón— ¡El que tenga miedo a morir que no nazca! Si muero en combate muero y se acabó. —Iba a seguir hablando pero este lo golpeó en el mentón.

— ¡¿Ah sí?! Entonces voy a enseñarte lo que es el miedo —y se abalanzó sobre él.

Las peleas entre ellos siempre eran así de intensas pero realmente no se hacían mucho daño. Aunque ahora ni siquiera Raphael podía detenerlos.

Era violento el como descargaban sus frustraciones en el otro, se odiaban, se odiaban mutuamente.

A Yui siempre le pareció que Leonardo era demasiado inmaduro al hablar juguetón siempre, le daba deshonor al cargar con dos katanas.

A Leonardo siempre le pareció increíblemente frustrante el cómo siempre este quería salir victorioso en todas las misiones que se presentaran y su forma suicida de ser.

— Una pregunta, Kitsune —dijo el pequeño naranja mirando a su nueva amiga.— ¿Usagi de casualidad hace chistes en las misiones? —

— Sí, Mikey —dijo con una pequeña sonrisa— ¿y de casualidad Leonardo siempre quiere salir victorioso en sus misiones? —

— ¿y refregarnoslo en la cara?...—ambos miraron como Yuichi y Leonardo estaban peleando en el suelo, rodando de aquí para allá.

— Se odian a ellos mismos. —concluyeron ambos amigos divertidos por la escena.

Leonardo se puso encima de Yuichi— ¡¿Qué sabes tú de la muerte?! No sabes lo que es el sacrificio. ¡Siempre brillante, samurai! —dijo apretandole los hombros pero recibió una patada que lo sacó de encima.

Yuichi se puso encima del ninja y lo miró a los ojos— ¡¿Estas envidioso acaso?! —sonrió de lado con superación— ¡¿sacrificio?! ¿Qué mierda sabes tú del sacrificio? —

— Evidentemente mucho más que tú. Samurai de papel —le dió un cabezazo y ambos se separaron para desenbainar sus espadas con furia.

Los amigos de los protagonistas ya estaban asustados, Raphael intentó intervenir pero Karasu Tengu apareció en esos momentos solo para separarlos a ambos pero la paz entre estos no duró mucho.

— ¿Esto te he enseñado, Usagi? —el samurai bajó sus orejas en señal de pena. Aún con su mano en la espada.— Tienen que ser compañeros. Que sus semejanzas no los cieguen y...—la maestra de Usagi fue interrumpida.

— ¿Semejanza con la bola de algodón a mi lado? Lo siento, yo sí tengo papá. —contestó Leonardo sarcastico y mirándo al ronin de forma asesina.

— ¡AHORA SÍ! —Yuichi se lanzó sobre él y comenzó a golpearlo de nuevo.

Ambos volvieron a rodar por el piso dandose golpes y patadas, se odiaban, se odiaban muchísimo y no había más que odio en sus corazones.— ¡Eres el peor líder que he visto en mi vida! ¡Quieres llevarte la victoria y huyes cuando el problema se agranda! —

— ¡Y tu eres un mal amigo! ¡Prefieres morir joven y dejar que todos tus amigos lloren una maldita katana para ser recordado como un héroe! ¡¿Eso es lo único que te importa?! ¡¿Ser un héroe?! —Leonardo repartía patadas y puñetazos.— ¡Dímelo Usagi! ¡¿Qué se te viene en la cabeza pensando en la muerte?! ¡¿Fama?! ¡¿Honor?! —soltó una risa y luego frenó agitado.— ¿Eso es lo que quieres? ¿Estar encerrado en la oscuridad torturado por tus pensamientos sin darte una mínima chance de respirar? —

El conejo frenó sus ataques al mismo tiempo que Leonardo. Lo estaba escuchando atentamente— ¡¿Sabes si quiera lo que es ser un héroe?! —Usagi bajó un poco las orejas al notar que el ninja parecía saber un poco más que él.— Usagi Yuichi...solo eres un brillante samurai que por ser astuto has logrado llevar todo adelante. —sonrió sarcástico y desenfundo su espada.— dime ¿Esta lucha te parece justa para morir en batalla? —se acercó a un paso— ¡CONTESTA, MIERDA! —

— ¡NO! —gritó Usagi frenando un ataque de espada con sus manos. Miró a Leonardo con culpa, ambos no sabían mucho del otro pero el conejo intuía que este ninja podía saber más sobre lo que era la tortura.— ¡No, no quiero morir así! —sus ojos rojos miraron a los cafés del líder— No quiero...no quiero morir en cada batalla que tenga pero es mi deber. —

Ambos se miraron fijamente. Los hermanos del líder y los amigos del samurai sentían que iban a desmayarse, no podían interferir.

Leonardo guardó su espada y de su pequeño bolso sacó unas vendas. Se sentó en el suelo y, al mismo tiempo, Usagi hizo lo mismo.

Se quedaron en silencio viendose hasta que Leonardo mostró su mano para que Usagi la pusiera ahí. En ese mismo silencio, la reflexión entre ambos cuerpos se notaba y nadie quería cortar eso.

Lentamente, uno a uno se fueron más lejos para darles privacidad. Excepto Karasu, ella desapareció pero estaba entre la brisa de los árboles escuchando y pensando en que si existía la jubilación que alguien le diera una.

— auch, duele. —se quejó.

— tu fuiste el idiota valiente que frenó la espada con sus manos. —

— y tu...¿espera me dijiste valiente? —

Leonardo se levantó— terminé de curarte. —caminó hacia su grupo de amigos.

— ¡Hey, espérame! —el conejo pronto lo siguió con una pequeña sonrisa y le dio un pequeño empujón con su cadera cuando llegó a su lado.

Caderazo que Leo le devolvió y así ambos se pusieron a empujar amistosamente entre risas. Caminando colina abajo hacia su grupo.

leosagi shots ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora