El sultanato de los omegas

4

—Es increíble que llegue un concubino nuevo al harem— dijo una joven de cabellera rojiza, se veía muy refinada, pero a la vez muy entusiasta.

— Cálmese sultana— le dijeron sus sirvientas detrás de ella.

— ¿Por qué me acabaría? Se supone que me interesa ver a todos los prospectos que tiene mi hermano el sultán— contesto tranquila con una sonrisa en sus labios.

—Hermana Margaret— dijo Jouno con fingida amabilidad— ¿Podrías comportarte un momento o es que acaso tus genes de tierra cristiana no te dejan pensar con claridad?

—Oh vamos Jouno— dijo Margaret haciendo un pequeño puchero— solo quería saber el chisme.

—¿Chisme? En todo caso no eres una dama— contesto Jouno tratando de provocar molestias en la sultana Margaret.

— ¡Claro que soy una dama!— declaró la pelirroja— solo que deseo saber un poco de información para ver si será dramática.

—No cambias en lo absoluto— contesto Jouno cruzandose de brazos— de cualquier modo el concubino no tiene oportunidad mientras Shibusawa tenga el apoyo de la mayoría de los ancianos. Todos lo creen como merecedor de ser la madre del príncipe heredero por su manera de actuar.

Margaret agito sus mangas como si fuera una protesta— Shibusawa no es de fiar, prefiero mil veces a que el concubino favorito sea cualquier desconocido— sinceramente a la pelirroja le caí mal el peliblanco, tenía mal presentimiento con él cerca del sultán— además detesto que le estés dando el apoyo a un Omega tan desastroso como él.

Jouno simplemente mostró una sonrisa— apoyo le doy, pero mi verdadero apoyo es quien sea más favorable. Después de todo no gastaré mi tiempo ayudando cualquier Omega del harem así como tú o los demás.

Margaret inflo sus mejillas— lo único que buscas es alguien que puedas manipular. Claro que quieres divertirte antes de casarte con el Pasha Tetchoo.

—¡Ni me lo recuerdes!— se quejó Jouno al recordar ese hombre, simplemente detestaba la idea del casamiento, pero era un gran beneficio para el imperio por lo que se acordó un matrimonio— ¡No tiene gracia al comer!¡Carece de arte!— no era un matrimonio por amor en ningún lado, solo el compromiso por el imperio los uniría— es detestable.

—¿Quién sabe? Tal vez te termines enamorado de él— dijo Margaret con una sonrisa malvada mientras corria por los pasillos siendo seguida por las sirvientas.

—Libreme Ala— pensó Jouno tratando de pensar en que el amor era solo un obstáculo— ¡No quiero enamorarme! ¡El amor solo te vuelve el perdedor! ¡No existe el amor en este palacio!

Por otro lado Margaret corria con curiosidad a la zona del harem donde visualizaba a las nuevas. La sultana había escuchado por Yosano que los principes Omegas habían puesto el ojo en un Omega pelirrojo recién llegado y tenía curiosidad de ver al misterioso concubino que había llegado.

—¡Sultana!— dijeron sus sirvientas para detenerla antes de que hiciera alguna tontería.

Con los ojos fijos analizó a todos los nuevos Omegas que habían llegado, sintiendo que no había nadie que llamara su atención. —No hay lo que esperaba— susurro Margaret con decepción queriendo ver a alguien que su alma fuera como el valide Morí— quiero alguien que siempre cuide de hermano Dazai, en sus peores momentos sea el apoyo y una mente que ayude al bien general del imperio.

—Podría calmarse señorita— pidieron sus sirvientas.

—Solo quería ver si alguien era como Valide sultán Mori— susurro Margaret con decepción— a este paso solo tendremos a Shibusawa o Tsuneko o Iván como futuras madres de algún príncipe— en definitiva la Sultana detestaba la idea de Shibusawa lograra ser madre de un príncipe, Tsuneko era muy apacible asi que no la odiaba, pero a largo plazo podria ser manipulada por otros si llegaba a ser madre de un principe e Ivan siempre era un misterio.