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— tal vez si — comentó aún suspirando esa fragancia de la otra, tratando de relajar todo de él, no debía afectar en nada su actitud pero aún así había caído en ese juego de félix.
— solo dímelo cancelo, no voy a juzgarte... — su voz resonó en su oído como una invitación a decirle la verdad, quería decirle pero algo lo impedía, sintió su mano subir por sus hebras para revolverlas y calmar al otro — es por... ¿Félix?
Rápidamente se separó de la otra con un miedo, la rubia solo pudo mirar para otro lado con una mueca. Estaba totalmente perdido de lo que estaba sucediendo, maldito mundo que lo ponía así.
— ¿Có-como lo...?
— los ví la otra vez, a ti y a el besándose en la aula abandonada — su respiración de cancelo empezaba a subir de intensidad, su secreto había sido descubierto, se sentía totalmente indefenso en estos momentos podía desmayarse por tantas emociones — no pasa nada, no pienso contarle a nadie, solo... Me preocupa como estas, cambio todo desde ese momento.
— y-yo... — su voz estaba totalmente rota, cualquiera que lo vería sentiría pena por él y justamente no quería eso de nadie, debía aún de mantener su reputación si llegaba a los oídos de su madre que había lloriqueado como un niño en el colegio sería totalmente regañado. Estaba a punto de romperse y debía irse, no debía de verlo nadie de esa manera.
Salió corriendo dejando a su amiga con la palabra en la boca y se metió al baño para soltar todo en los cubículos, no debía de ser tan ruidoso o si no alguien sabría que estaba llorando, para empezar no debía de estar así pero él era el ilusionado.
No escuchaba nada a su alrededor solo empezó a soltar esas gotas saladas qué amenazaban con salir desde hace mucho. No quería llorar, no debía por que sus ojos estarían todo hinchados y feos, cualquiera se daría cuenta que había llorado mucho. Rápidamente con sus manos empezó a borrar esas gotas tratando de tranquilizarlas, empeorando su estado. No sabe cuando su madre le diría para irse de ese país y ir a otro o llegaría a su casa y le diría a su madre una explicación para cambiarse de colegio y no permanecer más ahí en donde había conocido a su buen amor... Sí esa era la única solución, además no debía de juzgar nada, había tenido su lindo amor y le habían rotó el corazón, no debía de ser tan malagradecido...
Bajo la tapa del baño para poder sentarse y acomodarse en ese lugar, no sabe el por qué le invadió un sueño. Cerró los ojos y reguló su respiración para dormirse un poco, despejaria su mente de esta manera y cuando despierte todos se hallan ido y solo quede él para recoger sus cosas e ir a su casa.
¿Quién en su sano juicio se quedaría dormido en la tapa de un inodoro con el corazón rotó y en su colegio? Cancelooo
