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Estuvo casi todo el día con su amiga, su mamá estaba un tanto contenta por traer a una chica tan guapa a su casa, hacían bonita pareja a la vista de la señora mayor es por eso que dejo quedarse a la otra en su cuarto de su hijo.
Se la pasaron jugando todo el día en la consola, cancelo estaba enseñando a la otra a jugar fifa, para la rubia era algo nuevo pero eso le gustaba más, conocer las cosas nuevas para aprender pero definitivamente ese juego era muy complicado, no sabe como controlar a los personajes de la televisión que corrían por un balón. Habían empezado una partida desde hace mucho y el que lograba destacar en este momento era cancelo con un 20-3, era una miseria para la otra pero aún así estaba dando todo para lograr dar más goles, aunque era imposible cuando él otro ya sabia jugar.
Cancelo con todo el ego que tenía no podía permitir en que su amiga le gane en un juego cuando el sabía a la perfección como jugar.
Habrán pasado unas horas luego que su amiga se halla ido, la verdad es que nunca había traído a una persona en casa. Por más que sea tan raro él nunca pensó en traer a un chico o una chica a pisar su palacio como decía él, su casa era mucho para sus compañeros pero esta vez lo hizo por que la castaña si que le caia demasiado bien. Esperaba demasiado que la otra no lo traicionara, sería como un baldazo de agua fría para que despierte de su ensoñación y nunca vuelva a confiar en alguien.
Estaba solo, mirando a la nada aún con el control en manos, no sabía perfectamente que hacer, su amiga se había ido desde hace mucho y se sentía completamente solo, no escuchaba nada más que el fuerte viento resoplar en su cuarto, no sabe el por que cuando su amiga se fue hacia aún más frío de lo que estaba antes. Parpadeo saliendo de sus pensamientos, se recostó en la cama para relajar su cuerpo del pequeño post-estrés acumulado en su interior. No quería otra vez pensar sobre el portugués, esta vez no, debía dormir un poco y así no tener esas tontas ojeras debajo de sus párpados perfectos. Solo debía de concentrarse en dormir y en nada más, iba a ser fácil cancelo.
Le tomó algunos minutos en quedar plácidamente dormido, de verdad no le tomo mucho tiempo en dormir, estaba exhausto por tantas emociones a la vez, era tan odioso sentir muchas cosas a la vez pero debía superarlo.
Abrió los ojos con pesadez, no sabe en que parte estaba exactamente, era un lugar muy difícil de descifrar aún con la iluminación que no le ayudaba en nada, parpadeo un poco para tratar de adaptarse al entorno pero aun se veía algo borroso hasta que escucho a alguien llamar su nombre cerca de su oído, esa voz ya la había escuchado pero no sabe de quien pertenecía. Su cuerpo volteo con algo de rapidez un poco asustado por la fuerte vibra que emitió su cuerpo poniéndolo de puntas. Al voltear pudo observar al chico con sus hebras castañas revoltosas mirándolo con una sonrisa plasmada en su carita, casi se encontraba feliz de verlo, ya extrañaba esa característica sonrisa del otro que lo tenía loco, amaba verlo sonreír por sus caninos afilados que tenía en cada lado viéndose más atractivo de lo normal. Sus pestañas curvadas hacían resaltar esos ojitos con un brillo que jamás había visto al otro pero se veía muy lindo, parecía un menino risueño.
