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Ya era domingo, al día siguiente tendría nuevamente que ir a su dichoso colegio donde antes le encantaba pisar ahora simplemente quería nunca haber conocido ese sitio. Estaba algo distraído lo que sucedía a su alrededor, no le importaba mucho ahora su reputación. Su corazón ya empezaba nuevamente esa sensación de tristeza como si lo hiciera recordar que mañana vería a la persona a la que se engancho por un simple beso con otra persona a la que no era él.
Estaba perdido en su habitación, solo miraba a la nada como cuando no sabe que hacer con tu propia vida, no lo malinterpreten, a él le encanta estar en esa ciudad pero no le gusta ir a ese colegio estúpido donde tiene que ver al chico que destrozó su corazón, no debía de darle mucha atención a eso, solo debía de superar ese pequeño enamoramiento casi inexistente. Él tenía culpa por hacer su mundo en su cabeza, primero si no hubiera pensado en besar al otro no sucedería nada de esto, todo hubiera sido diferente.
Se encontraba nuevamente solo, clara había venido el día de ayer para preguntar si estaba cancelo en su casa y agradecía que johanna le halla dicho que había salido, así sería más fácil ocultar sus problemas con la otra, mañana solo dirigía una sonrisa a todo el mundo y nadie sabría lo que sucede, eso es lo único que debía hacer. También le diría a Clara sobre el beso con Félix, solo le diría que era algo insignificante, jamás le diría que estaría así por el otro portugués. Sería muy tonto de su parte decir sus sentimientos por félix a clara y que estaba totalmente destrozado por su actitud del otro.
Sí, eso haría y solucionaría las cosas, después solo estaría dos meses ahí y ya no vería más la cara del otro, solo esperaba que él portugués no le diriga la palabra, que alguien de arriba escuche sus súplicas, así sería más fácil borrar ese sentimiento.
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La tenue luz se posaba por las persianas, nuevamente era de día y para su mala suerte era lunes, debía de ir a la escuela o su madre lo regañaría. Se paró dispuesto a hacer lo habitual, todo sería como antes, así que eso haría, ser el popular mimado y hacer amigos.
Se alistó para bajar a tomar desayuno y caminar sobre el pequeño frío que corría como siempre por las mañanas. Aún así debía de ir temprano a clases como siempre, antes de salir escucho como johanna le deseaba la buena suerte para que todo le fuera bien, si claro como si eso fuera posible. Igual no fue irrespetuoso, solo le dio una sonrisa y emprendió rumbo al lugar donde quería ya largarse. Bueno no del todo, extrañaría las pequeñas bromas de Raphinha hacia Araujo, carcajeaba cada que el brasileño hacía un comentario. Amaba esa sensación de tener muchos amigos y estar contento con él mismo pero aún así ahora estaba en una completa soledad, aún cuando tenga millones de amigos se sentía totalmente solo.
Paró su caminar al estar frente a la grande escuela a sus ojos, suspiró para tomar valentía y entró con un pequeña sensación en todo su cuerpo, se sentía indefenso, como si nuevamente presenciara esa escena en cada rincón de la escuela.
