Capitulo 20

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Un suave intercambio de besos, dónde sus bocas atrapan los pliegues contrarios, chupando, mordiendo.

Deku tenía paciencia, enseñándole a como besarlo sin lastimarse, su mano atrapó la cintura contraria, pangándolo más a su cuerpo, obligando a su mente y cuerpo recordar la tibieza contraria, las sensaciones candentes, que queman su piel ante cada rose, así como la comezón que dejan las manos del cenizo por su cuerpo.

Sus manos se colocaron sobre el abdomen contrario mientras levanta la playera con lentitud como esperando a que el contrario se resistiera, pero Katsuki solo lo motivo más cuando pego su cuerpo para sentir las frías manos de Deku sobre su ardiente piel.

—ah— Jadeó sobre los labios contrarios mientras sus ojos se mantienen cerrados, había vergüenza sobre ser tocado a la par que ansiedad de ser nuevamente acariciado, como un tira y afloja entre sus miedos al deseó. —Deku— el nombre del ojiverde salió con necesidad, demostrando que todos sus sentidos se sobrecargan con tantas caricias.

A paso lentos termino sobre la cama de su pareja observando, como este se quita la camisa, sus ojos aprecian como los contorneados músculos se flexionan, la saliva quedó estancada en su garganta al tragarla.

Deku se acercó, mirándolo con deseo, notando la sumisión de su lindo chico de bonitos ojos rojos rubí. Repartió besos por su rostro, bajando a su cuello, sintiendo ese sobresalto. Se concentró en su tarea de aprender todos sus puntos sensibles, escuchando cuántos gemidos podría arrancarle, con solo besos.

Katsuki se sentía más manoseando que fruta de mercado, pero, estaba disfrutándolo, deleitándose con ese suave ronroneo que Deku le otorga, tenía lamiendo su cuerpo con gula, araño la espalda del contrario cuando sintió que mordió sus pezones.

—ah!— Cuál era la necesidad de morderlo, casi la mayoría de su cuerpo terminaría mordido sin piedad, con marcas profundas. Los traviesos dedos que bajan por su vientre, sintiendo cosquilleos que abarcan todo su ser. —oh Deku— gimió su apodo al sentir como la mano del peliverde se adentró a su ropa interior y toma su pene sin piedad, empezando a bombearlo a un ritmo lento, que desespera al rubio cenizo, deseaba brusquedad, que haga cesar su deseo carnal, pero ahora le entrega más la necesidad.

Paso sus manos al cabello del peliverde observando como sus orejas puntiagudas hacen su presencia al igual que su cola, la cual ondula de un lado a otro, significa que está muy feliz de tenerlo así, en su cama, jadeando, gimiendo su nombre.

—Te ves tan bonito— acerco sus labios nuevamente para besarlo, metiendo su lengua encontrándose con que su pareja ya tomo papel en el asunto, volviéndose una batalla entre sus lenguas para saber quién tomaría el control.

Deku con toda la experiencia que tenía, orgulloso no perdería, primero dejaría sin aire al rubio cenizo. —No— gruñó en medio del beso notando que Katsuki quería separarse para respirar y él no iba a permitirlo.

Katsuki tomo de los hombros al peliverde con fuerza, siguiendo el beso a pesar que sus pulmones golpean dolorosamente su pecho para conseguir oxígeno. Cuando Izuku decidió separarse de él, busco el aire con desesperación, la ropa había desaparecido de su cuerpo en un descuido.

Gemía ante las caricias que ahora se sentían más vivas, como un toque electrizante que subyace sobre su piel, descontrolando su mente a solo llenarse de gemidos, sonidos poco coherentes que dictaminan un claro "si" en su amante.

Deja de besarlo para bajar hasta el miembro del cenizo, chupando de este distrayéndolo, cosa que estaba funcionado ya que lo ve tomando las sábanas entre sus manos, su boca soltando sonidos, su mente en algún lugar abrumado del placer. Sus dedos previamente lubricados con el primero orgasmo de su pareja, se adentran lentamente, pudo sentir como las paredes rechazan su dedo y eso solo lo motiva a hacerlo más brusco, buscando hacerlo llorar de placer, pero, debía de contenerse, su chico era virgen.

Dilatando lentamente mientras traga el semen del segundo orgasmo, observa como Katsuki luce espectacular con un rostro lascivo, su cabello húmedo pegado algunas partes de su rostro, las lágrimas de placer que salen de eso ojos brillosos de lujurias, las mejillas coloradas, sus labios rojos debido al maltrato previó, solo incitan a tratarlo cruelmente, hacerlo llorar más, que grité.

—Deku~ Saco sus dedos, ansioso por entrar, tomo una de las manos de Katsuki este lo tomo con algo de miedo, pero, lleno de determinación, contradictorio. Se hunde lentamente afianza su agarre en la mano del cenizo, viendo como lentamente engulle su pene. —Oh mierda! ~

—Joder, eres tan erótico

Comenzó a penetrar, sintiendo que esas paredes calientes aprisionan con fuerza su miembro haciendo difícil entrar y salir a su gusto, motivado a abrirse paso fue brusco.

—Izu!~ Demasiado cruel, machacando su cadera, moliendo su agujero, haciéndolo sentir abrumado, viendo estrellas, lo sentía golpear y el sonido de chapoteo lo éxito más, entierra sus uñas en la espalda de su sádico, que lo hace aún más duro y que la cama rechine, tenía a una bestia por amante que lo toma con posesividad de la cadera mientras intenta llegar más hondo. —Ahí! ¡Oh! ¡Ah! ~ Sus ojos fueron detrás de su cabeza ante cada estocada, sentía sus músculos tensarse, ese cosquilleo en su vientre, sintiendo su tercer orgasmo llegar, pero, Deku no se detuvo, siguió golpeando sin piedad su próstata. —no!~

—Quieto

Termino viniéndose aún con el pene de Deku dentro de él, el cual no se detiene. Escucho una risa cruel, sus ojos miraron con claridad las pupilas contrarias, en línea recta como un gato, tembló al darse cuenta.

—Estas en celo

—Planeo llenarte con mi semilla, hasta que se hinché— Dio presión en el vientre, arrancándole un gemido de gozo al rubio cenizo. —Te llenare de mis cachorros— volvió a embestirlo sin medir su fuerza, escuchando como chocaron sus pieles, siendo muy sonoro. Cambiaron de posición a cuatro.

—ah mierda~

Tomo entre sus manos la almohada, perdiendo nuevamente su conciencia, sintiendo todo su cuerpo temblar, la sobredosis de placer está acabando con su cordura, movió sus caderas al mismo ritmo que su pareja, escuchando sus gruñidos. Ya no podía correrse más, pero, ahí tenía a Deku masturbándolo con fuerza, haciendo que deliré. —Maldición ah!~

—Katsuki— Los gruñidos del peliverde se volvieron constantes, la fuerza y las estocadas rápidas. —eres completamente mío—El ojiverde incrustó sus dientes en la nuca del cenizo, mientras se venía, con sus manos abrazando la cintura contraria impidiendo que se mueva.

—Izuku!

Katsuki cayó rendido, el celo de deku lo estaba dejando secó y era su primera vez, lo va a dejar sin cadera, capaz lo parte por la mitad o lo deja sin caminar.

Por suerte para Katsuki el celo de Izuku solo duro un día por lo que dio gracias a Dios ya que si hubieran sido más tal vez ni lo contaba.

Al abrir sus ojos lo primero que vio fue al peliverde el cual estaba con sus ojos cerrados y con su respiración suave, se veía tan guapo con los rayos del sol que daban contra su rostro, acaricio su mejilla, quería darle un beso, pero al intentar levantarse sintió un fuerte dolor en su espalda baja, no había quedado invalido ya que podía sentir el punzante dolor, pero si se sentía hecho mierda aun así lo disfruto mucho.

-Lo lamento... pero solo un poco – Dijo Deku al ver la mueca de dolor en el rostro de Katsuki.

-Eres un bruto- se quejó – ¿es que crees que soy un muñeco de goma o qué? – bufo – por poco me matas y te quedas sin novio.

-Osea que... ya somos novios otra vez – dijo con una sonrisa deslumbrante ante los ojos del cenizo.

-Obvio Idiota, o acaso creías que tendría sexo solo así por así.

-Jajaja ok novio. Te amo – dijo ahora ya más serio. - ¿Lo sabes verdad?

-Por supuesto que lo sé, pero igual es bueno oírlo – Katsuki se acercó a su novio para luego besarle los labios suavemente – Yo también te amo.

Fin

Se me fundió el cerebro y al final me salió un Deku dominante en celo.

Psdt: los gatos muerden la nuca de las gatas para que no se aparten cuando se aparean y no se derrame el semen.

Falta el Epílogo ♥️




𝑴𝒊𝒏𝒊𝒏𝒐 (Dekubaku) Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora