39:Euphoria

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¿Empezamos? Si, recuerden recomendar la historia a sus conocidos, y... Disfruten, denle mucho amor.

Lilith.


Mis párpados se mueven despacio, observando al pequeño pedazo de mi acostada a mi lado, observo su pecho subir y bajar rápido, pero ya me acostumbré a que fuera así, sus pestañas se baten y observo como lleva sus pequeños y delgados dedos a su boca. No sé que hora es, o desde cuándo está despierta, pero es tan gratificante despertar y saber que está ahí, conmigo.

—Nabith.

Al escuchar su nombre salir del hombre que está al otro lado de la cama, hace que me estremezca, le he pedido cientos de veces que no se meta a mi cama, pero él no es una persona que obedezca así de fácil y siempre hace lo que se le da la gana. Me levanto despacio de la cama y cargo a la bebé entre mis brazos, me la he pasado cargándola todos estos días, siento que si la suelto en cualquier momento la voy a perder y eso no está en mis planes.

Salgo de la habitación con la bebé en mis brazos, puedo sentir mi cara hinchada por haber dormido, a pesar de qué la bebé es aún un recién nacido, no nos hace pasar una mala noche, al contrario es muy tranquila.

—¿Lilith?

La voz que se cuela en mis oidos me llena de una emoción desconocida, ya había pasado varias semanas desde que no lo veía y no me parecía del todo extraño no tenerlo cerca, aunque ahora viendolo frente a mi, mi corazón se llena de una euphoria única.

—¡Jiwon-ah!

Bajo las escaleras un poco más rápido de lo que tenía pensado, y los dos quedamos frente a frente, ambos sin saber que hacer o decir.

—Estas aquí. —le digo con una sonrisa enorme adornando mis labios.

—Apenas llegué. —su cara está más brillante que la última vez que lo ví, incluso puedo notar que las ojeras que adornaban su rostro ya no están.

¿Ese es el efecto de volver a tu país natal? ¿Ese es el efecto de ver a tu familia? ¿De descansar?

—¿Estás bien? —su pregunta me trae devuelta a la conversación y sonrió.

—Ahora estoy bien.

Su mirada titila, como un toqué de duda. Sé que quiere saber lo que pasó pero prefiere no preguntar. Él deja de mirarme a mi y desvía su mirada hacia abajo, sus ojos brillan y lo que veo, me sorprende, sus mejillas se tiñen de un color rosado y él guía su mano hasta la pequeña criatura que esta entre mis brazos, sus dientes blancos relucen tras sus labios rojizos.

—Me pregunto si tú lucias así cuando eras una bebé.

Lo que dice, me deja fuera de lugar por un breve momento y luego, suelto a reir pero me falta un poco de aire.

—Eso creo.

Jiwon alza su mirada, me mira a mi y luego a la bebé varias veces.

—Por suerte se parece a ti.— él también suelta a reír. —¿Me la das?

Sonrió y le extiendo la bebé a sus brazos, él la recibe feliz y de inmediato la pequeña mano de Nabith se envuelve en el dedo dw Jiwon.

—Es preciosa.— él se da la vuelta y se lleva a la bebé consigo.

—Oye... Yo iba a...

—Ahora es mía. —me interrumpe y se da la vuelta  llevándose a la bebé consigo.

Por extraño que parezca, no me siento insegura con el hecho de qué Jiwon se lleve a la bebé, desde que la he tenido conmigo no he podido soltarla, siento que si se la doy a Tadashi me la va a quitar. Por el contrario, sé que con Jiwon ella estará segura y ni aunque fuera una orden, él la alejaría de mi.

La Obsesión Del Yakuza. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora