*Narración de Panafresco:*
En el presente tengo 22 años, pero hace aproximádamente unos 12 años pasó, algo que me dejaría traumado de por vida, algo que no se alejaría de un rincón de mi mente en un buen tiempo y hasta tal vez nunca...
--------------- Fecha: 4 de Abril, año ????
Éramos una familia muy feliz, mis caprichos eran cumplidos con una sonrisa de parte de mi mamá que siempre estaba alegre y me quería como a nadie mientras que mi papá también la quería, pero salía mucho por "el trabajo".
Habían pasado 2 años desde que papá se había ido a comprar cigarrillos y, desde entonces, mi mamá estuvo trayendo tipos a casa. Cada día venía un hombre diferente, cada día un nuevo amante. En varias ocaciones, a esos hombres los veía más de una vez, tal vez unos 4 días como máximo.
Esa vez... hubo una excepción. Una vez vino un tipo el cuál se quedó 26 días, y lo sé porque los estuve contando. 26 días de agonía.Lo recuerdo bien, mi mamá entró a casa por la puerta principal con una botella de vino en la mano casi vacía, más o menos a las 9 de la noche. Lo peor es que seguramente había tomado mucho más y solamente se llevó otra botella para el camino. Venía balbuceando algunas palabras algo incomprensibles. A tan temprana edad no podía comprender aún la gravedad del asunto, imagínense.
Como era de esperarse traía a uno más de esos hombres con los que siempre se satisfacía para después echarlos de su vida para siempre, pero este no lucía ebrio en lo absoluto. Llevaba puesto unos jeans gris oscuro, el cinturón marrón que me dejó tantas cicatrices, su chaqueta de cuero negra y su colonia que más bien parecía perfume de mujer. Quién sabe con cuantas se había metido antes que con la señora a la que llamo "mamá" por obligación.Platicaron unas cuantas horas, coqueteaban y yo como siempre estaba tranquilo en mi habitación, tratando de conciliar el sueño pero siendo casi imposible por los gritos y risas tan fuertes que salían de sus despreciables bocas.
Tan pronto como mi madre se durmió allí, sentada aún en la mesa con la copa de vino medio llena y la boca abierta, escuché pasos aproximandose. Créanme que esto no era para nada común, tantas relaciones las que tuvo esa vieja y nunca me había pasado algo así.
Recuerdo como abría la puerta sigilosamente, su horrorosa mueca la cuál todavía me causa pesadillas, lo más característico de ese señor. Recuerdo que la primera vez que pasó estaba todo oscuro, pero lo ví asomarse claramente, la luz del comedor detrás suyo y escabuyendose por mi cuarto.
Entró, cerró la puerta de un portazo detrás suyo y se imaginarán lo que pasó.
Sufrimiento, llanto, gritos de desesperación, sangre, gemidos roncos que salían de su boca, moretones.
¿Y todo para qué? Para que la vieja de mi madre se despertara, soltara un "¡Miguel, dejá de gritar malnacido!" y se volviera a dormir.
Así fue durante 26 malditos días, aunque en mi cabeza quedará eternamente como un bucle infinito de maltrato y abuso.
Hoy en día quién sabe en dónde se encuentre ese señor. Solamente espero no encontrarmelo nuevamente ya que presiento que podría volverme loco, pero a la vez quiero tenerlo cara a cara. Quiero golpearlo, delatarlo, que lo metan preso. Ni siquiera yo sé hasta dónde podría llegar si me lo llegara a cruzar.
Sé que nos volveremos a ver, "J".
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Holaa, sé que la poquita gente que vió esta historia me debe estar odiando por haber desaparecido como por medio millón de años. Yo también me siento culpable ya que "prometí" que le iba a poner empeño. Creanme que con tanto estudio se me olvidó la existencia de Wattpad, pero ahora que las vacaciones se acercan estoy segura de que no se me va a escapar de la mente ahora.
Gracias por haber esperado, que en verdad no creo que nadie lo haya hecho, pero igualmente no se acaba el mundo por agradecer igual. Ví una personita que me comentó que le estaba gustando y le agradezco, eso es lo que me motivó a terminar el borrador del cap. 4.
Ahora sí, dejo de joder y más escribir. Chao chao ^^
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Mí señor...(Papulince x Panafresco)
FanfictionUn chico pobre llamado Miguel con falta de interacción social y de clase baja se entera un día, caminando por allí, los rumores de que la clase alta (osea, la realeza) busca desesperadamente a un sirviente para el caprichoso príncipe Luis. Si es que...