*Narración de Papulince*También había querido agarrarlo de la cintura, pero me recordé a mí mismo que solo lo estaba molestando por ahora. De hecho, tenía que hacerlo constantemente para recordarme sobre no hacer nada DEMASIADO extraño. -_- Tenía que admitirlo, estaba emocionado por tener un amigo/juguete/sirviente con el cuál divertirme, charlar y dormir, pero debía tomar las cosas con calma yo también. Después de todo no había pasado ni un día desde que había llegado y ya lo estaba abrumando, pobre cosita... xD
-Tranquilo, papu. Es solo una broma...
-Más te vale controlar tus conductas geiZzz, no funcionan conmigo de todos modos. -Me dijo con un tono de ligero desagrado, sin embargo había algo más. Parecía estar algo afectado, pero mostraba su frustración al respecto.
Debí haberlo imaginado, nunca lo había tratado así un hombre... aunque dudo que una mujer lo haya hecho tampoco. xD. Parece tener un registro impecable de amoríos.
-¿Por qué le prestas tanta atención si no te afecta? :V - Dije yo sin pensar demasiado, las palabras deslizandose por mi lengua tan fluídamente parecían haberlo dejado mudo por unos segundos. De hecho, ni siquiera contestó, por lo que decidí seguir con mi diálogo. -Bueno, lo siento, papu. Trataré... ojo, trataré, de no volver a hacerlo...
-Otra vez: más te vale, grasoso.
-...Por hoy.
Pensé que tomaría alguna especie de reacción ante mis últimas dos palabras, pero pareció no tomarle importancia o por lo menos actuar indiferentemente. Me sorprendió ligeramente, todavía no lograba entender a este (lindo) tipo.
*Fin de la narración.*
*Ese mismo día a la tarde, más o menos siendo como las 5 y cuarto pm*
*Narración de panafresco.*
Pasadas 5 horas del mediodía, me encontraba aburrido. Estaba acostado en la cama del príncipe... con el príncipe a mi lado. Tenía mis lentes de sol puestos como siempre, con los cuales sinceramente nunca veía demasiado bien pero me hacían parecer genial (aparre de que ocultaban mi extraña condición). Tenía mis manos posicionadas en mi estómago, mis dedos repiqueteaban en él, mi mente completamente concentrada en ello debido a que no había mucho más que hacer. Podía entender ahora por qué a Luis se le ocurrió la idea tan estúpida de convocar al pueblo entero por un amigo; vivir toda la vida holgazaneando era verdaderamente feo. Ahora estabamos acompañados y las cosas no parecía ser tan diferentes a como lo eran anteriormente en su vida, pero... algo se sentía... incómodo y reconfortante con respecto a estar a su lado.
Lo pensé bien mientras mis dedos repiqueteaban aburridos. Era incómodo el silencio que hacía que el aire se volviera tan denso como para cortar con un cuchillo, pero me hacía sentir seguro el hecho de que me encontraba lejos, muy lejos de mi madre, bajo la custodía del ejército de la realeza los cuáles seguramente me protegerían de cualquier engendro del mal que quisiera tocarme. Esa idea verdaderamente me hacía ilusión. Simplemente sabía que si estaba a su lado estaría seguro.¿Qué? Ya se me está pegando lo gay. Como sea. A veces lo miro de reojo para saber que hace tan ocupado a mi lado, estaba leyendo una novela. Tenía tapa y contratapa de color rojo oscuro estilo sangre, las hojas se pasaban con una buena movilidad y por lo que veo, la textura es lisa y cómoda. Sin embargo no puedo identificar si las páginas se encuentran amarillentas por el tiempo o sinplemente era decoración del libro. Tampoco identifiqué de qué género era, soy demasiado basado como para leer libros.
Mientras le daba una ojeada al libro discretamente a lo espía profesional sentí como una mirada se posaba en mí. Rápidamente levanté la mirada yo también y encontré al príncipe mirándome fijamente con una pequeña sonrisa de satisfacción al atraparme husmeando por curiosidad.
-------☆
Terminé de escribir este cap a la 1 y 20 de la mañana, no doy más. 😭
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Mí señor...(Papulince x Panafresco)
FanfictionUn chico pobre llamado Miguel con falta de interacción social y de clase baja se entera un día, caminando por allí, los rumores de que la clase alta (osea, la realeza) busca desesperadamente a un sirviente para el caprichoso príncipe Luis. Si es que...