𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚅𝙸

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En este momento me sentía como Elizabeth James en Juego de Gemelas, exactamente en la escena del clóset.

—No tengo madurez suficiente para esto.— Mi madre aún sostenía la pantalla con la solitaria Ruby quien me recomendaba usar negro, mientras mi madre decía que debía utilizar colores. Mi madre podría usar un vestido de lentejuelas en cada momento del día. Iría por el consejo de Ruby. Consiguiendo solamente unos simples jeans, negros, un top gris que se encontraba en el fondo de mi guardarropas y una campera negra de cuero a juego con unas botas que había comprado en una crisis reciente.

—Bea, considero que deberías salir.— Mencionó Ruby al otro lado de la línea. — Quizás necesiten privacidad.—

—Seguro, niña. Mi mayor ansia es pasar la noche en un KFC mientras mi hija resuelve su vida.—

Nuevamente había visto el reloj en mi muñeca, había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho. Mis nervios estaban de puntas. Faltaban quince minutos. La voz de mi madre hizo que moviera mi vista del espejo de mi habitación.

—Quince minutos antes. Al parecer él no olvida los viejos hábitos.— Mi madre fue alegre como una quinceañera directo a abrir la puerta.

—Tienes que prometer que intentarás saber su versión de los hechos.— Mencionó Ruby.

—Él ya dijo su versión de los hechos, ni siquiera sé el motivo de esta cita.— Está cita ¿Esto era una cita? Después de tantos años, volvía a tener una cita con Joe.

—Solamente recuerda, si tienes la oportunidad de huir con el chico, simplemente hazlo.— Por qué iba a huir con él.

Corte mi llamada con Ruby en donde ella solamente había soltado comentarios indecentes para el resto de la velada, bajé las escaleras asegurándome que tenía lo necesario en mi cartera.

Joe se encontraba en el mismo lugar, en el mismo lugar que sabía colocarse cada vez que venía por mi, si la espera era larga, solía sentarse en una silla cercana a la escalera,

Pero esta vez se encontraba caminando de un lado a otro mientras murmuraba con mi madre, ella realmente debía parar de hacerse ilusiones, nada sucedería.

—¿Debería tomarles una foto cómo en el baile de graduación?— Eso es, mamá. Aún puedes humillarme un poco más.

—No, estoy segura que Gia espera tu llamado para comentar la rebeldía de su hijo.—

—Cierto, he oído que robó en una tienda.— Sus ojos se abrieron recordando las horas que pasaba cotilleando y lo mucho que disfrutaba de eso, le dio un beso en la mejilla a Joe y otro largo y ruidoso en mi mejilla. Haciendo de esto aún más ridículo mientras se retiraba.

—Tengo una teoría y es que mientras más crecemos, nuestros padres más gozan en hacernos pasar el ridículo. Mi madre me gritó si cortaría tus flores para dártelas como en nuestras primeras citas.—

—Si tocas una sola flor, me encargaré de romper lo que queda de tu mano.—

Joe al igual que yo, solamente usaba negro. Pantalones y un sweater negro, nuestro gusto por la moda no había evolucionado. Aunque eso creía, mientras me alistaba para nuestro encuentro, había continuado husmeando el Instagram de Joe y su estilo si había cambiado, pero podía asegurar que eso era frente las cámaras. Seguía siendo el mismo Joe que aún abría mi puerta.

Athens no era un pueblo diminuto, pero por las noches, siempre la gente se apagaba, los noctámbulos se encontraban en clubs y bares, las calles se encontraban vacías, los restaurantes cerraban después de las nueve pero esta vez Joe, aún con su mano lesionada, se había encargado de tomar represalias con mi madre y acceder a que ella le prestara su auto. Ni siquiera a mi me lo prestaba y si a una persona que técnicamente le faltaba una mano.

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⏰ Última actualización: Apr 28 ⏰

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