37.Transformación

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Nada serio, solo tenía mis dudas.

Damián un poco extraño me mira de reojo y vuelve a seguir arreglando el desastre en la planta.

Damián, yo me encargo de limpiar.

Damián: ¿Hablas en serio?

Asiento.

Damián salió del bar, a lo que parecía ser un pequeño descanso.

Después de estar unas 2 horas, finalmente todo quedo como antes.

Creo que hoy no deberíamos abrir, suspiro.

Me sorprendió sentir el tacto de una mano, una que emanaba tranquilidad en mi hombro aún lastimado.

Hola, dije cálidamente.

Aria: ¿Limpiaste tú?

Asiento.

Aria me sonríe para posteriormente decir.

Hiciste un gran trabajo, felicidades.

¿Sabes qué me motivó?

Aria intrigada alza una ceja.

Como decirlo, guarde silencio unos segundos pensando que decir.

Bueno, verte sonreír.

Aria se sonroja un poco.

Quizá sea muy apresurado y si es el caso lo entiendo, pero no puedo tenerte lejos. Es como...

Aria pone su dedo índice en mis labios indicándome que no hable.

Aria: ¿Qué te hace pensar? , ¿qué eres él único qué piensa eso?

En ese caso...

Aria: Te debo unas gracias.

¿Por qué?

Si no me hubieras dado, qué incómodo decirlo, de tu carne, no podríamos haber ganado.

No seas tonta, quiénes hicieron todo fueron Damián y tú, yo apenas estorbaba.

Digo mirando al suelo.

Aria alza mi rostro.

Última y primera vez, que dices semejante estupidez.

¿Te podría pedir algo?

Aria: Claro, ¿qué necesitas?

My lady, ¿me permitiría besarla?

Aria un poco sorprendida responde

¿Crees tener qué pedirme permiso para besarme? Tan solo hazlo.

A su órdenes, mi reina.

Hago un gesto de reverencia, provocando la risa de Aria.

Antes, voy a cerrar las cortinas.

Aria: ¿Qué estás planeando?

Teniendo en cuenta, lo entrometida que es la gente, no quisiera que miraran cuando te beso.

Aria: Tampoco estamos cometiendo un delito ¿sabes?

Sí, pero adoro la privacidad.

Ya con las cortinas cerradas me acerco a ella provocando que retroceda unos pasos, hasta estar acorralada contra la pared.

Hueles divino, pequeña.

Aria se mortifica un poco ante mi comentario y me mira a los ojos.

Tan solo fue un apodo de cariño, nada más.

Y bien, ¿dónde me había quedado? Ah sí.

La agarro con una de mis manos la cintura y con la otra que estaba desocupada la puse por detrás de su cuello.

¿Estás nerviosa?

Aria: ¿Yo? Para nada.

Sin dejarla hablar más la besé, la unión de nuestros labios era una de las mejores cosas, sus pequeños y rosados labios, junto a los rojizos y carnosos pertenecientes a mí.

¿Te gusta?

Aria no se queda detrás y me devuelve el beso.

¿Me permites? Morderte digo.

Aria me mira, pero termina aceptando mi propuesta.

Es divino tenerte a mi lado.

Digo estando demasiado alegre.

Mira a otro lado, aquí voy.

Inqué mis blancos colmillos en la suave y tersa piel de su cuello.

¿Te dolió? Pregunte con un tono preocupado.

Aria negó con la cabeza.

Tú, eres mi todo pequeña.

Digo acariciando su bella cabellera.

Aria sonríe ante mi afirmación.

Aria: Tú también lo eres todo para mí Don Juan, cada uno tiene lo que le falta al otro, en otras palabras, eres mi media naranja.

Con mi dedo tapé la pequeña hemorragia formada en su cuello.

Aria: Me haces cosquillas.

Me detuve y mire serio al piso.

Aria: ¿Qué ocurre?

No he querido decirte, pero algo cambió...

Aria: Espera, ¿qué hiciste?

No hice nada, simplemente cambié y no sé si fue para bien, o para mal.

Aria me invita a sentar frente a la barra de tragos.

¿Qué pasa? , dice mientras toca mi espalda con su mano.

Es que... No sé que me está pasando.

Aria: Trata describirmelo.

A ver, trague saliva, has visto en dos ocasiones mi cambio de ojos y los colmillos.

Aria asiente

Pero no es solo eso...

Últimamente, me noto extraño, insasiable e incluso... Me quedé callado me daba miedo continuar.

Aria: ¿Incluso?

He llegado a sentir apetito por los humanos... Qué, ¿qué me está pasando?

Aria no me respondió, tan solo miraba al suelo von un rostro culpable.

Aria: Si eso te está pasando solo significa algo.

Aprieta la mandíbula y los nudillos.

Aria: Es mi culpa, estás cambiando por mi culpa, ¡todo es mi culpa!

Aria: Si aún no entiendes qué te pasa, te lo explicaré brevemente, te estás volviendo...

"El legado de los inmortales"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora