𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑛𝑐𝑒: 𝐵𝑒𝑡𝑡𝑦

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"Who knows, if I never showed up, what could've been
There goes the loudest woman this town has ever seen
I had a marvelous time ruinin' everything"

Nos encontramos caminando por un bosque, sorteando las raíces salidas de los arboles, las piedras y la extensa vegetación que nos da pelea para poder avanzar. El sol se cuela por las copas de los arboles y las sombras de estos danzan sobre nuestras cabezas.

Después de que James fuera a reclamar el premio a primer puesto rechazó a todos los reporteros que los estaban esperando, que ya sabían su nombre pero con el apellido que llevaba no era de extrañar, y fue directo a la camioneta de Logan dejando su tabla en la parte trasera y cerrando la puerta del copiloto de un portazo después de subirse. No volvió a cruzar su mirada conmigo, mucho menos hablamos del incómodo momento en la playa. Mejor. Necesitaba concentrarme en otras cosas. Como planear una caminata en uno de los lugares más lindos que conocía, junto a Taylor.

Así que hacía allí estábamos dirigiéndonos, a la pequeña cascada, en medio de un bosque olvidado, que la familia de Logan había encontrado hace tantos años y mi amigo nos había compartido cuando teníamos quince. Para llegar teníamos que viajar hasta el pueblo vecino, que estaba a casi a treinta minutos en auto, y después seguir a pie por otra media hora, adentrándonos en un bosque. Al principio solo Logan sabía cómo mostrarnos el camino y era el guía designado para cuando queríamos escaparnos y perdernos de las responsabilidades de nuestros hogares. Con el tiempo, ya nos salía natural encontrar las salidas del laberinto de vegetación.

Los árboles con pequeños corazones tallados y estrellas son prueba de nuestra huella por el lugar. Trazo el contorno de una de esas estrellas, parpadeando para intentar borrar la sensación del tacto de James haciendo lo mismo hace tres días en mi antebrazo. Miro de reojo la cicatriz que sobresale blanquecina en comparación al bronceado que ha comenzado a instalarse en mi piel.

Taylor gira la cabeza y me lanza una mirada desde donde está junto a Colin. Levanta una de sus perfectas y laminadas cejas coloradas. Bufo, molesta y le hago una señal con la mano, agachando mi cuerpo hasta que mis manos encuentran mis rodillas. Me quedo en esa posición como si intentara tomar aire. Mi amiga, que sabe que odio salir a caminar, rueda los ojos y gesticula "vaga" de forma exagerada.

Le saco el dedo del medio al mismo tiempo que siento un peso en mis hombros. Giro la cabeza para encontrarme a Jeremy dándome una de sus sonrisas características.

—Solo un poco más y ya llegamos, chanchito —me llama, con ese horrible apodo que me gané porque cuando hago mucho ejercicio comienzo a respirar tan pesadamente que un ruido muy parecido a un gruñido se me escapa.

No se me escapa como James se encuentra solo a dos metros detrás de él.

Le enseño el dedo del medio a Jeremy ahora, quien suelta una carcajada seca y me empuja hacia él. Mi espalda choca contra su pecho y su brazo ahora me cruza como si fuera un cinturón de seguridad. De pronto, una sensación de déjà vu me atraviesa y me aparto de Jeremy. James ahora se encuentra pasándonos, sigue sin dirigirme la mirada, pero su mandíbula está tan apretada que una vena pulsa en la base de su cuello.

Si Jeremy parece sorprendido de que lo solté tan abruptamente, no lo demuestra, sino que encuentra mi mano y tira de ella para que camine, guiándome como un perrito con correa o una nena que hace haciendo algún capricho y los padres la tienen que arrastrar por la fuerza. Bufo de nuevo.

El camino se hace cada vez más amplio hasta terminar en un acantilado. Sacudo la mano para que Jeremy me suelte y voy hasta donde se encuentra Taylor. A diferencia de mí, ella se encuentra tan impoluta como cuando salimos. No hay un solo mechón de cabello fuera de su perfecta colita de caballo. La veo abrir y cerrar la boca como un pez.

𝘛𝘩𝘦 𝑡𝑟𝑎𝑔𝑖𝑐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘴𝘵𝘰𝘳𝘺 𝘰𝘧 𝘉𝘦𝘵𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora