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●Narra Daenerys●

Algo que se destaca mucho en mi que es mi cualidad que muy a menudo me trae problemas es mi grande curiosidad.

Así que después de alistarme, peinarme y colocarme el dichoso relicario salí hacía la biblioteca. Decidí que antes de el desayuno familiar tomaría algunos libros de la biblioteca sobre la historia de Aegon y sucesos relacionados o que hayan ocurrido en el mismo año, como nadie entra en la biblioteca nadie notaría que faltaban así que, que más da.

Criston no me seguía ya que me había levantado más temprano de lo usual para que me de el tiempo de leer y concentrarme en la lectura.

Tome entre 4 y 7 libros algunos más grandes y gruesos que otros además que estaban algo polvosos por la antigüedad que tenían.



- Saliste muy temprano- Sir.Criston me saludó en la entrada de mis aposentos.

- Buenos días para usted también Sir, no quiero quedarme de brazos cruzados además que tengo bastante curiosidad- sonreí con gracia.

- ya saben lo que dicen por ahí princesa- me miro con una mirada tan fugaz que me tento el besarle ahí mismo.

- ¿Qué dicen por ahí Sir.Criston?- el hablar con él sin importar el tema o si nuestra conversación era tan larga o corta me hacían salir del plano terrenal olvidar todos mis problemas y preocupaciones además de que me hacía sentir única y especial como nunca antes me había echo sentir y me agradaba que solo él tenía ese efecto en mi de hacerme sonreír como una boba enamorada y él lo sabía.

- La curiosidad mató al gato-

- talvez yo sea la excepción-

- espero y así sea no soportaría el perderla- sonrió.

- no lo hará, nunca- me despedí de Criston y entré en mi habitación Alicia se encontraba adentro con una sonrisa enorme en su rostro temí por sus mejillas.

- ¿Qué sucede?- deje los libros en una mesa grande que se encontraba frente a un ventanal que me dejaba una hermosa vista de los Jardines de la fortaleza y es mi lugar favorito en los días lluviosos.

- la escuche, lo escuche todo, debe contarme- se acercó tomando mi muñeca tirando de ésta asía un sofa, lo entendí ella había escuchado mi conversación con Sir.Criston.

- no hay nada que contar- traté de disimular en donde erre rotundamente al ver su cara.

- los demás podrán estar ciegos o talvez no presten atención, pero a mi no me engaña hay algo entre usted y su caballero juramentado algo que no está permitido- me rendí ella había escuchado la conversación y se había dado cuenta de nuestro comportamiento.

Debemos ser más sigilosos

- esta bien- deje salir un suspiro- si hay algo- ella me miro emocionada- pero debes prometer que no vas a decir nada ni por error porque no dudaré en ir a por ti- ella asintió.

- estaré tan callada como una tumba- sonrió- lo prometo-

- no es nada oficial, pero nos atraemos mutuamente- concluí.

- eso es obvio, pero- se calló abruptamente- no es de mi incumbencia seguir preguntando- se acomodo en su lugar recordando quién era.

- tu eres mi amiga- tome su mano- y tienes mi confianza, no hagas que la pierda porque la confianza es lo más importante que existe y si la pierdes es muy difícil volver a recuperarla, ¿lo entiendes?-

- por supuesto, no la defraudare- sonrió en grande- pero ¿y su prometido?- cierto no había pensado en Viserys.

- el no se va a enterar de nada-

El caballero Dorniense Donde viven las historias. Descúbrelo ahora