Capítulo VIII: En Las Riberas Del Río

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-¿Desde cuándo eres tan imbécil?

La voz de una mujer se volvió audible. Oliver reconoció la voz al igual que Gren, pero yo no lo hice.

-¿Y tú desde cuándo te preocupas por mis acciones?

La segunda voz sí fue reconocida por mí. Una voz masculina, la voz del mismo que dijo que me protegería. Me volteé, como si pudiera verlo.

-Desde que vi tus ojos iluminarse por ella.

Oliver se mostró confundido y Gren frunció el ceño. Los pasos del Diablo se dieron a conocer por todo el palco. Nos quedamos en silencio.

Los gritos de la profesora Luna quedaron en la nada.

-¿Estás celosa?

-Soy tu debilidad y siempre lo seré, pero no quiero tener piedras en mi camino.

-Si llamas de nuevo a mi ángel como una "piedra en tu camino", te arrepentirás.

-Es lo que es. Nunca proteges a nadie excepto a mí. Incluso eres capaz de dañar a tus propios subordinados, pero ahora El Diablo quiere proteger a un Ángel...

-No a cualquier ángel, a mi ángel.

-Ni siquiera es tuya.

-No tiene que serlo para que la proteja.

Suspiró. El Diablo se quedó quieto, pero los tacones de la mujer continuaron sus movimientos hasta llegar al lugar donde él había dado sus últimos pasos.

-Si tanto quieres protegerla, ¿por qué la dejaste en cronostasis? ¿Y por qué no fuiste a salvarla?

-Cállate, Vivian.

-Dices que la protegerás y todo, pero ella está en cronostasis por tu culpa.

-¡Dije que te callaras, maldita sea!

Espetó el villano. La mujer se quedó callada unos momentos hasta finalmente volver a abrir la boca.

-¡No me callaré jamás! ¡Eres un maldito hipócrita! ¡Si tanto quieres usarla para alguno de tus planes, lo hubieras planeado mejor!

-¡Quiero protegerla, pero no para manipularla! ¡Quiero protegerla porque yo..!

Se quedó callado. Se escucharon suspiros.

-¿Y desde cuándo usas rojo? No me digas que es desde que bailaste con ella. Usando un chaqué negro con esa camisa roja... Sólo pudo haber sido por la chica.

-No es un tema de importancia, Vivian.

-Entonces envía a Buk al otro lado y haz que la busque. Luego te olvidarás de ella.

-Buk no irá y no pienso fallar a mi promesa de protegerla.

-No la estás protegiendo dejándola en cronostasis. ¿Todo este problema es por Fernán?

-No vuelvas a pronunciar su nombre de nuevo, Vivian.

-Lo haré el día en el que dejes de sentirte culpable por su muerte. Sabes que jamás podrías haberlo evitado.

De pronto me di cuenta, nunca supe la causa de muerte del tío. En la llamada telefónica dieron aviso, pero nunca dijeron la causa. ¿El Diablo estaba detrás? No, no tiene sentido. Dijo que se sentía culpable por no haber asistido a su funeral.

-No soporto más tenerte aquí. Lo único que haces es criticar, pero no me ayudas.

Expresó el villano, su tono de voz se mantenía lo más que podía.

-Siempre he sido tu debilidad. Por más molesto que estés, sé que no me harás daño.

-Vivian, dejemos este tema para otro momento.

Por amor a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora