Obedéceme (ShinDeku) Omegaverse

Cap 14 - No estás sólo -

 
  Se encontraba en un estado de total paz y tranquilidad, donde podía sentirse uno con la naturaleza y el aire mismo que lo rodeaba.
  A pesar de tan hermosa sensación de calma, abrió sus ojos con cuidado de no enceguecerse con la luz matutina, divisando en primer plano a Izuku dormido. La imagen que tenía al frente le dieron ganas de patalear de la emoción, sin dudas éste había sido el mejor despertar de toda su vida.
  Se notaba que el pecoso se encontraba totalmente cómodo por el aroma dulzón que emitía, abrazando de lado el torso de Shinso, mientras lo mantenía pegado con su pierna izquierda sobre él.

  Totalmente enternecido, y con una sonrisa pícara, quiso ver la reacción del más pequeño al despertar.

  — Izuku — habló bajito para no despertarlo bruscamente.

  Al no tener respuesta, acarició su cabello verdoso hacia atrás, descubriendo su frente para así darle un beso, seguido de una pequeña sacudida a su hombro.

  — Mmmmghh, no molestes.... — se quejó bastante adormilado aún, haciéndose bolita con las sábanas y dándole la espalda.

  Ese tal Shinso ni dormido lo dejaba tranquilo. Primero aparecía en sueños, y ahora lo molestaba queriéndolo despertar.
  Al sentir todavía la insistencia del mayor; ya enojado y desorientado, se sentó en la cama dándole la espalda, agarró con furia la almohada que tenía anteriormente debajo suyo, y sin más, salió molesto de la habitación del pelimorado hacia la suya.
 
  Shinso se quedó estático en su cama, totalmente sorprendido del sonambulismo que padecía/poseía el pecoso.

  Por suerte lo vistió con una camisa suya que le llegaba hasta los muslos. Porque de no haber sido así, el peliverde habría caminado desnudo hasta su habitación.

 

★ _____________ ★

  ¡PLUS ULTRA!

  Con el celular en la mesita de luz al lado de su cama, el tono de llamada casi lo infartó del susto.
  Sin poder abrir correctamente los ojos, atendió la llamada de prisa.

  — ¡Deku-kun, por fin! Ésta es la sexta llamada que hago, me preocupaba que estuvieras muerto — mencionó Uraraka con tono de preocupación y burla.
 
  — Ehh? Uraraka-san? Por qué llamas tan temprano? — con la voz ronca y llena de sueño, se lo recriminó mientras frotaba sus ojos.

  — Temprano? Mira la hora que es — hubo un suspiro prolongado, donde la castaña se dió cuenta que su amiga estaba a punto de dormirse — DEKU-KUN!

  — AH! Bueno bueno, ya estoy despierto!

  — Son las 4 de la tarde — soltó de repente, reprochándole. Casi podía imaginar que la chica se había cruzado de brazos.

  Cuando verificó la hora en su celular, del otro lado de la línea se escuchó un alboroto, indicando que el peliverde se había caído de la cama.

  — JAJAJAJAJAJA

  — NO TE RÍAS — se quejó de forma infantil el pecoso.

  — Cierto, perdón. Estás bien? Pfff — preguntó conteniendo su nueva carcajada.

  — Seh, seh — se sorprendió nuevamente al pensar en una cosa — LAS CLASES! ME PERDÍ LAS CLASES, URARAKA-SAN

  — Deku-kun

  — QUÉ VOY A HACER? AIZAWA-SENSEI ME REGAÑARÁ — de nueva cuenta, se escuchó un ajetreo.