Cap 2 - Peligroso -

1.7K 133 8
                                    

Aún dos días después del suceso en la enfermería, Izuku no podía sacar de su mente la actitud del pelimorado.
Todos sus conocidos sabían de la buena relación que tenían esos dos, a tal punto que se les hizo extraño el no verlos juntos por dos días seguidos.
El peliverde no sabía cómo afrontar a Shinso luego de casi refregársele desesperadamente.
Interrumpiendo los pensamientos del pecoso, ingresó al aula Aizawa-sensei, anunciando que fueran a los vestidores para seguir con el entrenamiento especial que habían preparado para cada alumno.

◖⁠⚆⁠ᴥ⁠⚆⁠◗

Ya en el campo de entrenamiento, les explicaron tanto sus lugares, cómo sus misiones individuales, las cuáles fueron pensadas para explotar los fuertes de cada uno. Todos tenían algo común, evitar que su oponente quitara un lazo gris que podían atar en alguna parte visible de su cuerpo.
El objetivo de Uraraka era luchar haciendo levitar la mayor cantidad de objetos por el mayor tiempo posible, el de Yaoyorozu era planificar las circunstancias y mejorar su capacidad de creación. Y así con cada alumno.
Al momento que mencionaron a Izuku, le asignaron un compañero "especial", con el que podría perfeccionar su velocidad y agilidad.

- Midoriya, tu invitado especial será Shinso Hitoshi, el necesita de tu experiencia así como tú necesitas de sus conocimientos básicos, no es bueno seguir si no tienes en cuenta los principios iniciales - habló Aizawa-sensei con una mirada que Izuku no supo descifrar.
Al escuchar ese nombre, su expresión cambió de una de emoción, a una de confusión. Por qué de todas las personas, justo debía ser él su compañero?

Todos se pusieron en sus posiciones, y al sonar la alarma, tenían exactamente una hora para mejorar y demostrarles a sus profesores que eran mejores en cada entrenamiento.

Al llegar, ató el lazo en su muslo izquierdo, teniendo en cuenta que sus piernas habían sido su punto fuerte últimamente.
Habían varios escenarios designados, pero el que le tocó a Izuku le pareció un tanto extraño. Se trataba de un salón casi a oscuras, con varias columnas en fila, y de éstas, colgaban entre sí cintas blancas a todas direcciones.
Escuchó un ruido que lo puso alerta. Saltó cuando una cinta venía hacia él para atraparlo.

- No creí que fueras a ser tú mi rival, Midoriya - mencionó saliendo de las sombras un sonriente Shinso.

- Pues para mi desgracia, sí - dijo seguido de volver a saltar para esquivar las cintas.

- Oye, en serio pusiste tu lazo ahí? Me estás provocando? - se burló sonriendo.

/ No le sigas el juego, tranquilo. No puedo ver su lazo, así que debe estar en su cuello, debajo de las cintas / - pensó mientras corría, aprovechando la poca luz para acercarse.

- Ni pienses que eso funcionará - dijo mientras maniobraba las cintas por el aire como defensa - / Parece un conejo/ pensó al verlo saltar y correr tanto.

[°°°]

Pasaron 40 minutos en el que ninguno de los dos parecía querer rendirse al cansancio, pero Shinso empezaba a tener quemaduras en sus manos, e Izuku, ardor en sus piernas. Más allá de eso, ambos de sentían extrañamente exitados y acalorados.
Shinso no resistió más y usó una táctica para apresar al peliverde entre las cintas, cosa que resultó exitosa debido a la poca luz.

- Vaya, eso fué más fácil de lo que esperaba - burlándose del más pequeño.

- Maldición - susurró a la vez que intentaba zafarse rápido. Esa posición le causaba un poco de vergüenza.

- Eso no funcionará, conejito - tensó el agarre del peliverde, y se ruborizó al prestar atención a la vista que le brindaba el pecoso.

Ambos sentían que era una situación peligrosa, pero uno de ellos la aprovecharía sin dudarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ambos sentían que era una situación peligrosa, pero uno de ellos la aprovecharía sin dudarlo.
El más alto se acercó tranquilamente, se paró detrás y posó su mentón sobre el hombro izquierdo del peliverde.

- Midoriya - le susurro al oído, causando un escalofrío en el contrario - Creo que gané, no es así? - deslizó su mano por la cintura del pecoso.

- Que- - calló al sentir cómo su voz salía más aguda de lo normal. No pudo evitar emanar feromonas, su celo adelantado apenas había terminado ayer, y ese día no tomó supresores debido a que no quería sufrir los efectos secundarios en el entrenamiento.

- Oye, hueles delicioso. Estás intentando seducirme? - mencionó a la vez que cubría los ojos del más pequeño con una cinta. - Midoriya, puedo quedarme con ésto? - bajó su mano hasta el muslo izquierdo y empezó a hacer círculos sobre el lazo atado. Podía sentir cómo el contrario temblaba y su temperatura aumentaba, cosa que lo motivaba a continuar.

- Shinso-kun~ - ronroneó seductoramente, volteando su cabeza hacia el costado del pelimorado, acercando peligrosamente sus labios.

- Dime, Midoriya - acercó su rostro sonrojado y tentado a ir un poco más lejos.

Al sentir que bajó la guardia, en un rápido movimiento, el pecoso rompió las cintas con sus muñequeras, y con uno de los movimientos de artes marciales que Uraraka le enseñó, inmovilizó al más alto en un instante.

- JA! Quién intenta seducir a quién? Déjate de bromas Shinso-kun - mencionó soberbio, mientras buscaba entre las cintas del cuello ajeno, el lazo que le daría la victoria.

- Midoriya, desde mi perspectiva, tú eres el que está jugando conmigo.

- A qué te- - se detuvo en seco al percatarse de la forma en que sostenía al pelimorado.
Si bien logró su objetivo de inmovilizarlo, éste se encontraba sentado sobre la entrepierna del contrario, con las rodillas apoyadas a los costados, y sus pequeños pero fuertes brazos, sosteniendo las muñecas del otro más arriba de su cabeza.
Un fuerte color rojizo no se hizo esperar en el rostro del pecoso. Pero más allá de la vergüenza, estaba dispuesto a soportarlo para arrebatar el lazo contrario y ganar la prueba.

- Viendo cómo te encuentras, y aún así seguir de éste modo...... Debo suponer eso como una invitación? - preguntó burlón a la vez que levantó sus caderas.

Ante la fricción que provocó ese movimiento en el trasero de Izuku, Shinso empezaba a perder la cordura debido al dulce y tentador aroma que liberaba el contrario.
Ambos se miraron fijamente, uno con el ceño fruncido por la vergüenza, y el otro, con una mirada y sonrisa arrogante.
En medio de la disputa visual, algo los dejó en una especie de trance, donde ninguno quería apartar la vista del otro. Lo que no sabían, pero podían sentir inconscientemente, era que sus lobos se estaban reconociendo entre sí.
Fueron unos cuantos segundos en los que ambos se sintieron relajados. Unidos.
Completos.

Tienen exactamente 15 segundos para regresar con la cinta enemiga!!! YEAAHH!!!

Lograron recuperar su raciocinio al escuchar el grito enérgico de Present Mic. Por lo que Izuku en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba corriendo a 4 metros de Shinso con la cinta robada. Mientras que el pelimorado, a pesar del grito, no pudo reaccionar lo suficiente como para perseguirlo. Quedó estupefacto en el suelo ante el reciente comentario de su lobo:

Es nuestro~







Buenos días/tardes/noches! (⁠◕⁠ᴗ⁠◕⁠✿⁠)
Estoy feliz por recibir el primer voto a la historia, es algo insignificante ya sé, pero es bastante especial para mí. 
Ya saben, si encuentran alguna falta de ortografía o incoherencia, no duden en avisarme, se los agradecería.

No se coman las uñas y cuídense mucho! ^^

Ana fuera ◖⚆ᴥ⚆◗❤️

Obedéceme (ShinDeku) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora