VII. Tu eres...

113 15 4
                                    

De los cuatro dias que llevo aquí podia reconocer el "gracias" como la palabra que mas he repetido.

No sabía quiénes eran y ya intenté explicarles que no tenía el dinero para pagarles la estadía, aún así ellos, o más bien ella, la señora Hawkins, insistía en alojarme en su morada y darme el mejor y más delicado trato que pueda. Se aseguraba de revisar mis heridas todos los días, me ayudó a limpiarlas los primeros días, que fueron aquellos en los que apenas podía moverme, me traía la comida a mi alcoba y se aseguraba de prepararme un baño tibio todos los días en la mañana. Era genuinamente una madre, en toda la extensión de la palabra, y no solo para el carajito de su hijo, si no para todo el que se alojaba bajo su techo.

Mi gratitud hacia ella continuaba creciendo mientras más tiempo pasaba y aquello me preocupaba, sabía que no tenía el tiempo ni el dinero para pagarle, y a pesar de que ella insistía en que no hacía falta, que no esperaba una recompensa de esto, la culpa que me daba irme y no retribuirle sus actos era demasiada.

Pasaba la mayor parte de mi tiempo estudiando el artefacto que prometia ser el mapa, aplicandole distintas combinaciones, junto con lo poco que recordaba de la única vez que vi a alguien abrirlo, realmente no sentía progreso y me frustraba genuinamente.

Había analizado el dispositivo lo suficiente como para reconocer como funcionaba, nanotecnologia bioactivada, la fuente de energía viene del propio óxido que se genera dentro del mecanismo, alguna clase de tecnobacteria que se alimentaba de la parte corroida de los engranajes, optimizando su funcionamiento y atribuyendose a sí mismo una energía casi infinita. Una creación como ninguna otra en esta galaxia. Sin embargo, no había forma de confirmar nada más allá de mis observaciones, de todos modos, aún no lograba abrirlo.

Detuve mi cansada mano de escribir combinaciones en la libreta y solté un pesado suspiro. Me levanté con cuidado y decidí salir de la habitación en la que me habían alojado.

El lugar solía ser un hostal, pero al parecer por la naturaleza recluida de la zona no tenía demasiada clientela, eventualmente dejaron de alojar personas y simplemente se redimió a un restaurante, la posada benbow no era tanto una posada, no habían tantos viajeros que elegían aquel lugar, más que nada porque estaba en un planeta casi abandonado y también porque estaba en la cima de un barranco, lejos de las sobras civilización que quedaba en el lugar. Me di cuenta de todo esto cuando me trasladaron de habitación, una vacía y casi sin muebles, la prepararon para mi ya que en un inicio estaba ocupando la del hijo de Sarah y el estaba claramente disgustado con esto. Aunque mi mudanza no pareció servir de mucho, seguía mirándome de reojo cada que salía de la habitación al baño o a alguna otra cosa de urgencia, supongo que el cree que no me doy cuenta, pero hace bastante evidente que sospecha algo de mi, exactamente no sé que es, pero me divierte verlo intentar averiguar sus dudas solo con su mirada. De todos modos no lo culpo, vive en un lugar bastante recluido, estoy segura que tener a alguien desangrandose sobre sus sábanas es algo que no le sucede muy a menudo, aún así su madre parece tomarlo con bastante cordura, me recordaba a mi madre, al menos cuando no estaba bajo sustancias, me recordaba mucho a ella cuando estaba sobria.

━━Buenos días... uh, no, tardes. Buenas tardes.━━ Saludé y le extendí una sonrisa a la gente que estaba almorzando en el comedor del lugar, Sarah estaba atendiendo a los comensales con una sonrisa, demasiado ocupada tomando órdenes como para darse cuenta que su huésped había salido de la habitación por voluntad propia después de casi cuatro días encerrada. Analicé un poco el lugar y caminé hasta la cocina, sitio en el que ahora Sarah estaba trabajando.

Se veía alterada, o más bien estresada.

Sirvió un par de platos y los puso en una bandeja, yo me acerqué a ella y hablé. ━━¿A qué mesa va esto?━━ Pareció asustarse primero, luego, sorprenderse y enojarse al mismo tiempo.

CATARSIS ━━ Jim Hawkins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora