V. Hostal

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A pesar de la desfavorable situación no podía evitar sonreír cada que miraba de soslayo la esfera envuelta en cuero que yacía sobre mi mano, sonrisa que tambaleaba en mi rostro cada que la nave robada insistía en fallar. Me habían abatido con tiros mientras escapaba de la nave con el mapa robado, y cuando me escondí en la ciudadela de K-12B me persiguieron tanto que ni tiempo tuve de verificar mis heridas, intenté comprar una nave exploradora pero con el apuro de escapar termine llendome con el dinero en mano y la nave también.

La nave estaba hecha para soportar los desiertos, no el espacio, por lo que apenas salí de la atmósfera sentí como su velocidad se reducía, tampoco ayudó mucho que los piratas arremetieran contra mi apenas me reconocieron en plena escapada. Los cañones dañaron un par de hélices principales, pero conseguí alejarme del sistema solar y llegar a otro más lejano, apenas encontré un planeta habitado me metí con rapidez, a este punto la caída era irremediable, solo me quedaba asegurar mi integridad y la del mapa mientras buscaba un lugar seguro en el que caer.

La adrenalina seguía poseyendo cada músculo de mi cuerpo, por lo que las heridas y la caída no dolían, y por ahora no me preocupaban, pero sabía que apenas baje ese golpe de histeria el tajo en mi estómago empezará a sangrar cual barril baleado. Apenas cayó la nave tomé el mapa y lo metí en la bolsa de cuero en la que llevaba las pocas pertenencias que logré rescatar; unas cuantas monedas, herramientas de navegación que probablemente se rompieron en el ajetreo y un diario casi vacío. Salí de entre los restos de la nave y miré al cielo viendo si la nave pirata se aproximaba, al no divisarla por ningún lado supe que aún tenía algo de tiempo.

Miré la gran caída que le seguía al borde del barranco, miré entonces la nave humeante, pronta a colapsar, y supe que lo más sensato será tirarla, para cubrir mi pista. Con las fuerzas que me quedaban, que no eran muchas, posé mi espalda en la nave e intenté empujar, al ser pequeña lograba moverla, pero era apenas un balanceo que no significaba mucho, suspiré y me detuve a quejarme, el dolor ya había tomado parte de la mayor parte de mi cuerpo, los golpes, los disparos, y la caída ya empezaban a hacerse notar, cerré con fuerza los ojos y volví a intentarlo, encontrando que esta vez me resultó mucho más fácil, es más, a los pocos segundos la nave caía por el barranco hasta llegar al final de este. El estruendo de la caída opacó mi grito de sorpresa cuando vi que a mi lado había alguien más, como reflejo quise sacar el arma que colgaba de mi costado, solo para encontrarme con una funda de cuero vacía y un dolor agudo en mi vientre. Reconocí al chico frente a mi como la razón de porque empujar la nave me resultó tan fácil, el aceite que brotaba de la nave por los golpes estaba manchando sus manos y parte de su ropa como indicio de que me había ayudado a empujarla. Por la forma en la que se paraba y como me miraba supuse que no representaba amenazas, es más, una ayuda, como lo fue antes.

Antes de que pudiera preguntar por algún hostal, una enfermería, antes de poder decir nada, habló el primero, con duda y preocupación, así como un deje de miedo. ━━Está... ¿Está usted bien?━━ Preguntó señalando ninguna parte especifica de mi, es más, señaló toda mi anatomía y su mirada me recorrió por completo. ━━Tiene... uh... un poco de...━━ Se acercó un par de pasos mientras señalaba su estómago y luego el mío. Seguí con la mirada su dedo y vi, sin mucho asombro, la sangre que cubría gran parte de mi abdomen. La camisa blanca no era de mucha ayuda para disimularla, y la tela a este punto había absorbido el líquido carmín hasta casi mancharse en su totalidad.

━━Ah... si. Tengo... mucho de eso.━━ Bisbiseaba palabras sin realmente saber que quería decir, la adrenalina pronto había bajado, ya casi no tenía energías ni para mover mis labios, y de pronto una sensación escalofriante de frío llegó a mis extremidades. Intenté caminar, intenté pedirle ayuda, pero resultó en un intento vano, toda la energía que hace apenas unos segundos sentía había bajado de zopeton, y todo mi cuerpo me resultaba demasiado pesado como para si quiera mantenerme de pie.

CATARSIS ━━ Jim Hawkins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora