Angel volvió al estudio solo para recibir una golpiza de parte de Valentino. No por el hecho de que lo hubieran descubierto desde el primer día, sino porque prácticamente Husk se había burlado de él con ese salúdalo de mi parte. Claro la peor parte se la llevaba Angel. Sin embargo, eso no evito que Valentino en su afán por querer conseguir lo que quería lo siguiera enviando.
Ángel supuso que como Husk ya había dejado en claro que no importara a que puta la mandaran, el no iba a ceder, no tendría porque ir de nuevo a su casino, pero claro Valentino era muy impredecible.
Por lo que para Angel estar en el casino de pronto se convirtió en algo habitual. Llevaba yendo dos semanas de forma consecutiva. Y en ningún momento se había topado de nuevo a Husk. Casi parecía que era evitado a propósito.
Alastor era otra historia.
Justo como en ese momento que le sonreía abiertamente mientras lo veía de pies a cabeza.
—¿Qué? —soltó Angel al ver la forma en que le veía—. Saca una foto, te va a durar más.
El demonio de la radio simplemente rio antes de acomodarse su monóculo.
—No soy quien para juzgar las vestimentas ajenas, pero creo que podrías venir de forma más adecuada —señalo mirando la ropa de Angel, este siguió su mirada y frunció el ceño—. Lo digo en serio, señor cliente frecuente.
Llevaba semanas viniendo con su uniforme de trabajo, no sabia porque de pronto era importante.
—¿Y? Así me has visto antes.
—Si bueno, etiqueta —apenas decirlo, chasqueo los dedos y la ropa de Angel cambio a un vestido rosa pálido brillante largo con los hombros descubiertos—, puedes pasar.
—¿En serio? —gruño viendo la ropa que ahora vestía.
—Si, bienvenido —rio al decirlo señalando con su mano el interior del casino.
Angel solo chasqueo la lengua e ingreso.
A veces Alastor era muy extraño. Había días que no emitía palabra alguna y otros como ese que parecía ser muy elocuente. Y se tomaba ciertas libertades, como cambiarle la ropa sin su permiso.
Molesto llego a la barra y se sentó dándole la espalda.
—Chico, sírveme una copa de vodka.
—¿Solo vodka? —aquella voz le hizo tener un escalofrió. Ángel miro sobre su hombro y se encontró a Husk del otro lado de la barra limpiando un vaso tipo masón—. Hola, Angel.
Ángel sintió que su voz se quedaba atrapada en sus labios. Su voz era mas seductora de lo que la recordaba. Rápidamente volvió su vista a la entrada y encontró la mirada divertida de Alastor.
<<Oh, le agradeceré más tarde>>
—¡Hey! Demonio del azar. Eres alguien muy difícil de encontrar —apunto girando totalmente el banco hacia Husk, que ya detallaba la ropa que traía puesta. Eso hizo que el corazón de Angel sufriera un vuelco.
—Ese color se te ve bien —dijo dejando el vaso en algún punto incierto para Angel—, soy un hombre de negocios. Y por ende ocupado.
Ángel resistió las ganas que tenia de soltar un chillido y se concentro en seguir con su papel de chica mala.
—¿Qué hace ahí atrás el demonio del azar? —preguntó coquetamente.
—Ya te había dicho que me llamaras Husk —corrigió sonriéndole. Y aquella sonrisa desarmo a Angel—. Estoy trabajando.
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El Overlord del Azar [Huskerdust]
FanfictionEra un todo por un nada, así es como era, así era como vivía; hasta que cierto día un contrato lo cambio todo. ♦️ Los personajes no me pertenecen son propiedad de Vivziepop/A24 ♠️ Se tocan temas sensibles como esclavitud y abuso, leer con precacion...