Ahop (9)

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—Ya basta Alastor, se lo que intentaste hacer —advirtió Husk cuando este abandono la entrada y comenzó sus rondines por el lugar.

Alastor rio al verse descubierto. Esperaba que esa conversación se diera apenas Angel abandonara las instalaciones. Sin embargo, Husk disfrutaba de hacerlo esperar.

—¿Y que intento hacer exactamente, amo? —pregunto con sarcasmo cruzando los brazos tras la espalda.

—Deja de empujar a Angel contra mí.

—Yo no he hecho tal cosa —dijo divertido observándolo de reojo.

Ambos caminaban a la par, siendo observados por los demonios que estaban en el casino.

—Alastor —advirtió al ver que solo se estaba haciendo el loco—. No insistas con eso, ya hablamos sobre Angel.

—Bueno, hasta donde yo recuerdo, tu admitiste que te gustaba. No creo estar haciendo algo mal.

—No dije eso.

—Esta bien —rio deteniéndose, viéndolo hacer lo mismo—. Solo dijiste que te lo querías coger —corrigió diciéndolo lo mas fuerte que pudo.

Husk comenzó a aclararse la voz cuando un par de demonios voltearon abruptamente la mirada hacia ellos.

—Tampoco lo dije de ese modo —entonces una risa se le escapo. Alastor a veces tenía formas muy raras de molestarlo. Como hacerlo incomodar, por ejemplo—. Claramente dije, que me atraía Angel, pero no iba a intentar nada con él porque era una apuesta riesgosa.

Alastor bufo, como si le restara importancia.

—Vamos, todo es riesgoso aquí abajo —obvio rodando los ojos—. Valentino tiene razón, eres hombre y tienes necesidades, ¿crees que no mire como lo viste la primera vez que entró a este lugar?

—Y por eso mismo te pedí que no lo dejaras pasar de nuevo —le recordo sintiéndose un poco mal de recordar que lo que decía Alastor era cierto.

¿Había consumido el producto de Angel Dust? Si, lo había hecho.

¿Lo deseaba sexualmente como cualquier otro demonio? También era cierto.

Lo que era aun mas cierto, es que él no quería ser uno más del montón que solo viera a Angel como un objeto sexual. El chico se merecía más que solo eso.

Se necesita más que una cara bonita para tentarme —recito divertido de las palabras que había dicho Husk antes—. Solo te hago un favor.

—Ugh, deja de espiar mis conversaciones.

—Es parte de mi trabajo, ¿lo recuerdas? —entonces comenzó a reír—. En todo caso, debes de admitir que hoy se veía particularmente adorable, estoy pensando darle ese tipo de ropa cuando venga, solo para ti. Ya que no lo tocaras, como dicen burdamente, al menos te dejare que te deleites visualmente con él.

—¿Crees que no se porque quieres que me fije en Angel Dust? —pregunto cruzándose de brazos—. No me hará bajar la guardia ni tampoco se convertirá en mi punto rojo.

—Eres un hombre aburrido —le dijo Alastor por fin al ver lo terco que era—. Y me pones difícil el intentar deshacerme de ti.

Husk sonrió divertido. Si las circunstancias entre ambos se hubieran dado diferentes, quizá hubieran sido buenos colegas.

—Eso es así desde que te tengo bajo mi control —comento ladeando la cabeza—. Es cierto, Angel se veía muy hermoso, pero en serio, para con tu mierda.

Alastor sonrió victorioso.

Ángel era su ultima jugada y carta maestra. Si las cosas salían como quería, en menos de lo que pensaba estaría siendo liberado de nuevo. Todo dependía de que Husk adquiriera a Angel.

Tal cual el decía, Angel era una apuesta peligrosa. Todo el mundo deseaba un poco de él, pero nadie se atrevía a pedir tanto debido a Valentino. Si lo sacaban de la ecuación y Angel pasaba a manos de Husk, entonces más gente tendría la sensación de que podrían aspirar a Angel.

Y bajo ese escenario, Husk no podría hacer nada. Porque una cosa era pelear el control de una sola alma contra otro soberano, pero pelearla contra medio infierno, era otro asunto completamente diferente.

—Y ya que le diste permiso de seguir volviendo, supongo que eventualmente se quedara aquí, ¿no? —continuo Alastor sin dejar de verlo directamente.

—¿No tiene ya un contrato con Valentino? —indago Husk, extrañado de tanta insistencia—. No es tan fácil quitarle un contrato así a alguien como él. Y menos, hablando de Angel Dust. Es su mina de oro, su palmarius. Dejarlo ir seria la mayor estupidez que podría cometer.

Alastor entonces chasqueo los dedos y se transportaron a la oficina principal de Husk. Este al verse en ese lugar rodo los ojos, se venia un monologo por parte de Alastor para convencerlo de hacer algo que claramente era una mala idea. Ahora entendía porque tanta insistencia.

—Aquí no tendremos oídos curiosos —rio al ver su expresión—. Con nuestro poder combinado, sería muy sencillo hacerlo apostar y quitarle a Angel Dust —sugirió mirando hacia sus garras, tratando de sonar desinteresado—. Bajo esa situación, el chico podría quedarse aquí y tu podrías disfrutar de su hermosa presencia tanto como pudieras.

Husk entrecerró la mirada. No le gustaba la implicación detrás de esas palabras.

—No insistas con eso, él se mira cómodo al lado de Valentino y es claro que al ser su mejor estrella él no se atrevería a ponerle una mano encima —dijo no muy seguro de eso. Pues conocía perfectamente la reputación de Valentino de ser un hijo de puta con sus contratos.

Destruirlos y desecharlos cuando ya no tenían nada que aportar.

—¿Y si no fuera así? —insistió Alastor sentándose sobre el escritorio frente a Husk—. ¿Y si Angel estuviera sufriendo un terrible infierno al lado de ese demonio pelón?

Husk entonces frunció el ceño.

El chico le caía bien y le agradaba más de lo que debería. Tenía un combo completo de cualidades que le agradaban en la gente, sin embargo, había algo que aun no le gustaba de él y ese algo tenia que ver con Valentino. Angel Dust era solo un personaje. Uno creado para que todos a su alrededor no vieran lo que realmente escondía y sospechaba que eso era a causa de Valentino.

Bajo ese supuesto, si realmente Angel sufría tal cual Alastor lo decía, ¿Qué debería de hacer? ¿Hacer la vista gorda o ayudarlo?

Si lo pensaba, la respuesta era muy obvia.

—Entonces lo robaría de su lado —resolvió Husk después de un largo silencio.

Alastor extendió más su sonrisa al tiempo que sus ojos comenzaban a brillar.

Su plan estaba en marcha.

Su plan estaba en marcha

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El Overlord del Azar [Huskerdust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora