Capítulo 9 💫

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Diablillos, voy a pasar la lista, así que digan presente:

PD: No se contengan en comentar en cualquier momento, me encanta leerlos <3

***

Me encontraba atrapada en la misma rutina agotadora de siempre: pesadillas nocturnas, despertares sobresaltados y la ausencia constante de mi padre, quien siempre estaba trabajando. La universidad era solo otro paso en este ciclo interminable. Cada día se desvanecía en una repetición monótona, dejándome atrapada en un maldito bucle. Nada parecía interesante o emocionante. Sin embargo, mantenía la esperanza de que el festival que se acercaba pudiera traer un respiro a mi vida, una chispa de felicidad en medio de la oscuridad.

Me había prometido a mí misma dejar de ver a Damon. Sabía que me estaba obsesionando y eso no era saludable, así que cada vez que lo veía, hacía lo posible por evitarlo. ¿Era normal sentir estas emociones por él? Era extraño, como si estuviera bajo un hechizo.

Necesitaba desesperadamente hablar con alguien sobre esto, alguien que me escuchara y me diera algún consejo. No podía recurrir a mi padre, ya que casi nunca estaba presente, pero tenía amigos. Decidí que hablaría con ellos.

Brielle me guió por otro pasillo, mientras yo estaba tan ensimismada que apenas prestaba atención por dónde íbamos.

—Nyssa, es por aquí. —me explicó. —¿Qué te pasa? Te he notado muy distraída últimamente, casi como si estuvieras... embrujada.

Observé sus ojos avellanas y parpadeé varias veces. No, no estaba embrujada, al menos no literalmente. Aunque, tal vez, en cierto sentido, estaba bajo el hechizo de Damon. Sentía un vacío en el pecho cuando no lo veía, pero tenía que contenerme. Soy fuerte, me repetí mentalmente.

Pero las ganas de verlo, de sentir su mano junto a la mía, eran abrumadoras. Cualquier cosa que me permitiera estar a su lado era tentadora.

—No es nada, Brielle. —Murmuré, tratando de restarle importancia al asunto. Más tarde hablaría con ella al respecto.

—Bueno, vamos. —Ella me guió hacia el cuarto de baño, donde varias chicas estaban colocándose el bañador. Dejé mis cosas en el banco y me dirigí con mi amiga hacia uno de los cubículos. Saqué mi bañador blanco liso, recién comprado unos días atrás, que dejaba al descubierto una gran parte de mi espalda. Me puse el gorro de natación, cubriendo mi cabello rojizo, y me coloqué los lentes.

Hoy tenía la hora libre, así que decidí ir a la piscina de la escuela y cuando vi a Brielle descansando en los banquitos del campus, parecía también tener un rato libre. Sabía que ella estaba estudiando enfermería, así que le pedí que me acompañara y se unió a mí para practicar natación.

La Marca del Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora