capitulo veinte

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Despertó con sus brazos abrazando una almohada y su cuerpo cubierto por una sábana para tapar la desnudes. Las cortinas de la habitación seguían abajo para poder brindarle oscuridad debido a los rayos de sol que se asomaban de las orillas y mover su cuerpo fue como si cien trenes lo hubieran demolido. Abrió sus ojos lentamente para observar que seguía en el mismo lugar que cuando cayó desmayado del cansancio y un mohín en sus labios se asomo en el instante en que no vio a Louis por ningún lado de la habitación.

Se sentó en la cama, ahogando un quejido en sus caderas que punza desde sus entrañas, restregó sus ojos con sus dedos y soltó un bostezo y entonces la puerta de la habitación se abrió, revelando la figura de su alfa empujando la puerta con su espalda, ya que en sus manos traía una bandeja con comida.

─ Buenos días, nubecita ─ sonrió Louis, llegando hasta él y dejando la bandeja de comida en la esquina de la cama. Acercándose hasta él para levantar su mandíbula con sus dedos y depositar un suave beso en sus labios.

─ Buenos días, alfa ─ sonrió Harry.

─ Te preparé el desayuno, recuerdo que dijiste que te gustaba desayunar frutas con yogurt, dos hot cakes y un jugo de manzana. No tenía nada de eso así que me levanté temprano para ir al supermercado, espero que te guste ─ dijo Louis, acariciando sus cabellos.

Harry sonrió con un mohín en sus labios.

─ Muchas gracias, alfa, no debiste molestarte tanto. Quiero lavarme la boca, ¿tienes un cepillo extra?

─ Claro amor, también compre uno y… compre uno de esas cosas que te pones en tus ojeras en las mañanas, decías que nunca había día que no lo hicieras, no recordé la marca pero creo que es esta por el color… ¿crees que esté bien?, te hubiera comprado más cosas para tu limpieza facial, pero no las sabía con exactitud, solo encontré este.

Louis caminó hasta el tocador que tenía junto a la pared y le mostró un pequeño botecito dónde venían unas mascarillas. Harry las tomó en sus manos y no podía creer que esas fueran las mismas que él utiliza, ¿cómo es posible que Louis sea tan atento?, quiere llorar.

─ Si son esas alfa, muchas gracias… no debiste haberte preocupado, amor.

Louis sonrió con sus mejillas sonrojadas.

─ Tengo que cuidarte, ¿Puedes caminar hasta el baño?

─ Claro, iré a lavarme los dientes y vendré a desayunar junto a ti en la cama.

Harry se levantó de la cama, con el dolor recorriendo cada centímetro de su piernas y su alfa tuvo que pasar sus brazos por debajo de sus axilas para abrazarlo y sostenerlo. Porque el omega no podía caminar, sus piernas habían fallado y sentía que si daba otro paso sus piernas serían polvo.

─ No me jodas ─ chilló Harry, tratando de ponerse de pie correctamente y abrazándose del cuello de Louis. Quien lo miraba con una sonrisa burlona y sus cejas arqueadas. Louis ya estaba vestido y el desnudo, así que su alfa le dio un bóxer junto a una camisa para vestirlo.

─ Ya lo hice toda la noche bebé ─ Louis, lo tomó de las caderas para ayudarlo a caminar hasta el cuarto de baño, donde Harry se sostuvo del lavamanos para cepillarse sus dientes y después se colocó las mascarillas debajo de sus ojos. Le hizo una señal con su dedos para que se acercará y entonces el alfa se dejó poner las mascarillas que su omega le puso debajo de sus ojos, después regresaron a la cama, donde Louis se sentó junto a él y le paso su bandeja de comida.

El alfa tomó su sándwich, las manzanas picadas y su taza de chocolate, empezaron a desayunar juntos mientras observaban la televisión.

Harry jamás había despertado al lado de un alfa, jamás lo había hecho. Estar aquí en la cama con Louis era mágico y un sentimiento indescriptible, ver las sábanas y obtener los flashback de las cosas que hicieron en toda la noche hasta que él se quedó dormido del cansancio, porque probablemente se hubieran dormido a las cuatro de la mañana y ahorita eran las diez y media.

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