Después de aquellas preciosas vacaciones en la que ellos disfrutaron de estar juntos, Louis comprendió que quería pasar el resto de su vida al lado de Harry, sin importar las circunstancias, entendió que siempre sería él. Salieron a caminar tomados de la mano cerca de la orilla del mar al atardecer y se quedaron sentados en la arena cuando la luna estaba en su punto más alto. Y besarse cuando el sentimiento de estar juntos vibraba sobre su pecho.
Fue el comienzo de todo.
Louis después de su regreso a Londres, empezó a dedicar su tiempo en asistir al gimnasio con el coach que les brindaba la selección, todo para lograr mucha más resistencia y fuerza muscular. Después, venían los entrenamientos, el alfa dedicaba sus horas completas a los pesados entrenamientos que llevaba junto a sus compañeros de equipo, era casi todos los días, a excepción de los sábados y domingos que no entrenaban.
Harry ingresó al segundo año de universidad, esta vez con su grupo más reducido, siendo solo Koda, Zayn y él. Ya que su alfa había decidido continuar estudiando su carrera en línea, así que no asistía a clases presenciales, todos sus cursos eran siempre en línea y los tomaba en casa, después de sus horarios de entrenamiento y los fines de semana para terminar todas sus tareas. Fue un poco extraño para el omega tener que regresar a clases y saber que su alfa ya no lo estaría esperando en la puerta de su salón de clases, o que se reunirían al finalizar las clases en el comedor para después quedarse a ver sus partidos o a acompañarlo en la biblioteca mientras daba tutorías. Pero le gustaba verlo al finalizar el día junto al estacionamiento, esperándolo para llevarlo a casa.
Y amaban estar juntos. Nubecita estaba creciendo, descubrieron que era de esos cachorros que se quedaban pequeños, así que eso les gustó aún más. Jugaba mucho, corría por cada rincón de su casa, cabía perfectamente debajo de los sillones, así que ese era el escondite perfecto para todas las pantuflas que se le perdían a Atticus. Para sus necesidades rascaba la puerta y salía al patio, con la única condición de no excavar en los jardines de flores de Althea o iba a ser correteando por una escoba. Después volvía a rascar la puerta para que pudieran abrirle, entrar y subir otra vez hasta su habitación para buscar algún juguete que morder de su caja de accesorios que Louis le compraba.
O que todos terminaron regalando, era un buen perrito, todos lo adoraban.
Para fines de año, el joven alfa había obtenido los seis pagos mensuales de su estadía en el equipo, una cantidad obscena de dinero que estaba siendo administrada por un contador que Atticus le había presentado. También en que le había insistido en cambiarse de banco, a uno de más categoría por la cantidad de dinero que iba a empezar a llegar a sus bolsillos, entonces Louis le hizo caso a ese consejo. Con la administración necesaria de sus bienes, el joven alfa compró su casa, una pequeña para comenzar. No quería algo extravagante, solo deseaba volver a tener su propio espacio y no seguir viviendo en casa de su omega, aunque no se quejaba en lo absoluto, lo trataron de maravilla.
Aunque eso les costará no tener la casa a solas muchas veces. Pero agradecen los momentos donde Althea va al supermercado, sabiendo que se tarda demasiado tiempo eligiendo sus especies, así que ellos aprovechan ese corto tiempo para follar en la habitación del omega y ser tan ruidosos como suelen serlo. Otras veces, en las duchas de los vestidores del alfa, sinceramente ninguno de ellos se hubiera atrevido a hacerlo ahí, pero Louis quería que todos vieran que ese omega de minifaldas y cara bonita le pertenecía a él.
Después, vinieron más cambios.
Su nueva casa era de un solo piso pero muy amplia, esta vez tenía dos habitaciones grandes con sus propios baños, una amplia cocina junto a su comedor, un armario para guardar cosas y un cuarto de lavado. Las paredes lisas muy altas, con grandes ventanales brindando la luz solar que le gustaba y una terraza donde guardaba su motocicleta. Harry se encargó de la decoración y el cambio de colores en las paredes, aunque sin saber mucho sobre cómo sostener una brocha para pintar las paredes, la mejor opción fue llamar a Koda junto a Zayn para que ellos cuatro pudieran terminar más rápido, ya que el omega pintaba el mismo cuadro unas cinco veces reafirmando que todavía se veía el color del fondo.
Zayn insistía en lo mismo, Koda quería decirle que no a su omega, pero no iba a ganar esta batalla de dos omegas insistiendo en que el color de fondo se notaba. Así decidieron pintar el resto de su casa mientras que los omegas daban la segunda pasada y tercera pasada para que el color fuera mate.
Celebraron el cumpleaños número veintitrés de Louis en uno de los restaurantes de Odette con comida tradicional coreana y un pastel de chocolate con crema de fresas hecho por Koda, quien terminó estampando el rostro del alfa contra el betún. Sacando un segundo pastel de la cocina, ya que sus intenciones de estrellar el primero contra la cara de Louis no iban a fallar. Pasaron Navidad juntos, intercambiaron regalos y Harry Louis fue a dar un paseo bajo la nieve, deslizándose en el trineo desde las montañas nevadas y después deslizándose por la pista de hielo aunque ninguno de los dos tuviera algún conocimiento previo, pero disfrutaron de estar juntos.
Para el nuevo año, pidieron muchos deseos, la mayoría fueron donde ellos deseaban seguir juntos por mucho más tiempo.
El diez de enero celebraron el cumpleaños de Atticus. Con Louis burlándose por otro año más viejo y Atticus respondiendo que esperaba que él se viera así de guapo y conservado cuando llegara a su edad.
El cumpleaños de Harry llegó en febrero, sus veinte años también fueron celebrados con un viaje de una semana a las Bahamas, regalo que se había pospuesto en año anterior debido a que las clases se habían adelantado y eso había arruinado sus planes. Pero aun así toda la familia viajó a las Bahamas para una semana de descanso y festividades, donde Harry recibía regalos a diario por parte de su familia y felicitaciones por los gerentes del hotel en donde se habían quedado.
Louis había empezado a tener partidos cuando las temporadas iniciaron, Harry tuvo que despedirse de su alfa unas cuantas semanas, ya que el joven alfa viajaría fuera del país a partidos amistosos. Primero fueron a Francia y después irían a Estados Unidos, bajaron a Australia y subirán otra vez a Arabia, fueron casi dos meses los que el omega no pudo ver a su alfa, pero le gustaba ver sus partidos de fútbol por la televisión junto a su familia y apoyarlo. Sabiendo que cuando los partidos terminarán, él lo iba a llamar, ganaron siete de diez partidos y el alfa logró meter cinco goles en sus partidos, siendo ovacionado por el público al enloquecer por el nuevo prospecto del fútbol y la estrella que estaba en ascenso.
Nadie estaba más orgulloso que su familia.
Entre más partidos jugó y más goles anotó, el público lo ovacionaba. Todos querían entrevistarlo, de donde venía, todos sus orígenes e historia de vida, como es que logró llegar a este equipo. Louis respondía todo lo que quisieran saber, siempre con amabilidad y cuidando de no soltar toda la información de su vida personal, solo la necesaria.
Sam seguía siendo un buen amigo, mejor dicho, su manager. Seguía siendo quien lo representaba y le decía qué cosas debía de decir frente a la prensa, porque ellos iban a vender cualquier detalle para hacerlo fracasar en su caminata hacia la cima, así que tenía que mantenerse al margen. Louis entendió lo que debía hacer, así que es lo que hacía, seguía siendo un chico normal que podía salir a las calles, casi nadie lo volteaba a ver, sólo sus viejos amigos de universidad que lo abrazaban deseándole mucho éxito y los maestros que les llenaba de orgullo en todo lo que se había convertido.
Sabía lo que venía.
Si vienen más triunfos, si vienen más cosas buenas, y situaciones donde se tengan que festejar, sabe que lo hará al lado del chico que ama. Porque compartiría todo con él, hasta su futuro y sus sueños de formar una familia, pronto Harry saldría de la universidad y empezaría a trabajar en la empresa de su padre, había cosas que cambiarían.
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we should be together
ספרות נוערLouis va a reprobar una materia para ir a tutorías con el chico que le gusta aunque eso lo lleve a tener que tomar medidas extremas para que él le haga caso, ya que su reputación no es la mejor de todas y ese Omega lo traerá como desea.