🥧 01: El Plan Perfecto.

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Seúl, 1989.

La alarma del reloj despertador hizo al alfa abrir los ojos somnoliento, estiró el brazo para poder apagarla y luego hizo ademán de estirar su cuerpo también, pero no pudo hacerlo debido a que su omega tenía la cabeza descansando sobre su pecho. Una sonrisa se extendió en sus labios al ver su rubia cabellera, no pudo evitar volver a abrazarlo con fuerza y hundir su nariz en la mata de rizos dorados que parecía provenir de los mismísimos rayos del sol. Sus exquisitas feromonas dulces y magníficas le hicieron cerrar los ojos como el idiota enamorado que era.

El aroma de Park Jimin era único, su omega era único. Las cerezas rojas, dulces pero ácidas a la vez, se filtraban por sus fosas nasales todos los días como queriendo enviar descargas eléctricas por todo su sistema nervioso y desactivarlo. Ese omega quería tenerlo a sus pies, y no se daba cuenta que con el simple hecho de olerlo, Jungkook ya estaba rendido ante él.

El rubio se removió cuando sintió que su cuerpo era apresado con fuerza, sonrió leve sin abrir los ojos y enterró más el rostro en el pecho de su alfa, disfrutando cada segundo de esa mañana, ya que era lunes y ambos debían ir a trabajar en un rato.

—Buen día, alfa —murmuró contra su camiseta sin mangas, con la voz somnolienta. —¿Hay alguna razón en particular por la que estés queriendo asfixiarme el día de hoy? Ya lo hiciste lo suficiente el fin de semana.

Jungkook sonrió aún más al recordar lo maravilloso que había sido el fin de semana. Separó finalmente la nariz del cabello de su omega y lo apartó con suavidad para poder verle el rostro. Jimin agrandó su sonrisa apenas estuvo en su campo de visión.

Por la Luna, el alfa estaba tan enamorado de su omega, era como si los años no hubieran pasado. Se sentía como si fuera el primer día que lo vio en la cancha de tenis de la preparatoria. Park Jimin, un omega dos años mayor que él y, el más popular por supuesto, seguido por muchos alfas que querían al menos obtener una cita con él. Jungkook recordaba que ese día, su lobo saltó por todos lados, las mariposas revolotearon por todo su estómago, las feromonas dulzonas hicieron su corazón latir a toda velocidad, tan rápido que creyó que podría darle un infarto fulminante a los dieciséis años.

Ese día supo que él quería ser el todo de Jimin. Quería ser la razón de sus sonrisas, la razón de su alegría, quien secara sus lágrimas si se sentía triste, quien lo ayudara cuando no se sintiera capaz de seguir adelante, quien lo impulsara a ser la mejor versión de sí mismo, quien pudiera tener a ese precioso chico entre sus brazos todas las noches y todas las mañanas por el resto de sus días, poder besarlo, poder darle mimos, poder oler su cabello, poder reír a carcajadas a su lado.

Así como lo estaba haciendo en ese momento.

Fue amor a primera vista para Jungkook.

Y vaya que fue bastante complicado cortejar a un omega tan popular como Park Jimin, pues tuvo que enfrentarse a otros alfas de renombre tales como el líder del equipo de natación de la preparatoria, Cha Eunwoo, un alfa que parecía sacado de las revistas de moda que leía su madre y el que más había estado de hacerse novio del omega antes de que él hubiera entrado en escena. O también aquel chico malo llamado Im Jaebum, que tenía una bonita motocicleta Harley Davidson que volvía locas a todas las omegas del lugar por un paseo, o aquel otro, que siempre ganaba todos los premios en las ferias de ciencias, Kim Jongin.

Jungkook estaba completamente decidido a robarle el corazón a ese omega tal como él había hecho con el suyo y para eso tuvo que pedirle miles de consejos a sus madres. Su madre alfa, Jeon Moonbyul, le dijo absolutamente todas las técnicas que había utilizado para conquistar a su madre omega, Kim Yongsun, quien era una omega demasiado similar a Jimin, popular, bonita e inteligente.

Apple Pie Life 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora