🥧 15: Asustado.

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Jimin buscó sus llaves en el bolsillo del mandil mientras sorbía su nariz, no estaba llorando, pero estaba a punto de hacerlo. Al no encontrar el manojo de las llaves, cerró los ojos inhalando y exhalando, Jungkook era quien siempre cargaba las llaves cuando lo dejaba en el trabajo. Tuvo que agacharse para buscar debajo de la maceta la llave de repuesto y se levantó sintiendo el cansancio de golpe.

No sabía como era posible que hace unas semanas se sentía tan feliz y justo ahora sentía que su vida era más miserable que nunca. Se metió en la casa cerrando de un portazo y se quitó el mandil y la boina para poder arrojarlas a la mesilla, quería gritar, quería llorar, quería descansar, se sentía agotado. Le dolían los pies, las piernas, la espalda y la cabeza.

Se acercó al cuadro familiar que tenían en la sala y volvió a sorber la nariz antes de contemplarlo por varios segundos. No podía creer que estaba a punto de sacar dinero de ahí, se mordió el labio cuando lo sintió temblar y sacudió la cabeza ignorando cualquier tipo de remordimiento de su cuerpo, quitó el cuadro y luego se recargó en la pared mirando el pequeño teclado numérico de la caja fuerte. Mientras sus dedos nerviosos metían la contraseña que era una combinación entre la fecha del cumpleaños de Jungkook y la suya, sintió las primeras lágrimas desbordándose sin permiso de sus ojos. 

Al abrirla, se tomó un momento para limpiarlas con molestia, tallando bruscamente sus ojos con el borde de la manga de su camisa blanca, miró el dinero que ahí estaba y tomó un par de pequeños montones que estaba seguro de que le alcanzarían. Comenzó a contar sin moverse del lugar, con el corazón pendiendo de un hilo, pero de pronto  justo cuando se iba a poner a gritar maldiciones, el timbre sonó haciéndolo dar un salto del susto.

Parpadeó mirando el dinero y luego cerró la caja antes de dejar los billetes sobre la mesilla y caminar hacia la puerta sintiendo de pronto como sus fuerzas eran drenadas de golpe. Apenas alcanzó a sujetar la manija de la puerta cuando sintió que de pronto todo daba vueltas a su alrededor. Se tomó unos segundos aferrado a la manija mientras trataba de calmarse, pero el timbre volvió a sonar y él tuvo que esforzarse en abrir, al hacerlo se topó con la madre de Jungkook, Yongsun. La omega sonreía en grande, pero al verlo, sus comisuras cayeron repentinamente y su rostro se deformó en un gesto de preocupación genuina.

—¿Jimin? Cariño, ¿qué sucede? ¿Está todo bien? —la omega jamás había visto a Jimin tan pálido, parecía que en cualquier momento se iba a caer, por lo que lo tomó del brazo asustada.

—Ah... Dios, lo lamento, Yongsun —se disculpó él tragándose las lágrimas que llevaba mucho rato conteniendo. —Debí llamarles antes, soy un idiota, lo siento mucho... —repitió él dejándose llevar por su suegra dentro de la casa.

—¿De qué hablas, Jimin? ¿Le pasa algo al bebé? ¿Dónde diablos está Jungkook y por qué dejó solo a su omega en este estado? —cuestionó ella tratando de hacer qué el menor se sentara, pero Jimin se le escapó de entre las manos y volvió cerca del cuadro escondiendo su rostro entre las manos.

Yongsun se sintió terrible al verlo comenzar a llorar, no sabía lo que pasaba, pero pronto supo que el mal presentimiento que la había llevado a visitar a su hijo y a su yerno era por algo.

—J-Jungkook se rompió la pierna en la mañana —musitó Jimin. —Se embriagó y luego fue a caerse en el barranco de la carretera que está cerca de nuestros trabajos —Yongsun abrió los ojos de par en par. —É-él está bien, hablamos hace un rato...

La omega se preocupó enseguida por su hijo, pero Jimin le parecía todavía más importante en ese momento, el omega se veía terrible. Nuevamente ella se acercó al ver que este tomaba con una mano un fajo de billetes y luego se recargaba en la pared cubriendo con la otra mano su boca, tratando de calmarse.

Apple Pie Life 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora