Apple Pie Life 𐦍 KookMin 「Omegaverse」

🥧 18: Enamorado de La Vida.

Jimin se removió entre las sábanas buscando encontrar a Jungkook, pero fallando en el intento. Abrió los ojos y frunció las cejas, era su último día de descanso antes de volver al trabajo y lo único que quería era despertar al lado de su alfa, pero parecía que él no tenía los mismos planes. Total, a él le quedaban otras cuatro semanas de descanso debido a su pierna rota, pero por eso mismo el omega se molestó más. El menor no le dejaba levantarse ni siquiera para servirse agua, pero él, si que lo hacía.

Se sentó sobre el borde del colchón y casi fue corriendo al baño porque las ganas de orinar eran demasiadas. Entró al pequeño cuarto, hizo sus necesidades y luego salió al pasillo buscando el aroma del castaño, pero sus débiles feromonas olían a que no estaba en casa. Hizo un puchero decepcionado y se encaminó hacia la cocina. Una sonrisa eliminó su decepción cuando vio en el pequeño comedor un plato de fruta picada, zanahorias en trocitos y un vaso de jugo de naranja, se acercó emocionado y encontró un tulipán amarillo en el centro de la mesa, lo levantó y sonrió aún más.

—Papá es un amor, bebé —murmuró hacia su vientre, tocando suavemente el pequeño bulto.

Y mientras Jimin degustaba su desayuno, Jungkook estaba recibiendo entre sus manos las llaves de un precioso automóvil Ford Mustang Fastback GT del 1988, era un modelo de hace un año, y era seminuevo, pero era mil veces mejor que su vieja camioneta azul que ahora estaba metida en el taller de Jackson para tomar las piezas y venderlas. El alfa sonrió en grande cuando el anciano que se lo estaba vendiendo de lo entregó.

—¿Cómo hará para conducirlo con ese yeso? —cuestionó el beta de cabellos canosos.

—No se preocupe, soy ambidiestro —sonrió él sin darle mucha importancia.

Pronto se metió al automóvil sintiendo como su cuerpo se emocionaba al tocar el volante nuevo del auto color plata. Negó divertido poniéndolo en marcha y comenzó a conducir lento porque no confiaba demasiado en su pierna izquierda, entonces se detuvo en un mall y cerró con llave el vehículo antes de entrar a comprar algunas sorpresas para su omega.

Su vida estaba por cambiar.

🥧

Jimin miró el reloj con una mueca mientras daba vueltas por la sala preocupado, Jungkook llevaba horas en la calle, ¿y si algo le había pasado? No confiaba demasiado en su alfa trayendo ese yeso en la pierna... Pero justo cuando estaba por volverse loco, escuchó un motor estacionado afuera, alzó las cejas y se puso la sudadera para salir porque estaba algo fresco el clima, aunque como no cerraba, la sostuvo con sus manos. Al abrir, se quedó estático mirando a su marido bajar de un automóvil que parecía recién salido de la agencia, cargando sus muletas en una mano y en la otra un ramo de rosas rojas, enorme, más grande que su cabeza.

—¡Bonito! —saludó su atractivo chico dándole una sonrisa brillante.

El mencionado se sintió deslumbrado al verlo sonreír con tanta naturalidad, pero al verlo batallar con las muletas caminó hacia él para ayudarlo, el menor le extendió el ramo de flores mirándolo con un gesto conquistador, y luego aventó las muletas al suelo sorprendiéndolo aún más. El omega soltó un chillido de sorpresa cuando Jungkook lo tomó de la cintura y lo pegó a la puerta cerrada del automóvil inclinando su rostro hacia él. Se sintió noqueado por sus deliciosas fermonas intensas y fuertes, ni siquiera pudo decir nada cuando ya tenía los labios contrarios sobre los suyos.

No dudo en corresponder enseguida por el estado de embriaguez de su perfume, la lengua traviesa de su alfa comenzó a explorar su cavidad bucal cuando el torso marcado se le pegó al vientre con fuerza, como queriendo fusionarse con él. Jimin se olvidó de que estaba embarazado tomando con una de sus manos la camiseta del menor y atrayéndolo aún más cerca, todo lo que zanahoria se lo permitía, disfrutando cada sensación abrumadora que llenaba su cuerpo. El menor sonrió contra sus labios y acarició su costado tocando con una de sus manos su espalda y con la otra su vientre.