🥧 24: Recién Salido del Horno.

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⚠️ Recuerden leer las advertencias del inicio para evitar mal entendidos.

Septiembre 1, 1989.

Okay, Jimin, cálmate.

No entres en pánico.

No hay forma en la que hubieras podido predecirlo y...

Oh, mierda, ya entraste en pánico.

El omega se quedó completamente estático al verse en esa situación, tragó saliva ruidosamente mientras algunas gotas de líquido todavía escurrían de su pantalón corto de pijama y empapaban sus pies descalzos. Una sensación parecida a una corriente eléctrica le recorrió la espina vertebral mientras su respiración se aceleraba y sentía sus pulsaciones aumentar hasta taladrearle las sienes, por un momento hasta la vista se le nubló y creyó que incluso podría desmayarse, pero afortunadamente no sucedió.

Era viernes, se había levantado más temprano de lo usual porque la alarma del trabajo de su alfa estaba por sonar y como era su cumpleaños, debía llevarle el pastel que le había traído su madre el día anterior para sorprenderlo. En vista de que no podía hacer otra cosa más que dormir y deambular como un alma en pena por la casa porque todo le resultaba agotador, la mujer lo ayudó con el pastel de chocolate que tanto le gustaba al menor y juntos lo metieron en el fondo de la nevera para que este no lo descubriera.

Jimin se levantó, fue al baño a hacer sus necesidades sintiéndose más pesado que de costumbre y luego, después de lavarse las manos, fue a la cocina tratando de no hacer ningún ruido, sacó el contenedor del pastel, sacó las velitas que formaban el número 24 y las colocó con todo el cuidado del mundo sobre el betún, después buscó el encendedor, las prendió y tomó la charola rápidamente para volver a la habitación antes de que se derritiera la cera.

Claro que jamás imaginó que justamente cuando caminaba a pasos moderados por el pasillo, justo una semana antes de la fecha probable de parto que le había dado Hoseok, de pronto iba a sentir que su fuente se rompía dejándolo estático a unos metros de la puerta de su habitación.

Carajo, Jimin se quedó completamente quieto mirando hacia el frente, tratando de calmar el terror que arremetió contra sus extremidades, pero de nada sirvió, porque estas comenzaron a temblar cuando la primera contracción llegó casi sin dejarlo respirar después de la impresión. Fue tan repentino que no pudo frenar un quejido lastimero que se escapó de sus labios y el sonido del pastel cayéndose de sus manos porque tuvo la dolorosa necesidad de llevarlas a la parte inferior de su vientre redondeado para tratar de aligerar el malestar.

No se volvió a enterar de nada por los próximos más o menos cuarenta segundos o algo así, sólo pudo saber que era el peor dolor que había sentido en la vida, era como si quisieran abrir su vientre en dos y partirle las caderas por la mitad. No, en realidad era como si en lugar de sólo un calambre, estuvieran atacándolo veinte al mismo tiempo, agudos y llenos de nudos que hacían doler su abdomen como nunca. Se encontró a sí mismo cerrando los ojos y conteniendo la respiración porque al parecer no se le tenía permitido exhala en medio del suplicio.

Y así como llegó, el dolor se esfumó dejándolo temblando de manera casi frenética mientras aspiraba sin poder creerlo, parecía un chiste.

Cuando sus ojos se volvieron a abrir vio a Jungkook algo distorsionado hablando frente a él, pero todavía no podía escucharlo. Estaban en la habitación y el alfa tenía ambas manos en su rostro que estaba cubierto por una extraña y ligera capa de sudor frío. Se le veía preocupado, pero no estaba asustado como creyó que lo estaría, Jimin supo que debía calmarse.

—Bonito, vamos, vuelve conmigo —pidió el castaño separando una de sus manos sólo para echarle aire en el rostro.

—Y-ya, estoy b-bien —su voz salió más débil de lo que hubiera querido.

Apple Pie Life 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora